RUTA 66 DE PORTUGAL
INDICE BLOG
2016
Agosto CASTILLOS DE CUENCA
Agosto LOS PUEBLOS NEGROS DE GUADALAJARA
Agosto RUTA DEL QUIJOTE
Agosto ALPUJJARAS ALMERIENSES
Septiembre RUTA DE LA PLATA I
Septiembre RUTA DE LA PLATA II
Septiembre RUTA DE LA PLATA III
Septiembre RUTAS DE 1 DÍA
Septiembre POR LOS CASTILLOS DE TOLEDO
Octubre RUTA MUDÉJAR
Diciembre RUTA POR LA ALPUJARRA GRANADINA EN UNA 200
Diciembre MONASTERIOS DESCONOCIDOS DE VALENCIA
2017
Abril PUEBLOS BLANCOS
Agosto HACIA EL VALLE DEL BAZTÁN
Septiembre DOS POR LA SIERRA DEL ESPADÁN
Noviembre RECORRIENDO LA SUBBÉTICA CORDOBESA
2018
Abril PA CAI
Mayo POR LA ALCARRIA CON CELA
Agosto EN AGOSTO: PIRINEOS
Septiembre LA DESCONOCIDA RIBEIRA SACRA
Octubre EL ALENTEJO: PORTUGAL EN ESTADO PURO
2019
Mayo CAMINO SORIA …
Septiembre NAVARRA: ERMITAS Y MONASTERIOS DESCONOCIDOS
Octubre ESCAPADA AL ROMÁNICO DE CUENCA
2020
Julio CON EL DUERO POR COMPAÑÍA
Septiembre RUTA ALGO SURREALISTA POR LA PROVINCIA DE CUENCA
2021
Mayo ¿ DÓNDE ESTÁ MATARRAÑA ?
Junio LA COMARCA DE LIÉBANA
Agosto RÍAS BAIXAS
Agosto RECORRIENDO ÁVILA
Septiembre FIN DE SEMANA POR LA SIERRA DE LAS NIEVES
Septiembre DE NUEVO POR LA ALPUJARRA
Octubre SIERRA MORENA: ALGO MAS QUE BANDOLEROS
2022
Abril ENCANTOS DE GUADALAJARA
Junio ROMÁNICO EN SEGOVIA
Junio BURGOS Y SUS MONASTERIOS
Octubre INCIDENCIAS POR LA SIERRA DE FRANCIA
2023
Abril COSTA VICENTINA
Abril HUELVA
Mayo HUESCA ROMÁNICA
Mayo ANDORRA: ESE EXTRAÑO PAÍS
Agosto VERANO 2023 (Primera parte)
Agosto VERANO 2023 (Segunda parte): PUEBLOS DE FRANCIA
Agosto VERANO 2023 (Tercera parte): EL PIRINEO
Agosto LA RIOJA: VINO Y CULTURA
Septiembre PALENCIA: VACIADA Y ROMÁNICA
Octubre “ PUENTE “ EN VALLADOLID
Diciembre MI TIERRA
2024
Febrero EN RODAJE
Abril ¡¡ Y POR FIN !!: LA TOSCANA
Mayo ¿ HAY ROMÁNICO EN GUADALAJARA ?
Mayo JOYAS DE GRANADA
Agosto VERANO 2024: PORTUGAL
Agosto VERANO 2024 II: NAVARRA
Septiembre ESCAPADA AL BIERZO
Noviembre LAS ERMITAS
Noviembre EL CASTAÑAR DEL TIEMBLO
Diciembre LA BUREBA
Diciembre CASTILLOS DE ALICANTE
2025
Enero ¡¡ FELIZ 2025 !!
Abril ROMANICO RURAL DE SORIA
Abril SEMANA SANTA EN ZAMORA
Mayo RECORRIENDO LA PROVINCIA DE CÁCERES
Junio RUTA 66 PORTUGUESA
La N-2 portuguesa, también conocida como la "Ruta 66 de Portugal", se originó en 1945 como una carretera nacional que conectaba Faro en el sur con Chaves en el norte, a través del interior del país.
La N-2 no fue una carretera construida desde
cero, sino que se formó a partir de la unión y adaptación de diferentes vías
preexistentes. Estos tramos incluían caminos que databan de la época
romana y de la Edad Media, que se fueron mejorando y conectando para formar la
N-2. En 1945, con su oficialización como carretera nacional, se le dio la
forma que hoy conocemos, convirtiéndose en la columna vertebral de las
comunicaciones terrestres en el interior de Portugal.
Tiene una longitud de 740 kms. ( la más
larga del país ) y recorre 11 distritos ( provincias en España ).
A veces presumo de conocer este país
bastante bien pero resulta que la mencionada ruta que vertebra todo Portugal
discurre por pueblos, ciudades y lugares que jamás había visitado. Desde
Trás-os- Montes hasta el Algarve pasando por Beiras y el Alentejo esta
carretera alejada de autovías de peaje, grandes centros urbanos y prisas
permite conocer el Portugal más auténtico.
Para aumentar mi interés resultaba que esta
ruta dispone de su propio pasaporte ( tipo Camino de Santiago ) que vas
sellando en diferentes lugares y que acredita que la has recorrido. En este
punto mi curiosidad estalló y me dispuse a organizarla.
Se puede hacer con comodidad en 5 etapas (
la más corta de 90 kms. y la más larga de 245 ). El objetivo no es llegar sino
recorrer sin prisas el Portugal más genuino, sus gentes, sus lugares y su
gastronomía.
Sobre el papel la cosa resultaba atractiva
pero … yo vivo en Murcia y hasta Chaves me separan 861 kms. y de regreso desde
Faro a casa hay otros 721 kms. A todo eso había que sumar varios factores:
actualmente tengo 70 años recién cumplidos con sus achaques correspondientes (
ninguno especialmente limitante pero achaques a fin de cuentas ). Mi moto
actual tiene muchas prestaciones y rueda con comodidad pero no deja de ser una
400 c.c muy justita. Por último, como sabéis, viajo solo ( salvo salidas cortas
con mi amigo Jaime al que dedico esta entrada para que vea lo que, a pesar de
la edad, aún podemos hacer ) que añade un riesgo añadido.
Durante 2-3 días le di vueltas al tema y,
al final, decidí que si a estas alturas y llevando encima los kms. que llevo no
me atrevía a realizar esta pequeña locura me iba a arrepentir para siempre.
Organicé hoteles, busqué soluciones para aumentar la capacidad de llevar
equipaje en mi moto, acoplé las fechas disponibles y me dispuse a pasar 9 días
encima de la moto ( 2 para ir y 2 para volver y 5 de ruta ) y … ¡¡ que fuera lo
que Dios quisiera !!. Si conseguía completarla podría darme por satisfecho de
mi trayectoria motera.
El 12/06 me puse en marcha con dirección a
Arévalo ( 530 kms. ) primera tirada de esta pequeña locura senil.
12 Junio 2005
Conforme transcurrían los kms. me iba
animando. Mi moto iba cómoda a 120/130 km. Se trataba de ir haciendo las
paradas pertinentes para repostar y descansar las lumbares que, a pesar de la
faja, se quejaban un poquito. De esta manera llegué bastante entero hasta
Arévalo y, tras comer y descansar, me di una vuelta por el pueblo que ya
conocía de algún viaje anterior.
13 Junio 2005
La previsión era llegar hasta tierras
portuguesas y, de la misma forma que el día anterior, recorrí tranquilamente
los 331 kms. que me separaban de Chaves, pasando por Medina del Campo,
Tordesillas y Benavente hasta tomar la A-52 y un pequeño tramo de la A-75 que
me depositó en Chaves. Localizado el alojamiento y bien aparcada la moto me
dispuse a comer algo y dar un paseo por la ciudad.
Chaves ( en
portugués “ llaves” ) se encuentra en la región montañosa de Tras- Os – Montes
y por su localización fronteriza se la denominó “las llaves del reino”.
Resistió con firmeza los intentos de anexión de Castilla y consiguió que las
tropas napoleónicas fueran derrotadas por primera vez en suelo portugués.
Esta ciudad de 40.000 habitantes luce
orgullosa su pasado romano ( Aquae Flaviae ) como ciudad balneario. La
atraviesa el rio Támega sobre el que se levanta un puente romano de la época de
Trajano.
Los restos de las termas se pueden apreciar
en un museo que actualmente se encuentra en reparación.
El siguiente punto a visitar es una pequeña
rotonda en la que se levanta un pequeño monolito de piedra y que se considera
el Km. 0 de esta ruta 66 que había venido a recorrer. Es tradición que los
moteros dejen sobre él una pegatina que haga referencia a su inicio de la ruta.
No podía ser menos y, previsoramente, la había encargado una con mi nick y mi
ciudad de procedencia.
Desde ahí inicié el ascenso a la parte alta
de la ciudad donde estaba mi alojamiento, recorriendo las empinadas calles y
admirando las coloridas fachadas de algunas de sus casas.
Al llegar a la Praça Camõens me dirigí al
Posto de Turismo que ocupa el antiguo Palacio de los Duques de Braganza para
recoger mi pasaporte pero, lamentablemente, ya estaba cerrado ( aquí entre el
cambio horario y que todo cierra temprano pasas un par de días algo desubicado
). Así que no me quedaba otra que esperar hasta las 10 h. del día siguiente
para recoger la credencial.
Justo detrás se encuentran unos bonitos
jardines con cañones defensivos y el Castelo de Chaves, del que únicamente
perduran un lienzo de la muralla y la Torre del Homenaje. Desde allí hay unas
bonitas vistas.
Como resumen y en palabras de José Saramago
“ Chaves es una ciudad chiquitita y amable, quiero decir, pequeña de
proporción, pero con suficiente tamaño para ser un lugar grato para vivir “.
ETAPA 1. CHAVES –
PESO DA RÉGUA ( 90 kms. )
Con mi pasaporte en la mochila salí de
Chaves para hacer la etapa más corta del camino.
Había decidido parar solo en aquellos
pueblos que tuvieran algo que ver, ya que si no las etapas podían hacerse
eternas. De igual manera solo iba a sellar en los finales de etapa y, si
pillaba a mano, en algún otro lugar.
De esta manera, con buen tiempo y sin
calor, fui atravesando pueblecitos como Vilarinho das Paranheiras, Vidago,
Oura, Pedras Salgadas, Bornes de Aguiar, Vila Pouca de Aguiar, Castelo de Pena
de Aguiar y Vilarinho de Samarda hasta llegar a Vila
Real, donde paré para dar una vuelta y acercarme hasta la Catedral de Santo Domingo, un edificio del S. XV
que inicialmente fue un convento de los dominicos. Es un edificio gótico
restaurado en el S. XVI y, sobre todo, en el XVIII cuando se construyó la torre
de la capilla y el campanario.
En el interior llama la atención un moderno
órgano del S. XXI que es iluminado mediante un gran óculo en su parte
posterior.
Continué mi camino siguiendo siempre las
indicaciones de los carteles de color marrón que señalaban Rota N-2 y
pasando por Cumeeira. Ingenuamente había supuesto que, al ser la etapa más
corta, llegaría pronto a mi destino. Pero, de pronto, la carretera comenzó a
estrecharse y subir y se transformó en lo que ansían todos los moteros. Una
carretera de montaña, extraordinariamente revirada con curvas imposibles,
estrecha y con poco tráfico. Te obligaba a ir muy despacio y a parar de vez en
cuando para deleitarte con los extraordinarios paisajes que te ofrecía, con
cultivos de viñedos en escalera y encantadores pueblecitos y caseríos que ibas
dejando atrás en el fondo del valle.
Y así, embelesado con las vistas y
deteniéndome cada dos por tres, fui dejando atrás pueblecitos como Santa María
de Penaguiao y San Miguel de Lobrigos hasta llegar a mi destino final del día
que era Peso da Régua o simplemente Régua ( Peso es la
parte alta de la ciudad y Régua la zona baja ).
Me encaminé directamente hacia el lugar
indicado para sellar que no era otro que el Museo
del Duero , un impresionante edificio inaugurado en 2008 con el fin de
reunir, preservar y documentar todas las fuentes históricas del patrimonio
cultural de la región del Duero.
Sellé y me senté en un barecito del
precioso jardín del museo, con esculturas modernistas y unas bonitas vistas.
Mi recompensa por la conclusión de esta
primera etapa fue saborear un excelente vino rodeado por varias gallinas
totalmente socializadas y que comían de mi mano con avidez los cacahuetes que
me habían puesto como acompañamiento.
Régua es una población de unos 15.000
habitantes que aumenta enormemente en época estival, ya que se transforma en un
centro turístico que acude a la llamada de sus paisajes y del Duero que es
recorrido por embarcaciones llenas de turistas que realizan pequeños cruceros
por el mismo.
De camino a buscar mi hotel me topé en una
gasolinera con un nutrido grupo de moteros que repostaban. Las motos eran de lo
más variopintas y mi Voge, a su lado, parecía la reina de los mares.
Después de dejar las cosas busqué un sitio
para comer y me eché mi siestecita reparadora. A media tarde di un paseo y,
cuando quise acordar, ya empezaba a anochecer y los locales a cerrar ( aquí a
las 20 h. ya está todo el mundo de retirada ), con lo cual me costó trabajo encontrar
un sitio donde cenar una especie de perrito caliente que aquí llaman “ cachorro
“ y tomar una copichuela antes de irme a dormir.
ETAPA 2. PESO DA
RÉGUA – TONDELA ( 100 kms. )
Esta etapa, no mucho más larga que la
anterior, tenía su primera parada en Lamego una
ciudad de 24.000 habitantes que data del tiempo de los romanos y que fue
conquistada a los árabes en 1057 por Fernando I de León.
El mayor atractivo cultural de la urbe es
el Santuario de Nossa Senhora dos Remedios, que se concluyó en 1905 y
que es un gran centro de peregrinación. Es de estilo rococó con una fachada de
granito encalado en blanco y ocre con adornos rococó y dos torres barrocas. El
problema es que para visitarlo hay que ascender por una escalera de 686 peldaños
y, por más que pregunté, no supieron informarme de una ruta alternativa para
subir con la moto. Como no estaba dispuesto a finalizar mis días en esta bonita
ciudad portuguesa, me limité a hacerle una foto con el máximo zoom desde abajo
y darme un paseo por el mercadillo de antigüedades que había instalado en el
paseo principal del pueblo.
Según me contó un nativo con el que pegué
la hebra, el 8 de Septiembre se celebra una peregrinación al Santuario y muchos
peregrinos suben hasta la iglesia ¡ de rodillas ¡, con lo cual el índice de
mortalidad en Lamego aumenta considerablemente en esas fechas.
Así que monté de nuevo, pasando por Colo do
Pito para llegar a Castro Daire donde paré
para hacer unas bonitas fotos desde lo alto del pueblo y visitar su Iglesia de San Pedro, con una fachada de estilo
neoclásico y un interior rococó y un altar barroco.
La ruta proseguía atravesando Ribolhos para
llegar a Viseu donde paré, una populosa
ciudad de 58.000 habitantes y que fue muy importante en la época romana. Está
asociada a la figura de Viriato ya que, al parecer, este héroe lusitano era
originario de estas tierras. Al igual que Lamego fue conquistada a los árabes
por Fernando I de León. Los monumentos más importantes se encuentran en la
parte alta de la ciudad a la que se sube por estrechas y empinadas callejuelas
que supusieron un desafío para mi montura que superó con nota.
Al llegar arriba nos encontramos con una
plaza y dos edificaciones, una es la Catedral que
se encontraba cerrada y no pude ver el interior y la otra es la Iglesia de la Misericordia con una fachada de
rocalla del S. XVIII.
Después de comprar algún recuerdo en una tienda
cercana, descendí para buscar una pequeña curiosidad.
Artur Bordalo ( Bordalo II ) es un artista
portugués cuyo leitmotiv es la creación de obras de pequeña y gran escala a
partir de basura industrial reciclada y cuyas composiciones se basan preferentemente
en figuras de animales que están en peligro de extinción. Sus obras están
repartidas por todo el mundo. No me preguntéis por qué este artista llamó mi
atención ( chocheces de la edad supongo ) pero el caso es que lo hizo y
descubrí que aquí en Viseu hay algunas obras suyas, siendo la más destacada una
que representa a un chimpancé con su cría. Así que, después de preguntar y
volver loco al G. Maps, conseguí encontrarla. Os dejo una foto de la misma y
que cada uno saque sus propias conclusiones.
ETAPA 3. TONDELA –
SERTA ( 145 kms. ).
Salí de Tondela para continuar bajando
mientras el calor seguía subiendo, lo que me hizo abrirme la chupa y levantar
la visera para no empaparme de sudor.
En general el itinerario está bien
señalizado con los cartelitos marrones pero hay algunas excepciones en este
tercer tramo. En concreto al llegar al primer pueblo llamado Santa Comba Dao no
encontré la indicación y continué por la carretera que traía, para darme cuenta
unos 20 kms. más adelante que por allí no podía ser y tener que regresar a
Santa Comba. Aquí el G. Maps no sirve de mucho ya que te lleva siempre por
autovías u otras carreteras, con lo cual tuve que recurrir a lo que hacía en
los primeros años de aventuras moteras: parar y preguntar. Aún así me costó
trabajo que alguien me redirigiera hasta que una señora, croquis mediante con
lápiz y papel, me supo encaminar.
Realmente este tramo era complicado.
Transcurría por vías de servicio y carreteras secundarias con escasas
indicaciones. Por fin pude llegar a un lugar llamado Livraria
de Mondego que consistía en unas bonitas formaciones rocosas levantadas
en las laderas del rio del mismo nombre. Paré para hacer unas fotos …
… y continuar hasta Pecanova donde volví a detenerme en un bar para preguntar,
comprar agua y, de paso, sellar el pasaporte porque el dueño, al verme entrar,
ya tenía el sello en la mano preparado.
Continué por Vilanova de Polares y por un
conjunto de aldehítas llamadas Aldeias do Xisto llamadas así por su
arquitectura tradicional a base de esquisto ( xisto ) un material similar a la
pizarra. Terminé haciendo una nueva parada en un pueblecito llamado Góis descansando un rato sobre
un mirador que daba al rio Ceira y a un bonito puente romano.
La carretera me llevó hasta Pedrogao
Grande, luego a Barragem do Cabril y finalmente a Sertã, lugar donde tenía
pensado pernoctar. Busqué el hotel, algo alejado del centro, comenzando mi ya
típico peregrinaje en pos de un lugar donde comer algo. Tras tres intentos
fallidos ( ¡¡ estaba casi todo cerrado y eran solo las 15 h. !! ) finalmente
conseguí tomar algo en un lugar de comida rápida al lado del rio y con un sol
de justicia.
Sertã es
una pequeña ciudad de 15.000 habitantes bañada por el rio del mismo nombre y
cuyas riberas tienen bonitos paseos que, por otra parte, constituyen casi el
único atractivo de la misma.
Con la que estaba cayendo ( y me quejo yo
de las calores de Murcia ) la mejor alternativa era encerrarse en el hotel a
descansar y darse un chapuzón en la pequeña piscina de que disponía. Con tiempo
para leer y pensar se me ocurrió hacer un pequeño cambio de planes. Tenía
programado, al terminar la ruta, no hacer noche en Faro sino penetrar en
territorio español y dormir en Huelva para, al día siguiente, llegar hasta
Granada. Pero me dije a mi mismo que esta última parada no era necesaria. Total
eran 250 kms. más todo autovía. Ganaba un día y dormía en mi cama. Anulé el
hotel de Granada y me dispuse a realizar al día siguiente la etapa más larga
del viaje.
ETAPA 4. SERTÃ –
FERREIRA DO ALENTEJO ( 251 kms. )
Salí tempranito para, a los pocos kms.,
desviarme un par de kms. para ver otra curiosidad. Se trataba del Centro Geodésico de Portugal, es decir el punto
exacto que se considera el centro geográfico del país vecino y en el que se ha
levantado una especie de monolito para indicar este hecho. Había un grupito de
moteros y observé que colocaban sus pegatinas en una especie de poste y, claro,
yo no iba a ser menos.
Retomé la N-2 y seguí mi camino pensando
que me quedaban muchos kilómetros por delante, pero no había caído en que la
orografía había cambiado. Había dejado atrás las carreteras montañosas y
estrechas y había llegado a la planicie del Alentejo, con enormes rectas, asfaltado
decente y no mucho tráfico.
De esta manera, aunque con mucho calor, fui
dejando atrás pueblos como Vila de Rei, Sardoal, Abrantes, Pontes de Sor,
Montargil, Mora, Brotas y Ciborro. Todos ellos pequeños pueblos alentejanos
que, aparte de su pureza y autenticidad, no tenían especiales atractivos que
merecieran una parada.
Si lo hice al llegar a Montemor- O- Novo para subir y ver su Castillo en el que está documentado que Vasco de
Gama finalizó los preparativos de su viaje a la India. Su construcción se inició
cuando la zona se reconquistó a los árabes por las tropas portuguesas de D.
Sancho a comienzos del S. XIII. Durante el S. XVIII sufrió una profunda
restauración ya que había quedado muy dañado por el terremoto de 1775.
Hoy conserva gran parte de la muralla y la
llamada Torre de Relógio, de planta cuadrada, con una puerta de arco quebrado.
Aproveché para hacer unas fotos del pueblo
desde tan privilegiada posición.
Continuando el trayecto podía haberme
acercado hasta Évora, la capital del Alentejo, situada a tan solo 15 kms. Pero
era un lugar que conocía bastante bien debido al viaje que realicé hace unos
años por el Alentejo ( entrada de Octubre de 2018 ),
así que continué pasando por Alcáçovas y Torrao hasta llegar a Ferreira do
Alentejo donde iba a pernoctar.
El pueblo de Ferreira
do Alentejo no presenta características especiales. Típico pueblo
alentejano con casas encaladas y un bonito jardín central que se encontraba
cerrado. Tomé el alojamiento y salí a buscar un sitio donde comer. Después de
la siesta paseo y preguntar dónde me podían sellar el pasaporte que resultó ser
en la Piscina Municipal. Regreso al hotel y a preparar la última de las etapas
de esta ruta.
ETAPA 5. FERREIRA
DO ALENTEJO – FARO ( 143 kms. )
Esta etapa final no tiene mucho que contar.
Discurre por buenas carreteras e incluso un pequeño tramo de autovía ya cerca
de Faro, atravesando pueblos como Ervidel, Castroverde, Basílica Real, Casa
Dona María, Almodóvar, Barranco do Velho, Sao Bras de Alportel y Estoi.
Al llegar a Faro busqué el Hotel asignado
para el último sello y discutí con un policía que no me permitía aparcar la
moto, en un sitio que no molestaba, justo el tiempo de entrar y sellar. Tuve
que quitarla y dejarla en otro lugar, eso sí, después de cagarme en sus muertos
portugueses más frescos ( en español, por supuesto ).
Recorrí los 50 kms. que me separaban de la
frontera española y continué hasta llegar a Huelva, donde me recibieron con
unas frescas gambas y cigalas.
Al día siguiente le exigí a mi moto un
último esfuerzo y enfilé la A-92 con un calor sofocante para atravesar Sevilla,
luego Granada y llegar por fin a mi querida Murcia.
No sé si la experiencia ha motivado a
alguien para seguir mis pasos. Para mí ha supuesto un desafío ( creo que el
último de estas características ) y creo que he cerrado el círculo lusitano. He
visto paisajes increíbles, pueblos con mucho encanto y he vivido experiencias
motivadoras. ¡¡ Ahora ya puedo decir que conozco Portugal en toda su extensión
y que se trata de un país magnífico y diverso al que los españoles debemos de
mirar con más cariño del que lo hacemos !!.
Ya veremos que nos
depara el verano recién estrenado.