RECORRIENDO LA PROVINCIA DE CÁCERES
INDICE BLOG
2016
Agosto CASTILLOS DE CUENCA
Agosto LOS PUEBLOS NEGROS DE GUADALAJARA
Agosto RUTA DEL QUIJOTE
Agosto ALPUJJARAS ALMERIENSES
Septiembre RUTA DE LA PLATA I
Septiembre RUTA DE LA PLATA II
Septiembre RUTA DE LA PLATA III
Septiembre RUTAS DE 1 DÍA
Septiembre POR LOS CASTILLOS DE TOLEDO
Octubre RUTA MUDÉJAR
Diciembre RUTA POR LA ALPUJARRA GRANADINA EN UNA 200
Diciembre MONASTERIOS DESCONOCIDOS DE VALENCIA
2017
Abril PUEBLOS BLANCOS
Agosto HACIA EL VALLE DEL BAZTÁN
Septiembre DOS POR LA SIERRA DEL ESPADÁN
Noviembre RECORRIENDO LA SUBBÉTICA CORDOBESA
2018
Abril PA CAI
Mayo POR LA ALCARRIA CON CELA
Agosto EN AGOSTO: PIRINEOS
Septiembre LA DESCONOCIDA RIBEIRA SACRA
Octubre EL ALENTEJO: PORTUGAL EN ESTADO PURO
2019
Mayo CAMINO SORIA …
Septiembre NAVARRA: ERMITAS Y MONASTERIOS DESCONOCIDOS
Octubre ESCAPADA AL ROMÁNICO DE CUENCA
2020
Julio CON EL DUERO POR COMPAÑÍA
Septiembre RUTA ALGO SURREALISTA POR LA PROVINCIA DE CUENCA
2021
Mayo ¿ DÓNDE ESTÁ MATARRAÑA ?
Junio LA COMARCA DE LIÉBANA
Agosto RÍAS BAIXAS
Agosto RECORRIENDO ÁVILA
Septiembre FIN DE SEMANA POR LA SIERRA DE LAS NIEVES
Septiembre DE NUEVO POR LA ALPUJARRA
Octubre SIERRA MORENA: ALGO MAS QUE BANDOLEROS
2022
Abril ENCANTOS DE GUADALAJARA
Junio ROMÁNICO EN SEGOVIA
Junio BURGOS Y SUS MONASTERIOS
Octubre INCIDENCIAS POR LA SIERRA DE FRANCIA
2023
Abril COSTA VICENTINA
Abril HUELVA
Mayo HUESCA ROMÁNICA
Mayo ANDORRA: ESE EXTRAÑO PAÍS
Agosto VERANO 2023 (Primera parte)
Agosto VERANO 2023 (Segunda parte): PUEBLOS DE FRANCIA
Agosto VERANO 2023 (Tercera parte): EL PIRINEO
Agosto LA RIOJA: VINO Y CULTURA
Septiembre PALENCIA: VACIADA Y ROMÁNICA
Octubre “ PUENTE “ EN VALLADOLID
Diciembre MI TIERRA
2024
Febrero EN RODAJE
Abril ¡¡ Y POR FIN !!: LA TOSCANA
Mayo ¿ HAY ROMÁNICO EN GUADALAJARA ?
Mayo JOYAS DE GRANADA
Agosto VERANO 2024: PORTUGAL
Agosto VERANO 2024 II: NAVARRA
Septiembre ESCAPADA AL BIERZO
Noviembre LAS ERMITAS
Noviembre EL CASTAÑAR DEL TIEMBLO
Diciembre LA BUREBA
Diciembre CASTILLOS DE ALICANTE
2025
Enero ¡¡ FELIZ 2025 !!
Abril ROMANICO RURAL DE SORIA
Abril SEMANA SANTA EN ZAMORA
Mayo RECORRIENDO LA PROVINCIA DE CÁCERES
Repasando los viajecitos que voy guardando en el ordenador, encontré uno que llamó mi atención. Se trataba de un recorrido por la provincia de Cáceres que combinaba un poco de todo: paisajes, gastronomía, patrimonio cultural y lugares que desconocía. Por algunos, como Trujillo, había pasado cuando realicé la Ruta de la Plata pero, debido al escaso tiempo que estuve allí, me quedaron ganas de volver. Pero otros me eran totalmente desconocidos. De manera que busqué días disponibles, planifiqué el itinerario, reservé alojamientos y ( tras el correspondiente visto bueno de la AEMET ) me dispuse a recorrer estos sitios que, salvo la capital Cáceres que conocía bastante bien, despertaron mi curiosidad.
Este es el relato de mis andanzas por tierras extremeñas por si os sirve para vuestros planes viajeros.
El primer día ( 21
de Mayo ) se trataba de llegar a Trujillo de la que me separaban algo más de
600 kms. Así que salí de Murcia tempranito y vía Toledo llegué a mi destino a
mediodía sin contratiempos. Tras localizar mi alojamiento y comer en un
restaurante situado a pocos metros del mismo, me dispuse a visitar alguno de
los encantos que nos ofrece esta bella ciudad.
Trujillo hunde sus
raíces en la época romana ( Turgalium ) y, tras la etapa de dominación árabe,
se convirtió en una importante ciudad medieval. Aunque su fama se debe a que en
ella nacieron importantes conquistadores de tierras americanas como Francisco
Pizarro que conquistó Perú o Francisco de Orellana que descubrió el Amazonas.
Por eso no es de extrañar que existan ciudades con el nombre de Trujillo en
varios países latinoamericanos como Perú, Honduras, Venezuela, Puerto Rico y
Colombia. De esas expediciones de trujillanos regresaron numerosos indianos que
construyeron casas señoriales, palacios y edificios religiosos que le confieren
a esta ciudad su señorial aspecto actual.
El epicentro de la villa se encuentra en su Plaza Mayor, grande y espaciosa de forma rectangular y estilo renacentista. Está soportalada en parte de ella y bajo estos soportales se sitúan los restaurantes más conocidos. Hay varios edificios notables como el Palacio de los Marqueses de Piedras Albas, el de los Vargas-Carvajal o el de la Reconquista.
Pero si algo atrae nuestra atención es una enorme estatura de Francisco
de Pizarro que fue donada a Trujillo por la ciudad de Nueva York. Tras ella se
encuentra la iglesia de San Martín de Tours que esperaba visitar mañana.
Decidí dejar para el día siguiente el itinerario que traía marcado y
pasear sin rumbo fijo para descubrir
bellos rincones que me fuera encontrando.
Después del paseo y ya anocheciendo retorné a la Plaza Mayor para cenar
y hacer alguna foto de la misma que lucía espectacular, con su imponente castillo como vigilante perpetuo.
El día estaba dedicado a visitar en profundidad esta señorial villa. De
manera que bordeando por un lateral de la Plaza Mayor comencé el ascenso ( todo
el casco histórico de Trujillo se encuentra en la parte más elevada y no queda
más remedio que ir subiendo, aunque cada poco nos da un respiro para contemplar
algo interesante ).
Lo primero que me
salió al paso fue el Alcázar de Luis Chaves el Viejo, una construcción
del S. XV que fue la residencia de la familia Chaves y en la que alojaron
varias veces los Reyes Católicos. Su aspecto es claramente defensivo con torres
muy elevadas y potentes muros. Es considerada una de las mejores construcciones
castellanas de tipo civil en la Edad Media.
Entre la edificación anterior y la iglesia de Santiago se encuentra el Arco de Santiago ( también llamado Puerta del Sol
). Cuenta con una torre almenada que descansa sobre un arco de medio punto y
formaba parte de la muralla que rodeaba la ciudad. En ella se pueden ver los
escudos de los Reyes Católicos y de la familia Altamirano. Aquí se reunió el
Consejo que proclamó a Fernando como rey de Aragón y Sicilia, uniendo de esta
manera las Coronas de Castilla y Aragón y firmándose el famoso “ tanto monta,
monta tanto “ y la paz con Portugal en 1479.
Desembocamos en una recoleta plazuela donde se encuentra la iglesia de
Santiago, románica en origen pero muy reformada en el S. XVII y que hoy alberga
el Museo Municipal Jaime de Jaraiz.
Si giramos hacia
la izquierda y bajamos un pequeño trecho para volver a girar para la derecha
llegaremos a la iglesia de Santa María la Mayor,
quizás la más importante de Trujillo.
Es de un románico
tardío ( S. XII ) y reformada en gótico en los S. XV y XVI.
El exterior
presenta un campanario románico que se demolió y hubo de ser reconstruido en su
totalidad en el S. XX intentando mediante fotografías y descripciones hacerlo
de la manera más similar al original. Como curiosidad el artesano Antonio
Serván que se encargó de realizar los 58 capiteles en piedra, decidió esculpir
en uno de ellos el escudo del equipo de sus amores ( el Athletic de Bilbao ) y
ahí sigue, aunque es difícil descubrirlo.
La portada, situada en la plazuela de Santa María frente a una estatua
en bronce de Francisco de Orellana, es gótica aunque conserva algunos vestigios
de su pasado románico, al igual que su otra portada que sirve de acceso al
templo.
El interior es de tres naves y llama poderosamente la atención el coro
renacentista de Sancho Cabrera y el retablo mayor de Fernando Gallego.
Como recuerdo de su primitivo origen románico, en una de las capillas
laterales hay una bonita pila bautismal.
Desde la plazuela de Santa María se toma una calle a la izquierda que
nos lleva a la Casa-Museo de Pizarro. Tomé unas fotos del exterior y de otra
casa cercana recubierta de hiedra porque en el interior están prohibidas las
fotos.
La casa solariega es de dos alturas. En la planta baja se recrean las
distintas dependencias con muebles y objetos de la época mientras que en la
superior hay un minucioso recorrido cronológico de las andanzas de Trujillo por
Perú y otros lugares de Sudamérica. Merece la pena.
Salí de la Casa de
Trujillo y me encaminé por una estrecha calle que me permitió hacer bonitas
fotos de la villa desde las alturas.
La calle conducía hasta el castillo y, de pronto, vi venir hacia mí a
una jauría de adolescentes de algún colegio que con sus carreras y juegos
amenazaban con arrollarme. Me apalanqué y pensé “ si muero me llevaré por
delante a unos cuantos “. Pero no, me debieron ver la cara de mala uva que les
puse y me esquivaron con prudencia.
De esta manera
llegué hasta el Castillo. Fue construido
para defender la ciudad en el punto más alto de la misma, un lugar conocido
como Cabeza del Zorro. Realmente es una antigua alcazaba árabe del S. IX y
ampliada en el S. XV. Está protegida por enormes murallas y construida con
bloques de sillería de granito. Posee hasta 17 torres y en el interior, además
de dos aljibes árabes, se encuentra la capilla de la patrona de Trujillo, la
Virgen de la Victoria, donde me llevé una sorpresa que os relato. Resulta que
al entrar en la capilla te encuentras la imagen de la virgen que te da la
espalda, pues mira hacia la ciudad. Vale. Pero la han colocado sobre una
plataforma que, si introduces 1 euro en un dispositivo situado al lado, la
imagen gira 360º y la puedes ver de frente hasta que retorna a su posición
original. Como habréis supuesto yo ya estoy mayor para estas tonterías y pasé
olímpicamente de hacer el guiri ( además no llevaba monedas y el aparatito no
admitía tarjetas ).
Os dejo fotos del
castillo y de las bonitas vistas que se ven desde el mismo.
Inicié el regreso fotografiando una extraña composición de piedras que
aún me estoy preguntando que significaban.
La bajada te permite fotografiar bonitos edificios medievales y te
deposita de nuevo en la Plaza Mayor y como la entrada a Santa María la Mayor te
permite ver también la iglesia de San Martín de
Tours y estaba abierta penetré en la misma.
Es un templo construido entre los S. XIV y XVI por lo que tiene
elementos góticos y renacentistas. Consta de una sola nave en piedra de
sillería y con bóvedas de crucería estrellada. Posee numerosas tumbas de
familias nobles de la villa. El exterior es de un gran volumen con estructura
de piedra sobre gradas.
Terminada mi completa visita a Trujillo decidí darme un homenaje en un
cercano restaurante que es el más conocido de la ciudad ( La Troya ) y después
me retiré a mi alojamiento para una siesta reparadora. Paseíto nocturno, cena
ligera y a preparar la ruta del día siguiente.
Salí de Trujillo
tempranito, porque el día se presentaba bastante intenso, encaminándome hacia
la comarca de la Vera. Mi primer destino era un pueblo llamado Jaraiz de la Vera de
unos 6500 habitantes y que, según mis notas, solo tenía dos cosas interesantes.
Subí por unas callejuelas empinadas ( aquí en todos los sitios hay que subir ) hasta llegar
a la iglesia de Santa María de Altagracia,
edificio del románico tardío del S. XIII
del que se conserva su portada meridional, mientras que el resto es de gótico
tardío del S. XV. Dicha portada cuenta con seis arquivoltas de finas molduras
aboceladas que se apoyan en jambas y cinco pares de columnas que alternan los
fustes cilíndricos con ochavados. Entre ellos hay frisos verticales con grandes
puntas de diamante. Los capiteles presentan las habituales escenas del románico
( cabezas humanas, dragones, leones, etc. ). El resto del edificio es de una gran
simplicidad y robustez. Lógicamente estaba cerrada y no pude ver el interior.
El otro foco de mi atención era su Plaza
Mayor que, lamentablemente, estaba de restauraciones y solo pude hacer
un par de deslucidas fotos.
El siguiente punto a visitar era un pueblecito con un nombre curioso: Garganta la Olla.
Una pequeña población de 900 habitantes enclavada en un valle de la sierra de
Tormantos, una estribación de la Sierra de Gredos. Su nombre se debe a tener en
sus inmediaciones varias gargantas como la Mayor, la de las Majadillas o la
Piornala.
Es un pueblo para
pasearlo y contemplar su rica arquitectura popular. Hay que fijarse en sus
casas, algunas con el nombre de los propietarios grabados en la piedra del
dintel de la puerta y otras con expresiones religiosas.
Suelen ser casas de dos alturas, con balconadas de madera en la
superior.
Entre ellas destaca una especialmente por su vivo color azul. Se trata
de la denominada Casa de las Muñecas y no es
ni más ni menos que el primer prostíbulo legalizado en España y que, al
parecer, era muy frecuentado por el séquito de Carlos V cuando recorría esta
zona.
Otros sitios son la Plaza Mayor donde
se sitúa el Ayuntamiento con una fuente central o la Casa de Francisco Díaz.
Hice alguna compra en una tienda situada en el bajo de la Casa de las
Muñecas y continué el camino para recorrer los escasos 6 kms. que me separaban
del plato fuerte de la jornada. Nada más salir del pueblo, a unos 2 kms. se
encuentra una estatua de uno de los muchos mitos y leyendas que posee Garganta
la Olla. Se trata de La Serrana de la Vera.
El origen de este
personaje ha sido objeto de estudios e interpretaciones y sigue sin aclararse a
día de hoy. La versión más extendida por estos lugares habla de que en Garganta
la Olla vivía la familia
Carvajal, a la que pertenecía Isabel. Esta iba a casarse con un sobrino del
obispo de Plasencia, sin embargo, este hecho comprometía su carrera
eclesiástica y en el último momento la abandonó, condenando a Isabel y a su
familia a la deshonra eterna. Desde aquel momento, como venganza, Isabel
abandonó su hogar y se lanzó a la sierra, donde repudió a todo hombre. Los
arrastraba a la fuerza a su cueva, en la que después de gozarlos los
mataba.
Las
vistas desde el monumento a La Serrana son espectaculares, con el pueblo allá abajo. La escasa distancia
que me separaba del Monasterio de
Yuste se recorre por una preciosa carreterita
de montaña muy divertida.
El
Monasterio de Yuste data del 1402 cuando se constituyó en este lugar un cenobio
que se transformó posteriormente en lo que hoy conocemos. En el año 1556 Carlos
I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, aquejado de gota y otras
enfermedades decidió abdicar y retirarse a algún convento para hacer en él
vida monástica, eligiendo para ello el Monasterio de Yuste. Durante más de dos
años residió en el Castillo de Jarandilla de la Vera, mientras se realizaban
numerosas obras para ampliar las escasas dependencias con las que el monasterio
contaba en ese momento y que eran insuficientes para albergar al emperador y a
las 60 o 70 personas con las que contaba su séquito personal. Finalmente se
trasladó al mismo y allí residió durante los dos últimos años de su vida.
El conjunto arquitectónico se
compone de dos partes, por un lado el convento y por otro la residencia del
emperador. En el convento se encuentran la iglesia y dos claustros, uno gótico
y otro denominado claustro nuevo.
La
iglesia es de nave única y se comunica con el claustro gótico. En ella destaca
una obra maestra: el coro. Realizado en madera de nogal en el S. XVI cuenta con
61 sitiales ( 31 altos y 30 bajos ). La importancia del mismo radica en las
extraordinarias tallas de los respaldos y misericordias, pudiendo apreciarse
animales ( perros, monos, ciervos, castores, pelícanos ) y seres fantásticos (
dragones, grifos o basiliscos ). El conjunto se completa con un gran facistol.
La
residencia del emperador es sencilla, con un pasillo central y dos estancias a
cada lado. La alcoba del emperador está orientada para que pudiera ver desde la
cama el altar mayor y seguir la misa.
El
resto del edificio lo componen amplios jardines y un estanque. Desde el llamado
balcón del emperador este se distraía contemplando las vistas.
Terminada
la visita me desplacé tan solo unos 500 ms. para ver una curiosidad. Se trataba
del denominado Cementerio alemán, cuya historia os dejo resumida en la foto siguiente.
A
escasos 2 kms. de aquí se encuentra el pueblo de Cuacos de Yuste,
en el que destaca su Plaza Mayor con bonitos soportales pero en la que,
desgraciadamente, se celebraba el mercado semanal. Por ello las fotos son
escasamente atractivas.
Terminé
la jornada en el pueblo donde pensaba pernoctar: Jarandilla de la Vera. Tomé mi alojamiento y, después de comer y una
siestecita, salí a dar un paseo por el mismo.
Si os he de ser sincero para mi
gusto el pueblo no presenta ningún encanto destacable. Al parecer lo más
interesante es el castillo mencionado anteriormente donde Carlos V permaneció
hasta que acondicionaron el monasterio. Hoy en día se ha convertido en Parador
Nacional pero, lamentablemente, estaba cerrado por reformas. Me contenté con
hacer una foto parcial desde el exterior y … mañana será otro día.
Salí
de Jarandilla para dirigirme a mi próximo destino situado a 24 kms. de allí. Se
trataba de otro de la Vera ( en esta comarca raro es el que no lleva de
apellido “ de la Vera “. En este caso era Pasarón
de la Vera, un pequeño pueblo que cuenta con 600 habitantes por el que
pasaron vetones y romanos.
Tres son las cosas
que hay que ver en Pasaron. Una es la iglesia del
Salvador del S. XVI con planta rectangular y ábside poligonal. La torre
de la misma está exenta a unos 10 ms. del edificio principal que está
construido casi íntegramente con piedra de mampostería.
La portada
septentrional se cierra con un arco apuntado y tiene un pórtico de protección
sostenido por dos columnas de granito con capiteles de volutas y dos
desafortunados pilares de cemento.
La torre exenta es de factura renacentista.
El segundo elemento a visitar es el Museo
Pecharromán. Ricardo Pecharromán y Morales fue un polifacético amante de
las Bellas Artes que vivió en el S. XX y que fue un entusiasta propagador del
Arte Contemporáneo. En la casa que os dejo más abajo tenía su estudio que luego
pasó a ser el actual Museo. Entre
que iba algo justo de tiempo y que el Arte Contemporáneo no me entusiasma
especialmente, no lo visité y pasé al tercer punto de interés.
Este era el Palacio de los Condes de Osorno
del S. XVI, un edificio muy interesante con reminiscencias renacentistas
de clara influencia italiana. Está construido con mampostería, sillería y
ladrillo y su fachada principal cuenta con dos plantas …
… mientras que la lateral tiene tres debido al desnivel del terreno sobre el que se alza.
Cuenta con una estilizada torre convertida en residencia de una
solitaria cigüeña ( tan abundantes en las iglesias de estos parajes ) que oteaba
el horizonte.
Terminada mi visita regresé al punto de partida haciendo una foto de
alguna callejuela típica del pueblo y me puse en marcha para dirigirme a otro
pueblo que, en este caso, no se apellidaba de la Vera sino que tenía un nombre
algo curioso.
Era Galisteo, un pueblo de unos 1000
habitantes que se enmarca en el partido judicial de Plasencia ( de ahí la
desaparición del término “ de la Vera “ ). Es un pueblo muy fértil debido a que
el agua está garantizada por el embalse de Gabriel y Galán que vi al pasar.
Tuvo su época de esplendor entre los siglos XIII y XIX. De su pasado queda en
pie la muralla que rodea toda la villa con su torre del homenaje que es
conocida popularmente como La Picota.
Su origen es vetón
para después pasar por manos romanas, árabes y terminando definitivamente a
manos cristianas quedando integrada en el Reino de León que gobernaba Alfonso
IX.
Aparqué en la Plaza Mayor y comencé mi recorrido dirigiéndome
hacia la iglesia de la Asunción con tan
buena suerte que se encontraba abierta para celebrar una comunión.
Fue construida en el S. XIII y reformada en el XVI. Tiene un bonito retablo del S. XVIII.
Pero, para mí, lo más destacado es que conserva un ábside de la
construcción original de estilo mudéjar.
El campanario está exento y situado sobre la muralla.
La muralla almohade se conserva bastante bien y tiene tres puertas de
entrada.
Bordeándola llegué
hasta la torre del homenaje ( la Picota ) llamada
así por su forma de pico. Su planta es una pirámide octogonal.
De esta forma regresé a la Plaza Mayor para seguir mi camino que me
llevaría tras 26 kms. a la bella ciudad de Coría.
Coria es el cuarto municipio más poblado de la
provincia de Cáceres con más de 12000 habitantes. Esta ciudad ( la antigua
Carium romana ) hoy en día es un importante centro turístico y comercial.
Recorrí sus murallas de origen romano con añadidos árabes y
medievales y que presenta hasta cuatro puertas de entrada. También lo que queda
de su castillo.
Pero mi objetivo principal era visitar su Catedral
de Santa María de la Asunción.
Es un edificio
gótico de transición con añadidos platerescos y barrocos. De las dos portadas
que posee la septentrional es la más interesante. Tardogótica con agudas
arquivoltas flanqueadas por pináculos flamígeros.
El interior es de una sola nave con cinco tramos de bóveda de crucería estrellada. Posee varias capillas interesantes y un gran retablo mayor del S. XVIII.
De igual forma merecen la pena su bello coro de estilo mudéjar y dos órganos monumentales en el segundo tramo de la nave.
Salí de nuevo a la plaza de la catedral con un calorcito que en nada
tenía que envidiar al de mi querida Murcia. A la derecha queda el Palacio de los Duques de Alba transformado hoy en
día en hotel de lujo.
Busqué un
abrevadero para resguardarme del sofoco de mediodía y, de paso, comer alguna
vianda para reponer fuerzas y continuar mi camino.
Camino que me
había de llevar hasta la población de Zarza la Mayor para
ver la iglesia de S. Andrés Apóstol.
Es un edificio que
impresiona por su aspecto robusto. Está fechado en el S. XVI y construido con
buena sillería. Lógicamente estaba cerrado y me tuve que contentar con
fotografiar sus dos portadas, la lateral con arco de medio punto y un friso
sobre el que se incrusta una cruz …
… y la principal que da a la plaza y que es de estilo herreriano.
El camino hacia mi lugar de hospedaje de este día pasaba por Alcántara,
donde me detuve para ver y fotografiar su famoso puente que salva el rio Tajo y
que es junto a otras construcciones romanas ( el acueducto de Segovia, el
anfiteatro de Mérida, el Arco de Bará en Tarragona o el Arco de Medinaceli en
Soria ) el legado que aún perdura del paso de los romanos por estas tierras que
denominaron Hispania.
El Puente de Alcántara se construyó entre los años
103-104. Mide 194 ms. de largo por 58
ms. de alto y posee seis arcos que se apoyan sobre cinco pilares a distintos
niveles. Sobre el arco central se construyó otro arco triunfal que hace
referencia al entonces emperador Trajano.
Ha sufrido varias
remodelaciones aunque sigue conservando gran parte de los primitivos sillares
romanos. Es BIC con categoría de Monumento y para preservarlo del ingente paso
de vehículos por el mismo se está construyendo un nuevo puente cuyas obras
están muy avanzadas.
Atravesé el mismo y me dirigí hacia el lugar donde tenía pensado
pernoctar a 34 kms. de allí.
El sitio tiene un,
al menos curioso, nombre. Se trataba de Garrovillas de
Alconétar, una población de unos 2000 habitantes por la que discurría en
época romana la Vía de la Plata y en la que se construyó otro puente ( el
puente de Alconétar ) para salvar el Tajo y que fue destruido en 1222 por los
andalusíes para evitar la llegada de Alfonso IX de León a Cáceres.
El casco antiguo
de la villa está muy bien conservado, con calles estrechas y casas blancas de
dos alturas con fachadas enjabelgadas. De vez en cuando podemos descubrir
pequeñas placitas con encanto que quedan deslucidas por la presencia de
automóviles estacionados.
El principal atractivo de la villa es su enorme plaza mayor que se
denomina Plaza de la Constitución. Responde
a la arquitectura tradicional con influencias gótica y mudéjar y posee una
extensión de 4000 metros cuadrados, siendo considerada una de las mejores
plazas rurales del país. Está rodeada por casas de dos plantas la mayoría con
soportales que se apoyan en columnas de granito y arquerías de ladrillo y sobre
ellas se levantan ventanales con arcos de medio punto. Algunos de estos
edificios se remontan al S. XV.
Yo iba con cierta prevención hacia mi alojamiento, pensando que en un pueblo de estas características no me iba a encontrar un hotel de mucha categoría. Pues estaba equivocado. El establecimiento era ni más ni menos que el Palacio de los Condes de Alba de Liste, situado en plena plaza y que ha sido rehabilitado y acondicionado con exquisito gusto pasando a formar parte de la Red de Hospederías de Extremadura ( algo parecido a nivel provincial a la Red de Paradores Nacionales pero sin ex - ministros marchosos ). El mejor alojamiento que he disfrutado en todo el viaje.
Tras tomar mi habitación, comer y la pertinente siesta me dispuse a ver
lo que me faltaba del pueblo.
En la misma plaza
se encuentra el Corral de Comedias,
construido a semejanza del de Almagro entre los años 1985 y 1991. Dada la hora
estaba cerrado y no pude ver el interior.
Entre la arquitectura religiosa destaca la iglesia
de Santa María de la Consolación, de estilo tardogótico del S. XVI.
Construida en sillería granítica y mampostería presenta dos portadas. La
principal en el imafronte es gótica, con un arco de medio punto abocinado y
arquivoltas decoradas con bolas. A los lados hay unas pilastras estriadas que
se unen por arriba en una moldura decorada también con bolas.
La otra portada en el lado del Evangelio es también gótica, con arco de
medio punto y arquivoltas molduradas que forman un arco conopial sobre el que
se sitúa una hornacina con una imagen en piedra de la Virgen con el niño.
Tuve la suerte de que, mientras hacía las fotos, vi llegar a una señora
que, llave en mano, abrió la puerta para preparar la misa de las 20 h. Le pedí
permiso y así pude visitar el interior y ver “ la joya de la corona “.
Es de una sola
nave con tres tramos de bóveda de crucería. Tiene un bonito retablo mayor del
S. XVII con diferentes pinturas y esculturas de personajes bíblicos, rematado
por una representación de Cristo crucificado con la Dolorosa y S. Juan.
Pero la “ joya “ a que antes me refería es un órgano renacentista del
S. XVI que está considerado uno de los más antiguos de Europa y que aún se
encuentra en funcionamiento para ocasiones especiales. Para su adecuada
protección se encuentra cubierto lo que impide su visión in situ, así que os
tendréis que conformar, al igual que yo, con una foto expuesta en la iglesia
con la que nos podemos hacer una idea de su estado actual. Está declarado BIC.
Salí porque iba a comenzar la misa y, tras un paseo y una cervecita en
la plaza me retiré a “ mi “ palacio para cenar y preparar mi último día por
tierras extremeñas.
La distancia hasta
Plasencia era de 73 kms. así que llegué temprano pero, como el hotel tenía
parking, pude dejar la moto y recorrer la distancia hasta el centro histórico
dando un paseo y viendo algo de la ciudad.
Plasencia con 40000 habitantes es el segundo
municipio, tras Cáceres, de la provincia. Aunque la fundación de la ciudad
ocurrió en 1186 por Alfonso VIII de Castilla, hay evidencias de asentamientos
en el territorio desde la Prehistoria. Aquí convivieron pacíficamente
cristianos, árabes y judíos durante muchos años y aquí se retiró, por
recomendación de sus médicos, Fernando el Católico muriendo en Madrigalejo en
1516.
En mi paseo hacia
el centro pude fotografiar el Acueducto de
Plasencia del S. XII y reconstruido en el S. XVI y que traía el agua a
la ciudad desde Cabezabellosa. Conserva 55 arcos.
También pude ver parte de la muralla que
protegía a la ciudad con la Torre Lucía en la que se encendían hogueras por las
noches para guiar a los que se acercaban a la ciudad.
De esta forma llegué hasta el núcleo central de la ciudad donde se
sitúa la Plaza Mayor que, para variar, estaba
de mercado. Es prácticamente cuadrada y en un lateral se sitúa el Ayuntamiento
con un reloj que tiene adosado en un lado un autómata denominado el Abuelo
Mayorga que marca las horas de los placentinos.
Llegué hasta la plaza donde se encuentran las dos catedrales que tiene
Plasencia. Me extrañó que no había nadie en la cola para entrar en la nueva,
solo un guardia de seguridad vigilaba la puerta. Me acerqué y le pregunté. Me
contestó que si iba a misa y, al decirle que no, me explica que está a punto de
empezar la Misa Mayor y que no se puede entrar hasta que no acabe dentro de 1
h. y 30 ‘ ( pues si que era Mayor la misa, si ). Como no quería perder tanto
tiempo para ver una más de las muchas catedrales que habré visitado en mi vida,
decidí fotografiar el exterior y acercarme a la vieja porque no tiene culto y
se puede visitar con libertad.
La catedral
de Plasencia es, junto a su
homónima de Salamanca, los dos ejemplos paradigmáticos españoles de dos
catedrales de periodos artísticos distintos que, superpuestas entre sí, acaban
configurando una única construcción aparente y funcionalmente unitaria.
En el caso de la seo placentina, conviven de una manera
perfectamente apreciable un primer edificio formado por partes tardorrománicas
y góticas al que le fue superpuesto durante todo el siglo XVI una segunda
estructura ya básicamente renacentista.
La Catedral Vieja puede fecharse a comienzos
del S. XIII. De sus estilos románico y gótico permanecen una preciosa portada,
tramos de sus tres naves, bóvedas, la sala capitular, el campanario y el
claustro.
La
fachada occidental conserva el sabor medieval, aunque se aprecia una evolución
a elementos góticos. La puerta románica se abre bajo un arimez, modificado
posteriormente para dar cabida a una hornacina que albergan estatuas góticas
que representan el grupo de la Anunciación. Por encima hay un bonito rosetón
que no tiene vidrieras sino láminas de alabastro.
La
puerta en si presenta seis arquivoltas que se apoyan sobre jambas y un total de
10 columnas con fustes cilíndricos y capiteles historiados. Entre los fustes de
las columnas hay series verticales de puntas de diamante.
En el interior encontramos tres cortas naves separadas por
arcos formeros apuntados sobre pilares y columnas románicas.
El claustro es heterogéneo
ya que dos de las pandas son góticas pero con reminiscencias románicas y otras
dos son plenamente góticas.
De lo más interesante del
templo es la Sala Capitular ( hoy denominada Capilla de San Pablo ) a la que se
accede por una puerta apuntada con dos bonitos ajimeces a los lados.
El interior es un espacio
diáfano con una cúpula gallonada ( formada por 16 gallones o gajos de naranja ).
Este cimborrio es muy similar al que podemos encontrar en la Catedral de Salamanca,
la de Zamora o la Colegiata de Toro.
En el exterior esta cúpula
ofrece un aspecto de capitel cónico recubierto de escamas. Su visión desde el
claustro es muy pobre por estar dicho claustro cubierto por una malla.
Por último me encantó una
sala que representa escenas de la Pasión de Cristo mediante mosaicos con
azulejos talaveranos.
Antes de salir utilicé uno
de esos aparatejos de visión virtual que me permitió un recorrido por la
Catedral Nueva y ahorrarme la espera porque la Misa Mayor debía ir por la
lectura del Evangelio. En cualquier caso hice fotos del exterior de la misma
que presenta un impresionante aspecto.
Continué explorando el
casco histórico con bonitos edificios de clara influencia medieval.
Terminé refrescándome en la
sombra de una cafetería en la Plaza de San Martín quedando a mi espalda la
iglesia románica del mismo nombre. Esta iglesia de San Martín se considera el edificio en pie más antiguo de la ciudad ya
que en una de las jambas aparece una inscripción con la fecha de 1228, aunque
está muy remodelado sobre todo a partir de un incendio ocurrido en 2020. Le
hice una foto a su portada que presenta cuatro arquivoltas ligeramente
apuntadas que se apoyan en jambas y columnas con capiteles decorativos.
De igual manera justo
delante fotografié el Convento de Santo Domingo, gótico del S. XV y donde se encuentra actualmente el
Parador Nacional.
Busqué un restaurante
cercano que llevaba anotado para saborear las delicias gastronómicas de
Plasencia, pero después de la comida y con lo que estaba cayendo fuera me veía
incapaz de volver al hotel con la mayor parte del camino cuesta arriba. Así que
un radio taxi me solucionó el regreso.
Después de la siesta y como
el bochorno continuaba di por concluido mi viaje por esta preciosa provincia
cacereña que, como habréis comprobado, tiene muchos lugares por descubrir y os
aseguro que no os defraudará.
Al día siguiente pequeña
paliza, aunque por buenas carreteras, para llegar a casa a media tarde. Cansado
pero con el buen sabor de boca de un viaje bien aprovechado.
Hasta el siguiente que, si
todo va bien, será por tierras portuguesas para realizar la poco conocida Ruta
66 del país vecino que transcurre de norte a sur atravesando todo Portugal
justo por el centro y por lugares poco turísticos y escasamente frecuentados.