miércoles, 11 de diciembre de 2024

 



                                               CASTILLOS DE ALICANTE

 

             En el pasado macropuente de Diciembre la verdad es que no pensaba hacer ninguna salida. Tenía dos muy recientes y había decidido quedarme en casa descansando y comenzar con los preparativos de Navidad.

                Pero, hete aquí, que se presentó en casa mi hijo menor y, con gran sorpresa por mi parte me propone que, al no tener planes para el puente, organice alguna ruta corta por un lugar cercano que no conociera. Por supuesto en coche ya que no he podido inculcarles a ninguno de los dos mi gusto por las motos y no se montan conmigo ni aunque los ahorquen. La verdad es que luego lo agradecí, porque durante los dos días que estuvimos fuera hizo un tiempo horrible, con frío y sobre todo un viento terrible que, aunque fuera solo, hubiera supuesto un gran peligro circular sobre dos ruedas.

                Así que pensando se me ocurrió que en la cercana Alicante existe una zona en la que abundan los castillos y podría ser una excursión amena y relajada. Realicé los preparativos y reservas pertinentes y el 7 partimos ambos a ver que nos encontrábamos.

 

 

                El primer punto nos lo podríamos haber evitado tranquilamente. Se trataba de Onil que tiene un castillo urbano en pleno centro del pueblo que realmente no tiene nada que ver. Se trata, más que de un castillo, del  Palacio-Fortaleza del Marqués de Dos Aguas. Un edificio que se empezó a construir según parece en 1539 por orden del Barón Ramón de Vilanova terminándose en 1614. Fue heredado por Gaspar de Rocafull a quien Felipe IV otorgó en título de Marqués de Dos Aguas, de ahí el nombre.

              Es un edificio gótico-renacentista con una fosa exterior que da paso a un claustro interior con bonitos arcos y bóvedas y que, en su momento, cumplió la función de cárcel señorial. Hoy alberga varias dependencias del Ayuntamiento por lo que podréis suponer, su interés como elemento arquitectónico es más bien escaso. De hecho no llegamos a realizar ninguna foto del mismo.

            Con esta primera decepción nos encaminamos hacia Biar donde pensábamos pasar el resto del día. Biar es un municipio de la Comarca del Alto Vinalopó que posee unos 4.000 habitantes y una rica historia. Fue plaza musulmana hasta que la sitió Jaime I y, tras 5 meses de asedio, la conquistó. A partir de ahí, por su condición fronteriza con el poderoso señorío de Villena, constituyó un núcleo esencial en los conflictos castellanos-aragoneses.

          Hoy en día constituye una próspera villa con una notable industria del textil y el calzado y conservando una antigua tradición ceramista con bonitas piezas de barro blanco y rojo.

           El Castillo de Biar está situado en lo más alto de la población y es visible desde todas las direcciones. Fue construido en el S. XIII por los almohades y declarado monumento Nacional en 1931. 




        Subimos hasta el mismo y, tras pagar un modesto euro por cabeza, nos dispusimos a visitarlo. El recinto se articula en torno a un patio central donde se encontraban las dependencias de la guarnición, así como las del alcalde y su familia.

          Fue construido en piedra mediante mampostería y consta de dos partes. Un recinto con cuatro torres semicirculares en las esquinas y otro espacio con cuatro estructuras cúbicas y la torre del homenaje.



          Recorrimos la parte interior del mismo y mi hijo decidió subir a la torre del homenaje con tropecientos escalones, a lo que yo me negué si no había un cardiólogo presente con desfibrilador incorporado. Cuando llegó arriba hizo fotos de las vistas.




       Después de la visita dimos una vuelta por el centro histórico que tiene mucho encanto pero con unas calles empinadas que te plantean el subir por ellas. Buscamos un lugar para comer y, tras descansar un rato y ya anocheciendo, nos encaminamos hacia la Plaza de la Constitución, epicentro de la villa y donde se encuentra la Iglesia de la Asunción, gótica con una  bonita portada renacentista y una torre de cuatro cuerpos.






        El lugar se encontraba muy animado, adornado con luces navideñas y numerosos puestos con diferentes mercancías que recorrimos sin prisa alguna.






            Después de callejear un rato más y cenar de tapeo nos fuimos a descansar.

           Al día siguiente teníamos nuestra primera parada en la cercana Villena a tan solo 10 kms. de distancia. Villena es la capital de la comarca del Alto Vinalopó. Cuenta con una población de más de 34.000 habitantes que hablan español mayoritariamente ( aunque, la verdad, en nuestro recorrido no hemos encontrado prácticamente ningún lugar en que hayamos escuchado hablar el valenciano de manera generalizada ).

         Sobre sus orígenes la única seguridad es que ya existía en el S. XI durante la dominación musulmana pasando, tras la conquista cristiana, por las fases de señorío, principado, ducado y marquesado hasta que en 1525 Carlos V le concede el título de ciudad e integrándose en el Reino de Murcia para, con la división provincial de 1833, pasar a depender del Reino de Valencia.

          Hoy en día es una próspera ciudad cuya economía se basa en el sector servicios e industria, destacando el calzado, la construcción y los muebles y siendo conocida por sus espectaculares desfiles de moros y cristianos.

        Pues bien, en Villena se encuentra el Castillo de la Atalaya, impresionante construcción árabe del S. XI y que ha sido restaurado con gran esmero. Para visitarlo es necesario sacar antes los tickets en la Oficina de Información y Turismo muy cercana al mismo.

      El edificio domina la antigua línea fronteriza entre Castilla y Aragón. La fecha de construcción se desconoce, aunque ya los árabes lo mencionan en el 1172. Hasta tres veces lo tuvo que asediar Jaime I hasta conquistarlo en 1240 por un ejército formado en su mayor parte por caballeros de la Orden de Calatrava. Pasó a manos del infante Manuel de Castilla y después a las de su hijo el infante Juan Manuel, insigne escritor y autor entre otros del Libro del Conde Lucanor. Después varias vicisitudes el edificio cayó en el abandono hasta el punto que sus materiales fueron utilizados para la construcción de las casas que lo rodean.

      En 1958 se iniciaron las primeras obras de restauración y que, a día de hoy, se siguen realizando aunque de pequeña envergadura, confiriéndole la espléndida planta que hoy presenta.






        El acceso se realiza por la puerta orientada al noroeste pudiendo acceder a un camino de ronda que recorre todas las torres entre sí.

        La plaza de armas es poligonal y dispone de torres cúbicas en los ángulos excepto en uno donde se ubica la torre del homenaje. Por diferentes excavaciones se sabe que adosados a los muros había diferentes estructuras como almacenes, habitaciones de centinelas y caballerizas y cerca de la torre el aljibe del castillo.

        De lo que nos ha llegado la torre del homenaje es la estructura más característica del edificio. Cuadrangular y construida, al menos los dos primeros cuerpos, con la técnica del tapial ( cajones de madera rellenos de tierra, guijarros, agua y cal ) que forman un bloque sólido que luego se enluce simulando sillares.

     La primera sala que encontramos está cubierta por bóvedas nervadas almohades de finales del S. XII, coincidiendo los arcos en el centro en una estrella de ocho puntas.






            Los dos cuerpos superiores son posteriores. Mandados construir por D. Juan Pacheco en el S. XV a base de mampostería. En la tercera sala también hay grafitis de la misma época que los anteriores y algunos expositores con objetos de la época encontrados en las excavaciones. En la última hay una bóveda de cañón y es la única que conserva la techumbre original.








            Finalmente, a través de una escalera se llega a la parte superior coronada por unas pequeñas torres voladas y desde donde se divisa el término municipal y el paso natural de la costa a la meseta.




            Descendimos por el mismo camino de la torre y salimos al exterior con la sensación de que, cuando hay interés y dinero mediante, se puede realizar la reconstrucción de monumentos y edificios emblemáticos que nos ayudan a comprender nuestra historia y de dónde venimos y que, de otra manera, terminan ineludiblemente abandonados y destruidos por el paso del tiempo. Pero, amigos lectores, a nuestros dirigentes estos temas les importan más bien poco o nada y dilapidan nuestros impuestos en digamos “ otras cosas “.

            Retomamos el camino para dirigirnos a Sax a la que se llega tras 13 kms.

Sax , una villa de unos 10.000 habitantes, remonta sus orígenes a la época prehistórica ya que se han hallado restos arqueológicos en su castillo de la Edad del Bronce. Fue un nudo estratégico de comunicaciones con poblaciones íberas y atravesado por vías romanas, caminos árabes y rutas cristianas. También formó parte del Reino de Murcia ( fijaos hasta donde se extendían los dominios de mis paisanos ) hasta que en 1262 pasó a formar parte del señorío de Villena del infante D. Juan Manuel y continuó perteneciendo a la provincia de Murcia hasta que en 1836 pasó definitivamente a pertenecer a Alicante al igual que Villena.

      La villa está coronada por su castillo que junto a los de Villena y Biar formaban las tres grandes fortalezas del Alto Vinalopó. Actualmente se encuentra completamente restaurado y es de propiedad municipal.




        Es accesible solo por la vertiente noroeste, con planta irregular y  consta de dos recintos, una barbacana exterior para la defensa de puentes y entradas y uno interior donde figuraba un gran albergue. En sus extremos están las torres. Visitamos la torre del homenaje del S. XIV y descendimos para ir a comer al lugar reservado.

      Ya sabéis que no suelo citar hoteles o restaurantes que visito por no tener publicidad en este blog, salvo en contadas ocasiones que me llaman la atención por si sirven de orientación a algún lector. Y esta es una de ellas. Comimos en el restaurante La Taberna del Cura y, junto a una bonita decoración y un trato excelente nos sirvieron una comida de gran calidad y abundancia por un precio extraordinario. Si pasáis por aquí os lo recomiendo vivamente.

     Y ya para terminar el día y pernoctar nos encaminamos a Elda con un vendaval importante. Elda es una populosa ciudad de unos 52.000 habitantes que hunde sus raíces en la época Neolítica y por la que han pasado íberos, cartagineses,  romanos, visigodos, árabes y finalmente cristianos. Más adelante sufrió una importante ocupación por tropas francesas durante la Guerra de la Independencia y ya en el S. XIX su ciudadano más ilustre D. Emilio Castelar Presidente de la I República Española, tuvo que hacer frente a la III Guerra Carlista y a una sublevación Cantonal. Durante la Guerra Civil Elda constituyó un importante bastión republicano, hasta el punto que a finales de la contienda se refugiaron aquí personalidades importantes de este bando como Dolores Ibárruri “ La Pasionaria “, Enrique Líster o Rafael Alberti, que huyeron al acabar la contienda desde el aeródromo de Monóvar hacia Orán o Toulouse.

    Hoy en día Elda basa su actividad económica en diversos sectores entre los que destaca la industria del calzado siendo un referente nacional en esta materia.

   Elda también tiene su castillo pero está en fase de reconstrucción y solo es visitable en determinados días y con visitas guiadas y reservadas de antemano así que, después de descansar un rato y desafiando al viento, nos fuimos a pasear por sus lugares más emblemáticos engalanados para la Navidad,  como la Plaza de Castelar, el Jardín de la Música, la Plaza Mayor o la Plaza de España y, después de ver como el Madrid ganaba con holgura ¡ por fin ! su partido de la Liga nos retiramos al hotel.

    Al día siguiente nos acercamos hasta la vecina Petrel para ver su castillo que abría a las 11 h. Originario de los S. XII y comienzos del XIII, de forma poligonal y almenado y cuyo elemento más destacable es una gran torre cuadrada en cuyo sótano había un aljibe que luego se transformó en una prisión. También hay una sala que se dedica a conciertos y otras actividades. La función de este castillo, de reducidas dimensiones, era fundamentalmente estratégica y de vigilancia.




        La encargada de la recepción también se ofreció a enseñarnos unas curiosas casas-cuevas en la falda del castillo que fueron donadas por el cura de la parroquia para el cobijo de familias con escasos recursos.

        Para finalizar el viaje nos trasladamos hasta Novelda  donde en el Cerro de la Mola existe un castillo del mismo nombre ( Castillo de la Mola ) y una edificación bastante singular. Se trata de un templo cuya finalidad era alojar la imagen de Santa María Magdalena patrona de la ciudad. El proyecto se encargó al ingeniero noveldense José Sala y Sala y este, ni corto ni perezoso, diseñó un templo basado en la estructura de la Sagrada Familia de Gaudí. El resultado podríamos calificarlo como “ curioso “ ya que, como me dijo mi hijo, hacer una obra a lo Gaudí sin Gaudí es como pintar un cuadro a lo Picasso pero sin Picasso.

   No entro a comentarlo, os dejo una foto que le hice a mi hijo y vosotros sacáis vuestras conclusiones.




        Por otra parte el castillo en sí requeriría una reconstrucción urgente “ tipo Villena “. Está prácticamente abandonado conservando solo los muros exteriores ya que en el interior tienes que seguir unos paneles informativos y echarle mucha imaginación para adivinar las distintas dependencias que lo componían. Lo dicho: ganas y dinero.

       Y aquí finalizó esta pequeña salida paterno-filial para aprovechar el puente. Regresamos a casa y en 1 h. estábamos comiendo en un restaurante cercano.

 

                               Espero ansioso el momento de poder realizar mis viajes habituales pero, mucho me temo, que hasta que no pase el invierno va a ser complicado.

 

                                               Felices Fiestas y abrigaros.       

                 



lunes, 2 de diciembre de 2024

 



                                                               LA BUREBA

 

                En Agosto del 2017 publiqué una entrada titulada “ Hacia el Valle del Baztán “ en la que relataba mi viaje en la primera de mis Burgman  por ese precioso rincón de Navarra y cómo, a la vuelta, pernocté en Briviesca y aproveché la tarde para hacer un recorrido por Poza de la Sal, Oña y Frías.

                Estos lugares pertenecen a la comarca burgalesa de La Bureba ( aunque Frías más bien se encuadra en Las Merindades ) y todas ellas me causaron una grata impresión por su belleza y particularidades. Poza de la Sal ( localidad natal del naturalista Félix Rodríguez de la Fuente ) tiene unos paisajes impresionantes y una preciosa iglesia, en Oña está situado un majestuoso monasterio que logré visitar en un viaje posterior y Frías, que ostenta el título de “ ciudad más pequeña de Europa “, es un lugar encantador  presidido por un impresionante castillo y unas casas colgantes que no envidian a las de Cuenca.

                Pues bien, leyendo una web dedicada al arte en general y al románico en particular, he descubierto que en La Bureba se concentran, en pequeños pueblecitos muy cercanos entre sí, una gran cantidad de iglesias y ermitas románicas que se enmarcan en el llamado románico rural burgalés y que tienen gran interés por su belleza y particularidades arquitectónicas.

                Así que, desafiando al frio que ya empieza a asomar por esas latitudes, he planificado un corto viaje de tres días para conocer estas edificaciones más a fondo y, de paso, disfrutar de la excelente gastronomía de la zona.

                Para aprovechar al máximo el tiempo disponible necesitaba realizar el viaje de ida y vuelta de un tirón ( 671 kms. ) y dedicar un día y medio para el recorrido. De esta forma  salí el jueves 28 de Noviembre muy tempranito para intentar llegar a Briviesca al mediodía y poder aprovechar la tarde. El recorrido era sencillo: A-3 hasta Madrid y tomar la A-1 hasta Burgos y llegar a la cercana Briviesca, donde había reservado en el Hotel El Vallés,  el cual ya conocía de mi viaje anterior y que me había dejado muy satisfecho.

                Llegué sin novedad a dicho hotel con tiempo suficiente para comer en el mismo y aprovechar las escasas horas de luz que nos deja el maldito cambio horario de invierno.

 

NOTA: Este blog tiene casi 9500 visitas que, para su modestia y no tener publicidad, no está nada mal. Pero algunos amigos y compañeros que lo han visitado me han comentado que, en las entradas que versan únicamente sobre el románico se pierden en los comentarios. De manera que voy a intentar hacer un poco de pedagogía sobre el tema. Con cada palabra más o menos técnica que figure en el texto pondré una acotación indicando a que se refiere. Y, si el sistema lo permite, indicaré con flechas sobre las fotos a qué hago referencia ( para verlas con detalle hay que pinchar sobre las mismas ). De esta forma, además de poder seguir el texto con más facilidad, intentaré que los no versados en el  románico se interesen por el mismo y, al igual que me ocurrió a mí, aprendan a descubrir la belleza, historia y significado de este arte. Así mismo, procuraré ser lo más escueto posible, indicando solo  una pequeña descripción general y lo más característico de cada construcción. Veremos si lo consigo.     




Arranqué tempranito para poder llegar a Briviesca al mediodía.  Dejé las cosas, comí y me dirigí hacia el primer lugar a visitar que estaba a tiro de piedra ( 5 kms. ).

 Valdazo  

Es una pequeña población, más bien aldea, ya que cuenta solo con 20 habitantes, y que procede de la repoblación de la zona con vascones y gascones. Está  dedicada básicamente a la agricultura  y en ella se encuentra la iglesia de San Pelayo, declarada Monumento Histórico-Artístico. Es un templo de un románico primitivo, de una sola nave y un ábside semicircular, aunque añadidos posteriores góticos y otros más recientes y desafortunados la han desvirtuado considerablemente.

Ábside: parte de la iglesia que acoge la mesa del altar, generalmente semicircular, recubierta por una bóveda que en el románico solía ser de horno.


        En el acceso por el lado sur se encuentra un pórtico de tres vanos con arcos apuntados y una cornisa decorada con cabezas de animales y humanos.

Vano: Espacio vacio.

Arco apuntado: compuesto por dos segmentos que forman un ángulo central. 







        El acceso se realiza por el sur desde el pórtico, donde ubica una cornisa de modillones con cabezas de animales y humanos.

Pórtico: espacio cubierto y con columnas o arcadas delante de los templos.

Modillón: miembro voladizo sobre el que se asienta una cornisa o alero.






                La portada es abocinada con seis arquivoltas que se sustentan sobre columnillas acodilladas con capiteles decorados con diferentes motivos.

 Portada abocinada: que presenta un ensanchamiento progresivo de dentro afuera.

Arquivolta: una arquivolta es una moldura colocada alrededor  de un arco. Están formadas por dovelas que son cada  una de las piezas, normalmente de piedra, en forma de cuña que conforman el arco en posición radial. La central que cierra el arco se llama clave.

Columna acodillada: que presenta entrantes angulares formando recodos.



        La torre románica es cuadrada y se levanta intencionadamente sobre los muros engrosados de la nave para soportar su carga. Tiene tres cuerpos.



Esta iba a ser la primera y última iglesia/ermita que me encontrara abierta ya que la gran mayoría, al estar en pueblos pequeños o lugares alejados, suelen estar cerradas para evitar expolios, aunque en algunas suele haber un cartelito en la puerta con un número de teléfono para llamar si te interesa ver el interior pero, en mi caso, no podía permitirme ese lujo por lo apretado de mi tiempo. Entré y eché un vistazo aunque no tenía gran interés: una sola nave separada en tres tramos cubiertos con bóveda de cañón separados por dos arcos fajones. La cabecera se cubre con bóveda de horno. A ambos lado de la nave hay dos pequeñas capillas, siendo la de la derecha la más interesante ya que alberga una pila bautismal y presenta en los capiteles de entrada dos figuras de  animales demoníacos, aunque una de ellas está muy deteriorada, conservándose la otra relativamente bien.                                                                                                                                    

Bóveda de cañón: estructura formada por arcos de medio punto sucesivos.

Arco fajón: arcos de refuerzo para la bóveda de cañón que se apoyan en pilares.

Bóveda de horno: tiene forma de cuarto de esfera. Se suele colocar sobre el ábside.

Capitel: parte superior de una columna.










Aguilar de Bureba

El  siguiente destino se encontraba a 11 kms. de allí. Un pueblecito de 52 habitantes que viven de la agricultura y en el que se encuentra la Iglesia de la Asunción.

Al igual que en Valdazo nos encontramos con un templo de una sola nave y de un románico muy primitivo. En el exterior resalta una espadaña ( aunque no es románica sino barroca ). Tiene tres cuerpos con dos troneras bajo arcos de medio punto los dos primeros y que albergan dos campanas y dos campanilos mientras que el tercero solo tiene una tronera con un campanil.

Espadaña: estructura mural que se prolonga verticalmente y acaba en punta. Se utiliza para ubicar las campanas en sus huecos.

Arco de medio punto: tipo de arco que tiene la forma de un semicírculo. Es el elemento principal de las bóvedas de cañón.




        Resguardada por un pórtico del S. XVIII se halla una hermosa portada de un románico avanzado, con un arco de medio punto liso con cadeneta en la que inscriben botones vegetales y tres arquivoltas con diferente ornamentación.




        El ábside es semicircular y está dividido en tres paños por dos columnas adosadas al muro con capiteles que llegan hasta la cornisa y que presentan una variada ornamentación: rostros de animales y humanos, monstruos, aves, peces, etc.











            En el viaje anterior que he relatado al principio, encontré sin buscarlo de camino hacia Poza de la Sal parte de una construcción románica que me llamó la atención por su localización y pintoresquismo. Así que decidí volver a visitarla con algo más de tiempo.    


                 Los Barrios de Bureba

        Esta denominación hace referencia a un núcleo poblacional que agrupaba a diferentes grupos de viviendas que contaban cada una con nombre propio ( Las Vesgas, Solduengo, Terrazos, San Facundo etc. ). Pues bien, uno de ellos fue abandonado y su iglesia quedó solitaria en medio del campo por lo cual se transformó en una ermita. Y aquí sigue, al lado de una carretera solitaria y bella, aunque su nave ha desaparecido quedando solo la espadaña y el ábside. Se trata de la Ermita de San Fagún o San Facundo y que se mantiene altiva desafiando el paso del tiempo y que no deja de ser admirada en lontananza por los viajeros que transitan por la mencionada carretera. 


 


            La espadaña tiene tres cuerpos, siendo los dos superiores los que tienen parejas de troneras.  Para cerrar el arco triunfal se dispuso un muro moderno de sillares irregulares y dispuestos de una manera un tanto caótica.


    

                El ábside es semicircular y en el muro meridional presenta una ventana con arquivolta de medio punto y dos columnas, llamando la atención en la columna derecha un capitel con una sirena-ave que despliega sus alas y que se pliegan al final en forma de volutas.






            Bajo los canecillos encontramos las consabidas imágenes de caras humanas, animales, etc.   




            En el paño central del ábside hay otra ventana y debajo una inscripción muy erosionada que un estudioso ha traducido como “ empezaste a ser edificada en la era 1219 gracias a Dios “, lo que correspondería al año 1181.

            Me despedí de San Fagún cuando ya anochecía, lo que permitió hacer una bonita foto de los últimos rayos de sol iluminando su espadaña.




        Terminada la visita regresé a Briviesca para dar un paseo por su Plaza Mayor y tomar algo ligero en uno de sus establecimientos. Vuelta al hotel hotel para relajarme un rato y prepararme para el intenso día que me esperaba.


        Pino de Bureba

        Desayuné temprano y me encaminé al primer punto a visitar. Se llama Pino de Bureba y es un pueblecito que no llega a los 200 habitantes y en el que se encuentra su Iglesia parroquial de San Martín situada en las afueras del pueblo y de pequeñas dimensiones. Tras unas reformas su planta de una sola nave unida a un ábside se trasformó en una planta de cruz latina. Para llegar a ella hay que subir un tramo de escaleras que salva el desnivel del terreno. Nos recibe una bonita espadaña románica con tres troneras para las campanas.



        

        La portada  es pequeña pero sencilla. Cuenta con tres arquivoltas que originalmente fueron cuatro pero se eliminó la interior para agrandar la luz del vano. Estas arquivoltas son baquetonadas y descansan sobre tres parejas de columnas que presentan unos capiteles con motivos vegetales.

Baquetonadaformadas por molduras convexas lisas ( baquetón ) de sección semicircular.




        Me llamó mucho la atención la existencia en algunas de las columnas de marcas de cantero, ya que lo habitual es que estén presenten en los sillares.

Marcas de cantero: símbolos propios realizados por los maestros de la piedra. Se piensa que servían como firma del autor ya que la mayoría eran analfabetos, aunque otra teoría indica que servían para saber el número de sillares realizados durante la jornada de trabajo cuando trabajaban a destajo y así cobrar la soldada correspondiente por el maestro cantero.


        

        El ábside es muy original pues se aparta del habitual semicircular para transformarse en poligonal. Presenta los habituales modillones con cabezas humanas bien conservadas.


    

            Hermosilla

                La iglesia se yergue en la parte alta de la población, teniendo que ascender por una empinada loma para llegar a ella. Lo más probable es que la Iglesia de Santa Cecilia fuera construida a finales del S. XII pero luego fue muy reformada, por lo que solo nos ha llegado de estilo románico la cabecera con su ábside que, eso sí, constituye un maravilloso ejemplo de riqueza escultórica con una gran conservación.




        El ábside es de planta semicircular con dos columnas entregas que llegan hasta el alero y lo dividen en tres paños con sus correspondientes ventanales, los cuales tienen una aspillera central y se rodean de una fina arquivolta baquetonada sobre pareja de columnas.

Columnas entregas: columna adosada pero cuyo fuste ( parte central ) no es de una sola pieza sino formado por trozos que se empotran en el muro formando parte de este.

Aspillera: abertura larga y estrecha en un muro.




             
Pero, como ya he dicho antes, lo verdaderamente impactante es la riqueza escultórica de los canecillos y los capiteles, tanto por su diversidad como por la fina ejecución y su conservación.

           Si os parece, para aliviar un poco la monotonía, os propongo un pequeño juego. Enumeraré a continuación varias de las piezas que aparecen representadas y vosotros, queridos lectores, tenéis que adivinar a las fotografías que más abajo os dejo.

-          Cabeza antropomorfa cornuda con rostro de gran nariz y boca con tallos vegetales.

-          Águila con cresta

-          Aldeano que lleva a cuestas a un pequeño cerdo.

-          Cabeza de carnero

-          Dos dragones enfrentados con alas desplegadas y pechos con plumaje.

-          Pequeño dragón sentado sobre sus patas traseras.

-Cabeza de antílope  
















            Si habéis acertado todas o casi todas significa que le vais cogiendo el tranquillo al románico y si no tranquilos, habrá más entradas para perfeccionar el tema.

            Es innegable que en este templo trabajó un taller conocido como “ Segundo Taller del claustro bajo de Silos “ sin que ello implique que los autores fueran los mismos que trabajaron en el claustro del Monasterio de Silos pero si que, probablemente, fueron discípulos de ellos y dejaron la impronta silense en numerosos templos.

            Desde arriba tenemos unas bonitas vistas de Hermosilla y alrededores.



Navas de Bureba

        Al llegar a esta pequeña población de 31 habitantes sufrí una pequeña decepción. Todos los alrededores de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción estaban levantados colocando lo que supuse una red de tuberías. Así que me las tuve que ingeniar para acceder a ella y ver lo más importante de la misma.

      El templo es de una sola nave de tres tramos, cabecera con presbiterio y ábside semicircular.

   La portada es muy grande y vistosa. Estaba cegada por un muro desde el suelo hasta la arquivolta exterior pero en 2014 se derrumbó parcialmente el campanario y, al repararlo, se liberó también esta bella portada que consta de hasta siete arquivoltas apuntadas, lo que nos indica una construcción muy tardía en pleno S. XIII ( el arco apuntado es más propio del románico tardío y comienzos del gótico, mientras que en el románico pleno del S. XII lo preponderante es el arco de medio punto ).

   Templo  construido con sillares de piedra arenisca de color anaranjado y su fábrica románica se conserva casi íntegra aunque con añadidos posteriores.

     Las arquivoltas se componen de finos baquetones y tiene un guardapolvos decorado con puntas de diamante y las columnas, con delgados fustes, tienen capiteles de variada ornamentación ( parejas de aves, cabezas humanas, leones, etc. ). Es obvio que presenta unos inconfundibles aires góticos.  

Guardapolvos: pieza voladiza o tejado dispuesto sobre la puerta para resguardar a esta de la lluvia.    


 


 


        Con el derrumbe del campanario se eliminó la espadaña y se construyó una torre campanario con dos troneras para las campanas.




        El magnífico ábside está articulado por haces de columnas entregas. Presenta dos ventanales de tipo portada que resultan muy espectaculares y exóticos pues sobre las columnas se alzan dobles arquivoltas apuntadas y polilobuladas.






         
Antes de irme hice una foto de los enormes macizos que rodean esta población y las circundantes y las salvaguardan de las variaciones climáticas.




            Soto de Bureba

          Yo supongo que todos los que estáis leyendo esto habéis tenido alguna experiencia negativa con el G. Maps. Su configuración está diseñada para llevarte por el camino más corto ( lo que no significa que sea el mejor ). Aunque tenía experiencia de mis numerosos viajes volví a caer en la trampa y me dejé aconsejar por el puto G. Maps que me metió en un estrecho camino sin asfaltar, completamente embarrado, con enormes baches y lleno de piedras. Sin posibilidad de dar la vuelta y regresar al origen. Así que, rezando para no pinchar, recorrí los 2,5 kms. que me separaban de Soto de Bureba en 1ª y 2ª marchas. Cuando llegué mi coche parecía que venía del París-Dakar. Y lo que más me cabreó es que, al salir de Soto de Bureba, llegué a una nacional en condiciones que tras 4 kms. me indicaba un desvío hacía el pueblo de donde había venido. Es decir, por ahorrarme 1,5 kms. el G. Maps me había metido por un camino que aún no sé como pude salir del mismo. Así que me cisqué en todos los muertos más frescos de los que diseñan y programan estos itinerarios y me juré que jamás volvería a caer en sus redes ( estoy pensando en volver a mi antigua manera de viajar en moto, con mis carreteras anotadas en un papel y sin que una estúpida voz me diga por donde tengo que ir ).

         En fin, a lo que íbamos. En Soto de Bureba se encuentra la Iglesia de San Andrés, uno de los ejemplos más representativos del románico burebano.

        El templo es de una nave con dos tramos con bóveda de cañón y ábside semicircular. En el exterior existía una espadaña que se derrumbó y fue sustituida por un cerramiento cuadrado.

         En el hastial se abre un óculo con siete cuadrilóbulos abocinados adornados por semicírculos tangentes.

Óculo: ventana pequeña redonda u ovalada.




        Lo más interesante del mismo es su portada, que está documentada, ya que una inscripción hoy casi borrada indica que fue realizada por Pedro de Ega y Juan Miguélez en el 1175. Está ligeramente apuntada y el dintel se apoya en dos jambas mientras que las tres arquivoltas lo hacen en seis columnas. El conjunto presenta un guardapolvos exterior con anchos roleos vegetales.

Jamba : cada una de las dos piezas que colocadas verticalmente en los lados de una puerta o     ventana sostienen el dintel.

Roleo: recurso decorativo realizado mediante elementos enrollados.






    Los capiteles de las columnas y las jambas, así como las arquivoltas están profusamente decorados con diferentes motivos: arpías, unicornios, dragones, peces, un Agnus Dei con el Bautista e Isaías, signos del zodíaco, etc. Llama la atención una figura de gran tamaño que representa a un hombre encadenado.










    El ábside presenta una imposta horizontal en el nivel inferior de la ventana, así como haces de tres columnas adosadas que llegan hasta el alero. Los capiteles de las columnas de la ventana difieren en su ornamentación de los de la portada, con arpías, jinetes, guerreros y animales, indicando una realización posterior y, probablemente, una influencia silense.

Imposta: serie horizontal de piedras, a veces con moldura, sobre la que descansa un arco, bóveda o ventana.




            Lences

La Iglesia de Santa Eugenia se encuentra en el pequeño pueblo de Lences ( 126 habitantes ) que en los últimos años ha adquirido bastante importancia como Centro de Turismo Rural. Está bañada por el rio Homino que es salvado por un encantador puentecito de piedra.







        El templo tiene parte de su fábrica románica, aunque ha sufrido muchas modificaciones y de ahí que presente una planta de tres naves. Lo que más nos interesa es su portada románica, abierta en el muro sur y cobijada bajo un pórtico de tres arcos de medio punto. Presenta cinco arquivoltas de medio punto que se apoyan en jambas con columnas cuyos capiteles han desaparecido. Las arquivoltas tienen diferentes motivos decorativos: puntas de diamante, vegetales, animales fantásticos, guerreros, etc.


 



            Prácticamente mi recorrido había terminado, tan solo me quedaba por ver un último templo cerca de Briviesca. Además era la hora de comer. Así que, aunque ya la conocía, decidí acercarme hasta Frías suponiendo que su oferta gastronómica sería mayor.

            Frías no pertenece a la comarca de la La Bureba sino a la de Las Merindades y  está atravesada por el rio Ebro. Técnicamente no es un pueblo ya que en el 1435 el rey Juan II de Castilla le otorgó el título de ciudad. Así que es la ciudad más pequeña de toda Europa ( 271 habitantes ). Su situación estratégica a orillas del Ebro y su impresionante Castillo de Los Duques de Frías edificado a finales del S. XII y principios del XIII con carácter defensivo que corona el Cerro de la Muela, le han permitido un importante desarrollo. Hoy en día es uno de los lugares turísticos más importantes de la provincia de Burgos.

           La carretera que nos lleva hasta ella transcurre por hermosos parajes rurales, atravesando dos desfiladeros que serpentean entre montañas.

         Al llegar hay que hacer una parada obligatoria para contemplar el precioso puente medieval que salva al Ebro. Tiene 143 ms. y 9 arcos y, con posterioridad a su construcción, se le dotó de una torre defensiva en su parte central con saeteras, almenas y matacanes. El paso por el mismo era previo pago ( cobro del portazgo ).





        Una vez contemplado el puente y habiendo aparcado ( cosa que en temporada turística resulta muy complicado ), se asciende por la empinada calle principal contemplado al paso la bonita silueta de la torre del homenaje del castillo y preciosas casas con la arquitectura típica de la zona. 







        De esta forma llegamos hasta la iglesia de San Vicente Mártir, con mezcla de varios estilos.






        Desde allí podemos contemplar el precioso paisaje que nos rodea.








        Volví a descender para buscar un buen abrevadero donde saciar mi apetito y, tras reposar al sol lo trasegado, volví a tomar el coche para dirigirme al último punto de esta larga y provechosa ruta por La Bureba.




            
El mencionado último punto a visitar se encontraba a 1 km. de este pueblecito de tan solo 37 habitantes y se trata de la Ermita de San Martín. A ella se llega por un camino recientemente acondicionado y el mismo edificio está en período de reparación, rodeado de una gran zanja a la que hay que descender para verlo.

      ¿ Por qué mi interés en esta ermita ?.  Pues sencillamente porque es un edificio único y totalmente diferente al resto de los visitados en este viaje. Y ello se debe a su aniconismo, es decir, la práctica de rehuir toda representación de imágenes de seres divinos, profetas y otros personajes religiosos. Por ello, en todo el templo predomina la pureza de líneas y las formas angulosas y no redondeadas, con potentes contrafuertes. Los canecillos son de nacela ( moldura que arranca vertical y cóncava para desarrollarse después en un cuarto de cilindro convexo ). Los ventanales y puerta no tienen columnas ni capiteles ni siquiera cenefas o impostas decorativas. Todo es puramente arquitectónico.

       Lo anterior podría indicar una clara influencia del austero estilo cisterciense y de las órdenes militares del románico tardío.

      El ábside es semicircular con una única aspillera de iluminación con un arco de medio punto. No hay ventanales de tipo portada. Presenta una espadaña con dos pisos de troneras con dos huecos de campanas en cada uno.

La otra parte más vistosa del templo es el imafronte, con la puerta de arquivoltas muy abocinadas que hacen un cierto efecto túnel.

En resumen, es un templo diferente, donde predomina la pureza de líneas sin adornos ni representaciones de ningún tipo de las que tantas os he mostrado a lo largo de esta entrada.




 





        Completada la visita y cerrado el círculo de la ruta me encaminé hacia Briviesca y lo primero que hice fue buscar un lavadero. Me caían las lágrimas solo de mirar a mi pobre coche. Como era manual le quité todo el barro que pude y lo adecenté para cuando llegara a Murcia hacerle un lavado en condiciones.

       Después regresé a Briviesca para buscar un sitio donde cenar algo y, posteriormente, llegar al hotel para descansar.

     El sábado regreso a casa, por el mismo caminito que había traído, para llegar sobre el mediodía, comer y después hacerle sangre al sofá.

 

                Conque a una sola persona de los potenciales lectores de esta entrada le haya picado el gusanillo por conocer algo más del arte románico me daré por satisfecho y habrá merecido el tiempo y esfuerzo dedicados.

 

                               Como siempre, desconozco cuál será mi próxima salida para seguir descubriendo los maravillosos rincones de este país, pero seguro que la habrá.

 

                               Gracias a los que me lean y …. ¡¡¡ Felices Fiestas !!!