sábado, 16 de agosto de 2025

 



                                                

                             VERANO DE 2025 III ( Ribeira Sacra )


6 y 7 de Agosto

 

                Hace ya algunos años recorrí con mi moto gran parte de este territorio denominado Ribeira Sacra que es una zona de Galicia que se encuentra a orillas de los ríos Miño y Sil entre el sur de Lugo y el norte de Orense.

                El origen de su nombre no está claro. Hay quien piensa que deriva de un documento en latín que hace referencia a la Rovoyra Sacrata que más tarde se identificó como la zona llamada Rivoira Sacra y traducida como Ribeira Sacra.

                Historiadores posteriores concluyeron que el término Rivoira hacía referencia más a la palabra Roble que a la de Ribera y publicaciones posteriores abundan en ello indicando que el término es indicativo de “Robledal”.

                Sea como fuere el lugar ha llamado siempre la atención por sus paisajes impresionantes, sus cultivos de viñedos “en terraza” ( es la cuna del famoso blanco ribeiro ) y su gran cantidad de monasterios románicos, algunos de los cuales visité. Lo cierto es que el lugar se me quedó grabado por todo lo anterior y por ello decidí que, al regreso de Cantabria, debía pasar unos días de relax en un complejo denominado IBERIK Aguas Santas Balneario & golf.

                No sé ( ni tengo interés en aprender ) jugar al golf, a pesar de tener un campo bien cerca. De manera que mi objetivo era simplemente pasar unos días de descanso y visitar algún lugar de interés cercano. Por ello aproveché una buena oferta que encontré y reservé habitación para tres noches.

                Desde el lugar de Cantabria donde me encontraba hasta allí había más de 400 kms. Así que con tranquilidad y parando a comer en el camino llegué a primera hora de la tarde.

                La verdad es que el sitio era encantador, en un precioso valle, con un pequeño lago al lado y sin ninguna población cercana, lo que garantizaba tranquilidad y silencio.

                Las instalaciones también eran magníficas y bien conservadas a pesar de que se inauguró hace 20 años. Habitaciones amplias y modernas con todas las comodidades y toda clase de servicios además del golf: spa, piscina exterior, jardines, cafetería muy buena y restaurante tipo buffet. Todo lo necesario para desconectar y olvidarte del estrés diario de la vida en la ciudad.

                Después de tomar la habitación y dejar las cosas bajé al jardín y me pasé el resto de la tarde leyendo uno de los libros que siempre llevo en mis viajes. Cena estupenda en la cafetería y a dormir a pierna suelta hasta el día siguiente.

                Después del desayuno había pensado utilizar el spa. No es que me ilusionen demasiado los chorritos de agua e ir dando saltitos de las zonas de agua caliente a la fría pero … ya que estábamos. Tal y como había supuesto la experiencia no me impresionó especialmente y decidí que al día siguiente utilizaría la piscina exterior.

                Tras comer y descansar me fui a visitar un monasterio cercano para no perder la costumbre.

                El lugar estaba situado a escasos kms. en un pueblo llamado Ferreira de Pantón y, al llegar, me dio la impresión de que ya lo había visitado en mi viaje anterior por estas tierras. Aún así decidí volver a verlo.

                Se trataba del Monasterio de San Salvador, único lugar en toda la Ribeira Sacra que mantiene vida monacal femenina habitado por monjas bernardas.

                Fue fundado en el S. X como monasterio mixto hasta que en el S. XII son suprimidos este tipo de monasterios quedando únicamente como femenino y en el año 1175 se anexiona al Císter y comienza una etapa de renovación que lo lleva a convertirse en un centro de referencia espiritual de toda la Ribeira Sacra.

                La visita comienza  de forma gratuita por la iglesia románica del S. XII situada en el patio fuera de las dependencias monacales.

                El ábside se halla dividido en cinco paños por columnas que llegan hasta el alero. Al ser construida antes de la anexión al Císter conserva una interesante iconografía en los canecillos de este ábside semicircular, siendo especialmente interesantes las figuras dedicadas al arte de la juglaría o trovadores ( antecedentes de las Tunas actuales ), aunque en este caso el pobre juglar perdió la cabeza porque en aquellos tiempos se consideraba indecoroso e inmoral actuar a cambio de dinero ( costumbre afortunadamente desaparecida para gozo de los tunos actuales ).







                En el interior de la iglesia observamos el refuerzo de la bóveda de cascarón con dos nervios que, además, sirven como elemento decorativo. En los capiteles se observan diferentes figuras de animales como bueyes siendo acechados por grifos y como el tema de Daniel en el foso de los leones.








                La fachada del monasterio es barroca del S. XVIII, sencilla tal y como mandan las normas del Císter.



        Entré en el mismo y, tras tocar un timbre, una amable monjita me recibió. Me cobró 1 euro por la entrada que pagué con gusto y me explicó lo que podía ver, que se resumía en una imagen románica del S. XII o principios del XIII que representa a una Virgen con el Niño y el claustro renacentista del S. XVI con dos cuerpos, el inferior en piedra y el superior en madera. El resto de las dependencias son de clausura.




A la salida la amable monjita consiguió venderme una caja de almendrados de los diferentes productos que fabrican.

Tras ello regresé al Balneario.

 

8 de Agosto

 

Después de la experiencia en el spa tenía pensado pasar la mañana en la piscina exterior. Después de un rato en una tumbona a la sombra pensé en darme un chapuzón y aquí viene el segundo “pinchazo” del viaje. Al bajar por las escaleras iba notando que el agua no es que estuviera poco fría ¡ es que estaba caliente !. Resulta que la piscina se nutría del agua del spa y la que le llegaba era de la zona caliente. Después de 2’ esperando y al ver que aquello no mejoraba, salí y me duché, ésta vez sí con agua fresquita. Como no era cuestión de pasarse la mañana bajo la ducha de la piscina, me vestí y me fui a dar una vuelta por algún pueblecito cercano y ver si encontraba una cosa que había leído que estaba por la zona. Los pueblecitos no tenían nada de particular y, tras comer, pregunté cómo llegar a lo que había despertado mi interés. Tras varias explicaciones confusas me subí al coche y fui mirando por todos lados. De pronto lo ví. Encaramada en una montaña y prácticamente oculta por una frondosa arboleda se encontraba la iglesia de Santo Estevo de Ribas de Miño. Busqué una desviación por una estrechísima carreterita que me llevó hasta ella. No había nadie pero el acceso estaba abierto y así pude admirarla en completa soledad imaginando como habían podido construir aquel edificio de notables dimensiones en la pendiente de una montaña.




Para salvar el fuerte desnivel fue necesario rebajar la ladera y construir una estructura a modo de cripta para sostener los pies del templo ( solución empleada en el Pórtico de la Gloria de Santiago ).

Al parecer data del primer cuarto del S. XIII. El edificio es de nave única con ábside semicircular y presenta una portada con una riqueza escultórica muy notable, sobre todo en los capiteles y la primera arquivolta. Está considerada como una de las más espectaculares del románico en Galicia. Por encima hay un rosetón de grandes dimensiones, que no pude fotografiar por el riesgo de despeñarme ladera abajo.

Dicha portada está flanqueada por dos arcos ciego y posee cuatro arquivoltas de medio punto con distinta decoración. La interior tiene 6 personajes que representan a otros tantos músicos con diferentes instrumentos y otro central con un motivo circular que se ha relacionado con el sol y la luna. El resto de arquivoltas se decoran con motivos sogueados y geométricos tipo dientes de lobo y un guardapolvos con puntas de diamante.








El tímpano liso está soportado por dos mochetas que representan a un demonio y un ángel.




Los muros laterales se articulan mediante cuatro arcos de descarga que cobijan sendos ventanales con arquivolta, chambrana y columnitas. Bajo una de las arcadas hay otra portada muy sencilla con una sola arquivolta y tímpano sin esculpir.



El ábside semicircular está precedido por un anteábside rectangular y muestra cuatro columnas y tres ventanales. Tuvieron que colocarle dos arbotantes para evitar su desplazamiento.




Rodeando al edificio hay un cementerio con numerosas tumbas ( que hay que tener narices para subir hasta aquí para realizar un entierro ).

Terminada la visita y aún sorprendido por lo visto regresé al Balneario para terminar la tarde leyendo tranquilamente y preparar las cosas. Al día siguiente comenzaba mi regreso a casa y, como tenía tiempo de sobra, realizando dos paradas intermedias que paso a contaros.


9 de Agosto

 

La primera etapa de este regreso tenía como meta llegar a Ciudad Rodrigo, lugar que no conocía y por el que sentía interés. Eran 413 kms. y me encomendé al G. Maps para que me guiase. Craso error y tercer “pinchazo”  del viaje. No se le ocurrió otra cosa a mi copiloto que, en vez de llevarme por carreteras nacionales meterme en territorio portugués y la cosa no hubiera tenido más importancia si no fuera porque la entrada la realicé por una de las autopistas IP de las existentes en el país vecino. Sí, una de esas que te obligan a parar al poco de entrar para realizar una foto de tu matrícula, asociarla a una tarjeta de crédito e irte cobrando por cada tramo recorrido en los que sitúan cámaras.

De esta manera me llevó el desgraciado hasta que me sacó a territorio español a 25 kms. de Ciudad Rodrigo.

Ciudad Rodrigo es una populosa ciudad salmantina de unos 12000 habitantes y que fue habitada desde la Edad del Bronce, pasando luego por allí los vetones y romanos sin tener constancia cierta de que fuera habitada por visigodos o árabes.

Quedó integrada en los reinos cristianos bajo Alfonso VI de León y se rodeó de una muralla en 1161 debido a su proximidad con Portugal y las batallas que esto originó. Incluso, en un momento dado, sus habitantes tuvieron que decantarse entre Isabel o Juana la Beltraneja y Alfonso V de Portugal, haciéndolo finalmente por Isabel y pasando a ser definitivamente ciudad española.

Durante la Guerra de Independencia fue tomada por los franceses y luego por ingleses quedando muestras de los intensos asedios en forma de agujeros de cañonazos en una de las fachadas de la Catedral, que no se han reparado como recuerdo de aquellos hechos.

En 1833 quedó integrada en la provincia de Salamanca dentro de la Región Leonesa.

Mi hotel estaba situado estratégicamente, justo al lado de la Catedral y muy cerca de la Plaza Mayor. Así que, tras tomar la habitación, comer en un estupendo restaurante cercano donde probé el famoso farinato ( embutido típico de aquí que se elabora con manteca de cerdo ibérico, pan, pimentón, especias y aguardiente ) y descansar un poquito me fui a visitar la cercanísima Catedral.

Su construcción se inició en un románico tardío probablemente en el último tercio del S. XII, por lo que su planta responde a los cánones de esta época: tres naves, un amplio transepto y una cabecera con tres ábsides escalonados semicirculares, de los cuales solo quedan los absidiolos laterales. Como el periodo de construcción duró unos 100 años se remató ya en pleno gótico.

La portada meridional conocida como Puerta de las Cadenas está cobijada bajo un arco rebajado. Tiene arquivoltas de medio punto y tres columnas con capiteles decorados con hojas de acanto unos y arpías otros.

Entre el guardapolvos y el arco se empotraron cinco grandes figuras: Cristo y cuatro de los Apóstoles ( S. Pedro, S. Pablo, S. Santiago y S. Juan ).

Por encima del arco de descarga hay un friso prácticamente gótico con una docena de arcos que cobijan a diferentes personajes que no han sido identificados con criterio uniforme ( Abraham, Isaías, Moisés, Salomón, et. ).



La puerta septentrional se conoce con Puerta de Amayuelas y tiene tres arquivoltas semicirculares y otra inferior polilobulada. Se apoyan en cuatro columnas con capiteles esculpidos con diferentes clases de bestias.




Por último la Puerta del Perdón o de la Gloria es ya una obra plenamente gótica y no es visible desde el exterior ya que en el S. XVIII se construyó una fachada con una torre clasicista. En los muros laterales de la misma se pueden apreciar las huellas de los bombardeos mencionados anteriormente.






Al atravesar esta fachada encontramos la Puerta del Perdón propiamente dicha, con un  parteluz donde hay una estatua de María con el niño Jesús y el dintel ofrece episodios de la vida de Cristo.




En el interior las naves se separan mediante cinco pares de pilares cruciformes con tres semicolumnas adosadas.




También merece la pena una visita a su bonito coro.




Por último el claustro presenta cuatro pandas con galerías plenamente góticas aunque de fechas distintas.






Terminada mi visita y al salir al exterior hice una foto de parte de la muralla que rodea al pueblo.




Desde allí me desplacé hasta la Plaza Mayor donde se encuentra el Ayuntamiento y algunas casas señoriales como la de la antigua Audiencia y la del Primer Marqués de Cerralbo pero el calor era sofocante y, junto a un alto grado de humedad, hacía inviable sentarse a tomar algo en alguna de las cafeterías que la circundan.




De esta manera me entretuve mirando algunas tiendas, comprando embutidos y descubriendo algún edificio curioso como un antiguo palacio hoy sede de Correos y que presenta en la fachada un escudo completamente torcido, no porque el tiempo lo haya puesto así sino porque en esa época se puso de moda realizarlos de esa manera.





 Ya anochecido, picoteé algo en un bar y me retiré al hotel.


10 de Agosto

 

La siguiente parada prevista antes de llegar a Murcia era un sitio que conozco bastante bien de mis viajes pero que siempre apetece volver. Se trataba de Avila, a escasos 200 kms. de Ciudad Rodrigo por lo que llegué temprano y me dio tiempo para volver a recorrer algunos lugares ya visitados.

No voy a exponer aquí ninguna reseña sobre la historia de la ciudad. Haría de manera innecesaria la entrada muy larga y se puede consultar en innumerables fuentes.








Solo comentaré que por la tarde me di un paseo por los alrededores de la Catedral sin llegar a entrar en ella y  mencionar que es de estilo gótico y se realizó en la llamada piedra “arenisca sangrante” por su impactante color rojo férrico sobre fondo blanco. Su autor inicial parece que fue un maestro francés llamado Fruchel. Su apariencia presenta un aspecto fortificado.






De hecho el ábside está incluido en la muralla formando un elemento más de la misma.



También me desplacé hasta la cercana Basílica  de S. Vicente, construcción que siempre me ha impresionado y que es la gran referencia del románico abulense. Estaba cerrada y, además,  su parte más espectacular que es la portada estaba tapada por restauración.

Por último fui hasta la iglesia de S. Pedro en plena Plaza del Mercado. Templo iniciado en el S. XII pero terminado en el XIII con claras influencias góticas. Presenta tres naves con sus correspondientes ábsides en el exterior.




La portada principal que da a la plaza tiene dos cuerpos, el superior con un gran rosetón y el inferior con seis arquivoltas sin decoración.




La otra portada en el norte es más elaborada, con cinco arquivoltas de las cuales dos están ornamentadas con las típicas rosetas de Avila.




                 Terminado mi repaso a la ciudad cené y me fui al hotel para, al día siguiente, completar mi regreso hasta Murcia donde llegué a mediodía cuando el panel de la farmacia cercana a donde vivo marcaba 41º.

            Espero no haberos aburrido en demasía. Os he contado las cosas, como siempre hago, tal y como me han sucedido y si os habéis entretenido leyéndolas y os han servido como ideas para vuestros futuros viajes me compensa el esfuerzo.       

 

“No importa el viaje, al final, siempre los recuerdos pesan más que las maletas”.


viernes, 15 de agosto de 2025

 


                                                    VERANO DE 2025 II ( Cantabria )

 

4 de Agosto   


                Al pasar la divisoria entre Asturias y Cantabria no se experimenta un gran cambio en cuanto a la flora se refiere. El paisaje sigue formado por frondosos bosques de robles y hayas, aunque en los últimos años se han introducido plantaciones de eucaliptos, especie no autóctona, que está alterando el ecosistema y en época de incendios como la actual favoreciendo la propagación de los mismos.



            El primer pueblo cántabro al que llegué tenía un curioso nombre: Bárcena de Pie de Concha debido, al parecer, a que su municipio está atravesado por una antigua calzada romana que discurría entre Pie de Concha y Pesquera y que formaba parte de la vía que comunicaba Portus Blendium ( Suances ) con Segisamo ( Sasamón ).

                El pueblo es encantador, formado por casitas unifamiliares, muchas de ellas construidas en madera, con balconadas en las que cuelgan flores y casi todas con su correspondiente jardín. Si no fuera porque me queda lejos me compraba una para venir de vez en cuando y pasar los veranos.




            Su iglesia de S. Cosme y S. Damián se data en el S. XII, con remodelaciones posteriores, y consta de nave única con ábside y espadaña y una portada con cuatro arquivoltas de medio punto lisas que se apoyan en jambas también lisas. Tiene un pórtico añadido posteriormente.







            Había elegido para pernoctar dos noches una posada rural que me había llamado la atención por su nombre ( La Posada del Tenor ). El lugar era espectacular, una enorme casona con un inmenso jardín decorada con todo tipo de detalles y habitaciones enormes con preciosas vistas. Y sí, el dueño  en efecto era un tenor profesional ya retirado que me comentó que había cantado en el Liceo y la Scala. Muy amable aunque se le notaba el ramalazo de divo y un elevado ego. Por si alguien pasa por aquí y le interesa no está en Molledo ( que es la dirección que pone en la reserva ) sino en una pedanía muy cercana llamada S. Martín.

              En el camino hasta aquí había entablado conversación con un señor que, al comentarle mi ruta románica, me recomendó que no dejara de visitar la iglesia de un pueblecito llamado Yermo y que no traía en mi itinerario.

                Así que, tras dejar las cosas, me dirigí a buscar el lugar distante de mi alojamiento unos 25 kms.

                Yermo es un pequeño pueblo erigido en lo alto de una montaña y que posee su iglesia de Santa María, románica de principios del S. XIII ( 1203 ) y que está catalogada como BIC.

          Al llegar me encontré en la puerta a cuatro personas: una guía, un señor que la acompañaba que vivía allí y que era un apasionado y gran experto en el románico y un matrimonio ¡ de Lorca ¡ aunque vivían en Madrid. Me uní al grupo para seguir las explicaciones de la guía.

                El edificio es de nave única, con planta rectangular que acaba en un ábside semicircular.




            Lo más interesante del mismo se encuentra en el exterior ya que el interior está muy remodelado y no conserva prácticamente nada de románico.

             De inicio llama poderosamente la atención el tímpano que hay sobre la portada. Es la representación de un caballero montado ( pudiera ser S. Jorge pero no está confirmado ) que lucha con su lanza contra un dragón.




            Lo más impactante es que, al traspasar el umbral de la puerta encontramos, en el mismo lugar del muro por dentro, la misma representación pero ya con el caballero venciendo y dando muerte a la bestia.

          Esta realización no la he visto nunca y, según la guía, se hizo para indicar a los habitantes que fuera estaban el peligro y los males y que, solo si entraban y formaban parte de la comunidad cristiana, se encontrarían a salvo de los mismos. Realmente muy original.

           La portada como tal presenta 6 arquivoltas apuntadas con diferente decoración ( bolas, zig-zag, modillones ) y solo dos de ellas se apoyan en columnas mientras que el resto lo hace en jambas. Las columnas poseen bonitos capiteles en los que se adivinan diferentes representaciones como animales fantásticos y Daniel en el foso con los leones amansados a sus pies.









            La otra parte importante de la fachada son los canecillos en los que hay representaciones profanas y bastante de carácter erótico.





        En este punto la guía y yo tuvimos una interesante discusión. Según mis lecturas, la representación de escenas eróticas ( algunas casi pornográficas ) en estos templos religiosos de la época románica pueden responder hasta a cuatro hipótesis y ninguna de ellas confirmada plenamente:

-                               1.  Eran un aviso contra los pecados de la carne y prevenir de posibles castigos.

-                              2.    Eran una representación más de las actividades cotidianas de una población en la que el sexo no estaba tan limitado por las costumbres moralizantes de épocas posteriores. De la misma manera que otras representaciones ponían de manifiesto actividades cotidianas como la caza, labores agrícolas, pastoreo de animales, etc.

-                  3. Tenían una finalidad de incitación a la reproducción para incrementar el número de nacimientos en una sociedad con una alta mortalidad infantil y baja esperanza de vida.

-               4..  Aludían a la capacidad casi divina del hombre de procrear. Hay muchas representaciones en iglesias en que, al lado de una pareja en actitud de copular, aparece la figura de la  misma mujer dando a luz o con un hijo en sus brazos.

Pues bien, la guía estaba empeñada en su propia hipótesis y que era que estas figuras tenían un motivo de “ protección “ fundamentalmente contra el peligro del demonio que, al verlas, se espantaba y huía del lugar.

Para gustos se hicieron los colores que diría aquel.

Terminada la visita se marcharon la guía “ protectora “ y el matrimonio de paisanos y me quedé un buen rato hablando con el experto local que, efectivamente, sabía un montón de cosas del románico y del que aprendí  muchos aspectos del mismo y lugares que no conocía.

Regresé a mi culta posada para descansar y al día siguiente, después de una foto del amanecer neblinoso desde mi ventana, completar mi segundo e intenso día por esta maravillosa comunidad.




5 de Agosto

 

          Antes de dirigir mis pasos hacia lo que iba a resultar el primer “ pinchazo “ del viaje, pasé por la cercana Silió para ver su iglesia de S. Facundo y S. Primitivo, también del S. XII y que es lo que queda de un antiguo monasterio del mismo nombre. Hasta nosotros nos han llegado tres partes del edificio puramente románicas.

     Una cabecera espectacular con un ábside semicircular que presenta cuatro finas columnas adosadas que llegan hasta el alero, formando cinco calles de las que las tres centrales tienen ventanas tipo portada con guardapolvos  ajedrezado. Los capiteles de estas columnas tienen diferentes motivos. En uno se ve una figura con la mano levantada en actitud de ordenar a dos figuras que llevan un cubo con mortero ?. Por tanto la figura de la mano levantada sería el maestro de la obra dando órdenes.




        En otro hay cinco cabezas humanas completamente calvas y en otro cinco monos con las patas delanteras apoyadas sobre el collarino.






                    Os desafio a descubrirlos.

                   La portada tiene seis arquivoltas de medio punto con un guardapolvos taqueado. Está muy abocinada por lo que se construyó un potente cuerpo resaltado. Los arcos son irregulares, probablemente por un desmontaje y montaje posterior.

 

         


     El tercer elemento es otra puerta muy sencilla con dos arquivoltas planas sobre jambas.

    Desde Silió me encaminé a lo que, supuestamente, iba a ser el plato fuerte del día. Un bosque de sequoyas situado en Cabezón de la Sal y cuya plantación se realizó en los años 40 del S. XX, por tanto, son “ sequoyas bebés “ ya que esta especie puede alcanzar los 1000 años de vida. Según había leído es un reducto de paz y silencio …  ¡ y una leche !. Cuando llegué auténticas hordas de humanos de diferentes tipos cargados con utensilios desfilaban hasta las entradas del bosque. Ni el aeropuerto de Madrid en día de salida de vacaciones podía albergar esta cantidad de “ sequoyeros “ que buscaban paz y silencio. Un reciente artículo publicado en El Debate por A. Ussía relata esto mismo con su humor característico.

    Cuando, después de vueltas infinitas, pude encontrar un sitio para aparcar y ya que había llegado hasta allí, al menos un paseo por el bosque debía de dar. Paseo que duró unos 30’ ya que entre el calor sofocante y la cantidad de gente que encontraba a mi paso decidí que no merecía la pena hacer más el indio y, tras unas fotos de escasa calidad, abandoné el lugar prometiéndome que volvería dentro de 100 o 200 años a ver si las sequoyas habían crecido y estaba algo más tranquilo el tema.








    Tras este “ pinchazo “ me encaminé hacia otro lugar también muy turístico. Un pueblecito llamado Bárcena Mayor al que se llega por una alegre carreterita de montaña y en el que hay que dejar el coche en un parking disuasorio ya que todo el pueblo es peatonal.

       Este pueblecito de poco más de 80 habitantes situado en la Reserva Natural del Saja se ha puesto de moda de unos años a esta parte, aunque los visitantes que me encontré eran cuatro gatos comparados con los “ sequoyos “.

    Lo más interesante es su arquitectura popular, con fachadas orientadas al mediodía flanqueadas por cortavientos. Suelen ser de dos pisos, el inferior con portalada y el superior con balconada de madera. Están construidas en mampostería aunque el interior es de madera y casi todas presentan macetones de flores que las adornan. Debido a esta particularidad constructiva el pueblo fue declarado Conjunto histórico-artístico en 1980. Callejeé tranquilamente haciendo fotos de las mismas.




          


          

         


        


    Cuando se llega al final del mismo nos encontramos con varios restaurantes de comida típica y todos llenos hasta arriba, que se arremolinan alrededor de un puentecito que salva el rio Argorza y desde donde se pueden hacer fotos de postal.




 


    Después de tomar algo de picoteo en la barra de uno de los bares ( en una mesa era imposible ) retomé el camino para dirigirme a un templo que está considerado como “ la catedral del románico erótico español “ y que me permitiría ampliar los conocimientos adquiridos el día anterior en Yermo.

    Se trataba de la Colegiata de S. Pedro de Cervatos.  Durante el camino hice una parada para fotografiar el paisaje que me rodeaba y a un rebaño de vacas que pastaban tranquilamente y me observaban con curiosidad.






    Al llegar no había nadie y pude ver el exterior tranquilamente.

  Es del S. XII y presenta una única nave con un ábside dividido en tres paños por contrafuertes que se transforman en elegantes columnas a mitad del muro a nivel de la imposta.



 La portada principal tiene seis arquivoltas moduradas sobre pilastras que se acomodan a columnas rematadas por capiteles de diferentes motivos. Presenta un soberbio tímpano con una preciosa fantasía vegetal y bajo el mismo hay un dintel con leones.





    Las imágenes de tema erótico se concentran en los canecillos. Os dejo un par de fotos y que cada uno las interprete como más le guste. Por mi parte eché de menos a la “guía protectora“ de Yermo.


  


  


Solo me quedaban por ver tres sitios de Cantabria antes de iniciar al día siguiente mi viaje a la Ribeira Sacra en tierras gallegas. El primero se encontraba en la población de Retortillo y se trataba de la iglesia de Santa María muy cerca de Reinosa.

Fue construida en el foro de la antigua ciudad romana de Julióbiga y su perfecta estructura románica del S. XII, su buena conservación y su emplazamiento aislada en una campiña aumentan su belleza.

El ábside se divide en tres paños mediante contrafuertes que se continúan con delgadas columnillas. Los tres ventanales tienen gran derrame interior para aprovechar la luz.




           La portada del muro sur posee tres arquivoltas lisas de medio punto que se apoyan en jambas y el tímpano es muy curioso, con un grifo y un león alado que juntan sus patas y, por detrás, una pareja de ángeles que nos indican el respeto que se debe tener ante un lugar sagrado.



A los pies hay una bonita espadaña con dos troneras en el centro y otra superior.




Lamentablemente estaba cerrada y no pude ver el interior que, al parecer, es muy interesante.

El segundo lugar se encontraba en S. Martín de Elines y lo más destacado era su Colegiata y de ella su ábside que es cilíndrico y dividido en calles por finas columnillas que se apoyan en plinto. En medio de las calles se abren elegantes ventanales. Hasta aquí es la disposición clásica del románico pero la peculiaridad es que se añadieron columnitas a los lados de las columnas citadas para recoger arcos murales que se desarrollan en cada calle, envolviendo las ventanas. Este juego de líneas curvas ( arcos y ventanas ) y rectas ( fustes columnarios ) imprimen a este ábside un sugestivo y estético ritmo que lo hace casi único.



Llegué derrengado a mi último destino en un pueblecito llamado Quintanilla de Rucandio y si no hubiera sido por dos amables ancianitas que tomaban el fresco en la puerta de su casa, me hubiera sido imposible encontrar la escondida iglesia de Santa María que, dicho sea de paso, se encuentra en un penoso estado de conservación. Es de finales del S. XII o principios del XIII y la parte que mejor se conserva es el ábside, semicircular y dividido en tres calles por dos columnas adosadas. En la calle central se abre una ventana de medio punto con un fino guardapolvos superior y que se apoya en dos columnas teniendo el capitel de la derecha un bonito entrelazado.




Al conjunto se le añadió posteriormente una espadaña y un pórtico que cobija una representación en piedra de la Adoración de los Reyes y que, dicho sea de paso y no quiero dar malas ideas, es fácilmente sustraible aunque no sé el valor real de la misma.



Con ello di por terminado mi recorrido por Cantabria y su románico, retornando a mi Posada Cantora para emprender al día siguiente mi retiro para un merecido descanso en un balneario de la Ribeira Sacra.

De mi estancia allí y de alguna escapada realizada, así como de mi regreso a mi querida y  “ fría “ Murcia os hablaré en la última entrada de la que consta este largo viaje de dos semanas completas por territorios norteños de España.