ROMANICO RURAL DE SORIA
Antes de la introducción de esta entrada me gustaría hacer una aclaración.
Varios/as de los que han
tenido a bien entrar en este blog y visitar algunas entradas me han comentado
algo que ya había detectado hace tiempo. La búsqueda de las entradas es algo
complicada y farragosa ( incluso para mí ). El problema está en el formato.
Este es un blog gratuito y sus características son las que son, sin dar otra
opción a los que colgamos algo en él. Después de darle vueltas he decidido que,
la mejor solución, es colgar al principio de cada entrada un índice cronológico
de las que ya están publicadas. No es lo
ideal pero, al menos, permitirá a los visitantes buscar más fácilmente
en la relación de entradas del margen derecho las que le puedan interesar sin
necesidad de ir pinchando al azar para ver las que hay. Se mira el índice y, si
hay alguna que os interese por el título o la localización geográfica, se busca
el año y el mes en que está publicada y se va directamente a ella. Pido
disculpas por este pequeño contratiempo pero no depende de mí sino de la
estructura con que el blog está concebido. Así que, a partir de ahora,
encontraréis en cada entrada el índice de las publicadas y, si alguna os llama
la atención, será más fácil localizarla en el margen derecho que el sistema me
ofrece sin posibilidad de cambios.
INDICE BLOG
2016
Agosto CASTILLOS
DE CUENCA
Agosto LOS
PUEBLOS NEGROS DE GUADALAJARA
Agosto RUTA
DEL QUIJOTE
Agosto ALPUJJARAS
ALMERIENSES
Septiembre RUTA DE LA
PLATA I
Septiembre RUTA DE LA
PLATA II
Septiembre RUTA DE LA
PLATA III
Septiembre RUTAS DE 1
DÍA
Septiembre POR LOS
CASTILLOS DE TOLEDO
Octubre RUTA
MUDÉJAR
Diciembre RUTA
POR LA ALPUJARRA GRANADINA EN UNA 200
Diciembre MONASTERIOS
DESCONOCIDOS DE VALENCIA
2017
Abril PUEBLOS
BLANCOS
Agosto HACIA
EL VALLE DEL BAZTÁN
Septiembre DOS POR LA
SIERRA DEL ESPADÁN
Noviembre RECORRIENDO
LA SUBBÉTICA CORDOBESA
2018
Abril PA
CAI
Mayo POR
LA ALCARRIA CON CELA
Agosto EN
AGOSTO: PIRINEOS
Septiembre LA
DESCONOCIDA RIBEIRA SACRA
Octubre EL
ALENTEJO: PORTUGAL EN ESTADO PURO
2019
Mayo CAMINO SORIA
…
Septiembre NAVARRA: ERMITAS Y
MONASTERIOS DESCONOCIDOS
Octubre ESCAPADA AL
ROMÁNICO DE CUENCA
2020
Julio CON EL
DUERO POR COMPAÑÍA
Septiembre RUTA ALGO SURREALISTA POR
LA PROVINCIA DE CUENCA
2021
Mayo ¿ DÓNDE ESTÁ
MATARRAÑA ?
Junio LA COMARCA
DE LIÉBANA
Agosto RÍAS BAIXAS
Agosto RECORRIENDO
ÁVILA
Septiembre FIN DE SEMANA POR LA
SIERRA DE LAS NIEVES
Septiembre DE NUEVO POR LA ALPUJARRA
Octubre SIERRA MORENA:
ALGO MAS QUE BANDOLEROS
2022
Abril ENCANTOS DE
GUADALAJARA
Junio ROMÁNICO EN
SEGOVIA
Junio BURGOS Y SUS
MONASTERIOS
Octubre INCIDENCIAS POR LA
SIERRA DE FRANCIA
2023
Abril COSTA
VICENTINA
Abril HUELVA
Mayo HUESCA
ROMÁNICA
Mayo ANDORRA: ESE
EXTRAÑO PAÍS
Agosto VERANO 2023
(Primera parte)
Agosto VERANO 2023
(Segunda parte): PUEBLOS DE FRANCIA
Agosto VERANO 2023
(Tercera parte): EL PIRINEO
Agosto LA RIOJA: VINO
Y CULTURA
Septiembre PALENCIA: VACIADA Y
ROMÁNICA
Octubre “ PUENTE “ EN
VALLADOLID
Diciembre MI TIERRA
2024
Febrero EN RODAJE
Abril ¡¡ Y POR
FIN !!: LA TOSCANA
Mayo ¿ HAY
ROMÁNICO EN GUADALAJARA ?
Mayo JOYAS DE
GRANADA
Agosto VERANO 2024:
PORTUGAL
Agosto VERANO 2024 II:
NAVARRA
Septiembre ESCAPADA AL BIERZO
Noviembre LAS ERMITAS
Noviembre EL CASTAÑAR DEL TIEMBLO
Diciembre LA BUREBA
Diciembre CASTILLOS DE ALICANTE
2025
Enero ¡¡ FELIZ 2025
!!
Abril ROMANICO RURAL DE SORIA
La ruta era de 5 días para
conocer sus monumentos románicos más destacados, tanto de la capital como el
románico rural en comarcas aledañas.
Para la planificación y
descripción de los sitios visitados he contado como recurso con la web de Arteguías.
Continuando con mi labor “
pedagógica “ he añadido al inicio de la entrada cinco fotografías con retoques
propios para una mejor comprensión de los elementos de las descripciones
posteriores. La primera corresponde al ábside de la iglesia del Salvador de Tirgo ( La Rioja
). La segunda es una de las portadas más impresionantes de todo el románico
español: la de la iglesia de Santo Domingo en Soria. La tercera es un dibujo
esquemático de una planta típica de las iglesias románicas, la cuarta es una
foto en vertical de la iglesia de la Santa Fe en Conques ( Occitania. Francia )
y la última de los tipos de columnas más frecuentes que podemos encontrarnos.
Con ello espero que se pueda seguir con más facilidad los sucesivos edificios
descritos y, de paso, despertar en algún lector el gusanillo de profundizar en
el conocimiento de este maravilloso arte.
Las fotos, si se pinchan, son más bonitas ampliadas.
El románico soriano es
tardío y principalmente rural, con lo
que podemos encontrarnos con una pequeña joya en pueblecitos muy pequeños. Como
ocurre en otras zonas de Castilla y León como Burgos o Palencia, está muy influido
por la escuela de Santo Domingo de Silos ( silense ) aunque presenta una
aportación especial a este arte que es la galería porticada. Sus capiteles
tienen una ornamentación en que predominan figuras del bestiario. Asimismo, al
tener una gran población mudéjar, sus formas orientales con gran representación
geométrica, se pueden observar en numerosas construcciones, alcanzando su
esplendor en el claustro soriano de San Juan de Duero como veremos más
adelante. También la estética
cisterciense, aunque en menor medida, se puede apreciar en monasterios como el
de Santa María de la Huerta.
Así que, con estas premisas,
me dispuse a visitar algunos de los monumentos emblemáticos de esta bella
provincia que tan grato recuerdo dejó en mi cuando estuve por vez primera y que
se ha acrecentado en visitas posteriores.
La distancia hasta Soria (
559 kms. ) aún ( a pesar de que ya me empiezan a pesar los años ) me resultaba
asequible, realizando dos o tres paradas intermedias para repostar y estirar
las piernas. Así que me puse en marcha y, de un tirón, me planté en Soria a
media tarde del 3 de Abril tras un viaje sin incidencias destacables. Tras
tomar la habitación ( Hotel DWO Abaster, muy céntrico y de buena calidad ) me
dispuse a visitar el primero de los monumentos sorianos que llevaba en la
agenda.
Dado que el horario de visita era muy
restringido ya que solo abre una hora ( de 17,30 a 18,30 por la tarde ), me
encaminé al primero de ellos que era la Concatedral de San Pedro. El término concatedral
hace referencia a una iglesia catedral que comparte la función de sede del
obispo con otra iglesia catedral que, por lo general, está en otra ciudad. En
nuestro caso con la Catedral del Burgo de Osma.
Del gran templo románico que se levantó
a mediados del S. XII sobre otro anterior de principios del siglo, queda muy
poco ya que se derrumbó en 1520. Después de fotografiar el exterior y la puerta
de entrada al edificio, saqué el correspondiente ticket y penetré al interior
para ver los restos románicos que aún perduran.
Los capiteles son muy variados y,
aunque predominan los temas vegetales, también podemos encontrar animales tanto
reales como fantásticos, escenas de caza y algunas del Ciclo de la Natividad.
Después de la visita
regresé al centro histórico de Soria y, tras callejear un rato, cené de picoteo
en varios lugares. La gastronomía soriana es muy variada. Además de los
torreznos ( que a mi particularmente no me apasionan ) tiene otras exquisiteces
variadas como los níscalos y boletus, la trufa, las migas de pastor, la
caldereta, el cordero y postres como las pastas de las monjas, las torrijas y
la tarta costrada. Si venís por aquí os aseguro que hambre no vais a pasar.
A pesar de la fina lluvia
que aún caía en la ciudad pude pasear un rato y ver alguna de sus plazas, como
la denominada Plaza de las Mujeres.
Vuelta al hotel. Al día
siguiente tocaba descanso y ver el resto de edificios románicos de la ciudad.
Ya repuesto del viaje tenía
todo el día para pasear por Soria y ver los monumentos que aún me quedaban.
Descendiendo por una empinada y larga calle te sale al paso una iglesia que, aunque está casi
arruinada, conserva algunos restos románicos interesantes. Se trata de la iglesia de San Nicolás.
Lo mejor conservado de este templo es
el ábside que está articulado por pilares que se continúan con dobles columnas
y que separan ventanales muy abocinados.
Seguí descendiendo hasta
llegar al rio Duero que, por las abundantes lluvias de días anteriores,
presentaba un aspecto imponente. Junto a él se situaba la segunda de mis
visitas de la mañana.
A la entrada nos recibe una
escultura de Gustavo Adolfo Becquer.
La iglesia y el claustro de
San Juan de Duero es lo que queda de un antiguo monasterio de
los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén. El claustro, en opinión
personal, es el más exótico de todos los que he visitado en España. Es abierto
y se conservan las cuatro crujías o pandas constituidas por 44 arcos que forman
un cuadrilátero irregular y que presentan una clara influencia oriental.
Podemos encontrar arcos “clásicos“ de medio punto sobre columnas pareadas, arcos de herradura apuntados, arcos muy apuntados
sobre columnas que se entrecruzan y apoyan en parejas de columnas, arcos
túmidos ( arcos árabes apuntados de herradura cuyas dovelas confluyen en la
clave formando un ángulo agudo u obtuso ) y los más complicados que arrancan sobre columnas de forma aguda y se
entrecruzan con semiarcos unidos a pilastrones dejando su extremos colgando y
sin apoyo a modo de pinjantes ( especie de colgante que se sitúa en la dovela
central de un arco ). Aunque, en realidad, el/los autores de estos arcos
parece que emplearon esta solución más que como elemento ornamental como
recurso constructivo para descargar el peso de los arcos laterales y evitar su
derrumbe. Existen diferentes interpretaciones sobre esta particular composición
de diferentes arcos. Os dejo fotos para ver si podéis distinguir los diferentes
tipos.
Los capiteles son muy
variados: geométricos, animales fantásticos, escenas bíblicas, etc.
La iglesia es muy simple,
con una nave, un presbiterio, un ábside semicircular y dos templetes adosados a
los muros que servían como mesas de altar para celebrar misas. Presentan
capiteles con animales del bestiario y escenas de la Natividad de Jesús.
El siguiente destino era un templo que
posee, si no la mejor, una de las mejores portadas de todo el románico español.
Me refiero a la iglesia de Santo Domingo.
El edificio fue reedificado sobre otra
antigua iglesia ( la de Santo Tomé ) y está inconcluso, edificando solo una
torre, dos naves y la portentosa fachada ante la que me encontraba.
Está dividida en tres cuerpos. En el
primero se encuentra la portada y cuatro arquerías de dos arcos murales sobre
columnas.
En el segundo se repiten las arquerías
pero en las enjutas ( superficie que queda entre la parte interna de un arco y
la chambrana ) hay dos figuras que, según los expertos, corresponden a los
reyes Alfonso y Leonor.
En el último hay un gran rosetón de
ocho radios rematado por una cruz.
Centrándonos en la maravillosa portada
encontramos cuatro arquivoltas figuradas y un frontón en el que se representa
un Pantocrátor con el Niño Jesús y rodeados por el Tetramorfos, la Virgen y San
José.
En la arquivolta inferior están
representados los 24 ancianos y un ángel, en la segunda la matanza de los
inocentes y en la tercera diversas escenas de la vida de Cristo.
De todos estos grupos escultóricos hay
dos que siempre han llamado la atención de los estudiosos de esta portada. Uno
representa a Herodes dormido mientras el diablo con forma de dragón le susurra
al oído. En el otro Dios y dos ángeles sostienen en el regazo pequeñas
cabecitas que representan el alma de los inocentes.
En el rosetón también hay numerosas
esculturas, más difíciles de apreciar por lo elevado de su situación.
Si pasamos al interior encontramos los
primeros tramos románicos con tres naves que se separan por arcos apoyados en
pilares con dos o tres columnas adosadas que se encargan de soportar el peso de
los arcos fajones y formeros. En los capiteles de estas columnas encontramos
temas vegetales y animales como leones o dragones.
Terminada esta completa mañana busqué
uno de los abrevaderos que traía recomendados y, tras una excelente comida, fui
a descansar un rato para terminar por la tarde el circuito de los templos
sorianos que merecen una visita.
Este último templo al que solo se podía
acceder al interior durante la misa vespertina era la iglesia
de San Juan de Rabanera.
Edificado a finales del S. XII o
principios del XIII posee una nave de tres tramos con transepto, un ábside de
semitambor y una cúpula sobre el crucero con una torre con modernas campanas.
El ábside presenta unas
particularidades que difícilmente podemos encontrar en otro templo del románico
español.
Por un lado tenemos que los diferentes
paños o calles no se dividen, como es lo lógico, por columnas entregas o
contrafuertes, sino por pilastras con canalillos. Una de ellas ocupa el paño
central en vez de la tradicional ventana y a ambos lados se sitúan ventanales
con arquivolta elíptica ( otra rareza )
En los paños de los lados encontramos
dos relieves murales con rosáceas y motivos geométricos.
La portada principal no es de este
edificio sino que procede de la casi derruida San Nicolás. Presenta arquivoltas
de medio punto y un tímpano con la imagen de San Nicolás.
Los capiteles de las columnas presentan escenas del Nuevo Testamento ( los de la izquierda ) y de la vida de S. Nicolás ( los de la derecha )
La verdadera puerta de acceso en el
muro sur está cegada y tiene un tímpano con tres rosetas.
El interior destaca por la sensación de
altura y verticalidad que presenta, favorecida por el empleo de arcos muy
apuntados.
La bóveda del ábside es gallonada (
formada por arcos de medio punto y superficies cóncavas que simulan los gajos o
“gallones” de una naranja ).
En el crucero hay una bóveda con cúpula
semiesférica mediante trompas.
Completado el recorrido por el románico
de Soria capital, me dediqué a pasear por el casco histórico y cenar de tapas
en algunos de los muchos bares que posee. Mañana tocaba la primera de las dos
rutas por la provincia.
El día comenzaba con un corto
desplazamiento hasta un pequeño
pueblecito, prácticamente una aldea, de tan solo 38 habitantes denominado Valdegeña. Como comenté al principio el románico
soriano es eminentemente rural, de manera que en lugares minúsculos como este
podemos encontrar notables representantes de este arte. En este caso se trataba
de su iglesia parroquial que domina desde lo
alto el lugar. Su aspecto es austero y fuerte. Está construida con una esmerada
sillería y es de nave única. El ábside responde al sobrio aspecto general del
edificio, contando tan solo con dos semicolumnas que lo dividen en tres calles.
La portada resaltada presenta tres simples arquivoltas de medio punto que se
apoyan en jambas y dos columnas.
Continué mi camino para buscar la
siguiente parada que era el pueblo de Olvega,
este ya si un pueblo en condiciones con una población aproximada de 3700
habitantes. No iba buscando, como era de esperar, su iglesia parroquial sino
una humilde ermita situada a unos 2 kms. de
Olvega en dirección hacia Almazán y que estaba dedicada a la Virgen de Olmacedo.
Es un edificio muy sencillo con las
paredes realizadas en mampostería ( elementos pétreos sin labrar denominados
mampuestos y que se colocan sin sujeción entre ellos ). Está fechada en el S.
XIII y, en origen, fue un priorato del Monasterio de Santa María la Real.
Presenta nave única, con dos capillas
laterales y un ábside semicircular con tramo recto. Fue reformada en época
barroca.
Allí me llevé una pequeña sorpresa. En
la puerta de entrada había un cartel que decía “ La iglesia está abierta.
Cierren al salir “. Entré. El interior no presentaba nada especialmente
destacable pero … en la parte posterior había una especie de expositor con
multitud de objetos: llaveros, pulseras, velas, mecheros, etc. y al lado un
cartel con los precios de cada objeto. El caso es que no había nadie
custodiando aquello. Podía haberme llevado lo que hubiera querido sin pagar
nada. Evidentemente no lo hice pero me llamó la atención la confianza de la
gente de los pueblos en la honradez de los visitantes que, si querían llevarse
algún recuerdo, iban a dejar el importe correspondiente. Me reconfortó esta
confianza en los demás de la sencilla gente de estos lugares.
Sin más dilación me dirigí a buscar el
plato fuerte de la jornada. Se trataba de Ágreda,
población de unos 3100 habitantes que es la última castellana antes de entrar
en Aragón. En el S. X fue un enclave califal y conquistada definitivamente por
Alfonso I El Batallador. Debido a que convivieron en ella pacíficamente durante
tres siglos cristianos, árabes y judíos
se la denomina también “ Villa de las
tres culturas “. Cuenta con hasta con tres estructuras románicas que me interesaba
conocer. La primera de ellas es también la más antigua, la iglesia de la Virgen de la Peña de finales del S.
XII y que, como curiosidad, fue donde se casaron en 1221 Jaime I El
Conquistador y Doña Leonor de Castilla.
Tiene dos naves de mampostería con
bóveda de cañón apuntado. En el exterior hay una portada con cuatro arquivoltas
más guardapolvos decoradas con finísimas cenefas de motivos vegetales y
geométricos. También cuenta con una sencilla torre campanario. El interior no
es visitable porque actualmente alberga el Museo de Arte Sacro ( algo que no
termino de entender, bueno sí, si se quiere visitar la iglesia se debe
abonar la entrada al Museo ).
De un segundo templo consagrado a San Juan solo queda de su época románica una
elegante portada con cuatro arquivoltas, decoradas con motivos vegetales que se apoyan
en tres pares de columnas con voluminosos capiteles decorados con arpías y
personajes humanos.
El último elemento a visitar era la Iglesia de San Miguel que fue reconstruida en su
totalidad en el S. XV pero que conserva un elemento románico de gran valor: su
torre campanario de finales del S. XII y que tiene un estilo constructivo de
clara influencia aragonesa.
Realizada en perfecta sillería tiene
cinco cuerpos, siendo los más interesantes el segundo con arcos murales de
medio punto, el tercero con hermosos ventanales bíforos con dos arquivoltas y
guardapolvos de bolas. La arquivolta interior se apoya en dos columnillas con
un mainel ( elemento arquitectónico largo y delgado que divide un hueco en dos
partes ).
El último cuerpo presenta también
ventanales de medio punto rematado todo por merlones, elementos típicos de la
arquitectura militar.
Terminada mi visita a Ágreda y, después
de un reconfortante cafetito, volví a mi montura para desplazarme 35 kms. hasta
Cerbón, otra pequeña aldea de tan solo 30
habitantes ( típica representante de la España vacía ) pero que cuenta con un
curioso templo románico por lo original de su planta. Se trata de la iglesia de San Pedro Apóstol.
Tiene dos naves ( algo infrecuente en
el románico ) con bóvedas de medio cañón apuntado. El interior no es visitable
( vete a indagar en una aldea de 30 habitantes quién tiene las llaves para
abrirla ) pero el exterior realizado en mampostería tiene una cuidada portada,
con cuerpo resaltado y cuatro arquivoltas ojivales planas más guardapolvos que
se apoyan en jambas y dos pares de columnas con capiteles apenas esbozados.
Esta zona del Valle de Tera tuvo una
repoblación muy tardía, es por ello que sus templos son muy humildes, con naves
únicas, ábsides semicirculares, empleo de mampostería y escasa o nula presencia
escultórica. A cambio nos ofrecen un románico que, aunque tardío, podemos
considerar como muy “ puro “.
Con estas premisas me dirigí hacia Tera para visitar
su iglesia de Nª Sª del Carmen situada en
esta pequeña localidad de unos 200 habitantes. El templo, con añadidos góticos
posteriores, responde a las características enunciadas más arriba: nave única,
ábside semicircular, mampostería con refuerzo de sillares en las esquinas y
sillarejo en la cabecera.
Su portada meridional está medio oculta
por un porche añadido así como por las paredes de una estancia también añadida
posteriormente. A pesar de ello podemos apreciar que está bien realizada con
tres arquivoltas, plana la inferior, de baquetón ( moldura redonda vertical
dispuesta en hilera con otras ) la intermedia y con zig-zag y lóbulos la superior
y el guardapolvos. Se apoyan en jambas y dos columnas con capiteles vegetales.
La cabecera es lisa con canecillos bien
conservados que presentas distintas figuras: cabeza con barba, rollos y bolas e
incluso alguna de tipo erótico.
Para completar el recorrido de este
primer día me desplacé 16 kms. hasta llegar a Garray,
localidad de mayor tamaño que las anteriores que cuenta con unos 750 habitantes
y que está atravesada por el Duero y en sus inmediaciones se sitúa el Cerro de
la Muela, lugar donde podemos encontrar las ruinas de la famosa Numancia.
En ella se levanta la Ermita de los Santos Mártires que es, con mucho,
la más importante de las construcciones románicas de esta zona.
De una sola nave con ábside
semicircular con otros dos más pequeños a los lados de los que solo se conserva
uno.
La puerta de entrada tiene dos columnas
con capiteles decorados con parejas de arpías. Me llamó la atención el conjunto
de la arquivolta inferior con semicírculos secantes y el tímpano con pequeños
arquillos que rodean a diminutas cabecitas y cinco flores de gran tamaño.
Como casi todas estas pequeñas
construcciones se encontraba cerrada ya que, al ser una ermita, no tiene culto
y según mis notas solo es visitable en verano y Semana Santa, por lo que me
quedé sin ver el interior.
De esta manera regresé a la cercana
Soria para descansar un rato y luego brujulear por sus rincones escondidos y
picotear en algunas pequeñas tabernas y barecitos con mucho encanto y sabrosas
tapas. Al día siguiente me esperaba mi segunda y última ruta por la zona de
Almazán antes de emprender el camino de regreso el domingo 6 para pernoctar en
la siempre interesante Medinaceli.
La ruta de hoy discurría por Almazán y otras
poblaciones más o menos cercanas. Las características del románico en esta zona
presentan notables diferencias con el visto el día anterior. Algunos de sus
edificios presenta inequívocos rasgos mudéjares, además de que su ornamentación
está influida por la de Silos y, paradójicamente, sus templos acusan una clara
sobriedad de tipo cisterciense.
Así que, tras recorrer 34 kms.
admirando el paisaje que me rodeaba, me planté en Almazán,
ciudad musulmana hasta el S. X , que junto a Medinaceli y Gormaz formaba el
tridente de las ofensivas contra los reinos cristianos, los cuales no pudieron recuperarla hasta 1098 por las
huestes de Alfonso VI y repoblarla en 1128 por Alfonso I El Batallador.
Hoy en día es una próspera ciudad de
5500 habitantes ( la segunda más poblada de la provincia ) atravesada por el
Duero y en la que destaca la industria del mueble.
Pues bien, aquí traía en mi agenda tres
monumentos a visitar que merecían la pena. El primero era la iglesia de San Miguel que es fechada en la segunda
mitad del S. XII. Se encuentra aprisionado entre el rio y la muralla y consta de tres naves con un largo presbiterio y un ábside en
semitambor con dos absidiolos laterales pero, en este caso, planos. Tiene saeteras dentro de hornacinas, columnillas y cornisa de arquillos lobulados.
Así mismo posee dos finas
columnas con capiteles vegetales que delimitan tres calles con ventanales muy
deteriorados.
Del tejado emerge un cimborrio con nichos que guarecen las claraboyas del crucero y una línea de arquillos ciegos de clara influencia italiana. Sobre él sube un campanarioa del S. XVIII.
Después de preguntar en la Oficina de
Turismo me informaron que las visitas comenzaban a las 12 h. y eran las 9 h. No
podía esperarme ese tiempo porque me descuadraba el plan del día, así que me
quedé sin ver el interior.
Al lado del templo hay un mirador
volado con bonitas vistas sobre el rio ( las fotos se ven borrosas porque ese día había una espesa niebla ).
Otro de los lugares de Almazán donde quedan restos
románicos es la iglesia de San Vicente ( hoy
centro cultural y sala de exposiciones ). En concreto está el ábside con dos
columnas entregas y modillones de rollos ( ménsulas decoradas con rollos
paralelos ) y la portada meridional con arquivoltas circulares.
A 10 kms. de Almazán se encuentra Matamala de Almazán que nos ofrece su iglesia con una buena puerta románica con
arquivoltas con motivos geométricos y unos bonitos capiteles con animales
fantásticos.
Si nos desplazamos 9 kms. hasta Viana de Duero podremos apreciar el ábside en semitambor de su iglesia parroquial con cuatro columnas que lo dividen y presentan capiteles con volutas y piñas. Un solo ventanal cegado con dos columnas alegra en parte el paño.
Desde Viana me trasladé hasta Perdices para ver la iglesia
de San Pedro en una loma a la que
no recomiendo subir en coche/moto porque es estrecha y no tiene salida. Dios y
ayuda me costó poder girar la moto para descender.
Edificada con buena sillería presenta
un curioso ábside hemidecagonal ( ocho lados ) con vértices de columnas con
capiteles de piñas y grifos.
Y, desde allí, por una infame
carreterita sin asfaltar, me desplacé 6 kms. hasta Maján
para para ver la bella portada de la iglesia
de la Virgen de la Concepción que cuenta con tres arquivoltas. La
interior es plana, la central con abundante repertorio iconográfico ( hombre
con perro, San Miguel que alancea un dragón, sagitario con arco, etc. ) y la
superior con temas vegetales. Los capiteles de las columnas tienen temas
silenses ( arpías, leones, grifos, etc. ).
Hacemos un poco más de camino para
trasladarnos hasta Villasayas, ya en la comarca
de arcos de Jalón. Allí su iglesia parroquial de la
Asunción nos regala una preciosa galería porticada con cuatro arcos a
cada lado de columnas geminadas con capiteles vegetales y de animales
fantásticos, aunque algo deteriorados. En los extremos encontramos dos figuras también muy deterioradas, una de ellas irreconocible y la otra podría corresponder a un hombre barbado, quizás un profeta.
Sobre el arco de ingreso hay encastrado un relieve que muestra una bellísima Anunciación con San Gabriel arrodillado a la izquierda y San José a la derecha dormido.
La puerta tiene tres arquivoltas y en
la segunda posee una colección de animales del repertorio silense ( dragones,
arpías, grifos, etc. ).
Para concluir la ruta me quedaba por
visitar el Monasterio de Santa María de Huerta
, un complejo monástico cistercience del S. XII que hoy en día continua
habitado e incluso posee una hostería para alojar viajeros.
Lamentablemente su horario de visitas
no me permitía ver su iglesia que, junto a alguna otra dependencia, es lo que
permanece de su pasado románico. Me contenté con fotografiar la portada de
acceso con un gran rosetón cuyos radios son columnillas y una puerta de arco apuntado
con molduras lisas y de dientes de
sierra.
Pues bien, hasta aquí mi recorrido
motero por gran parte del románico soriano desconocido. Soy consciente de que a
los no interesados en el tema les parecerá un trullo y lo siento mucho. En este
blog hay viajes de todo tipo, aunque mi inclinación por el románico no me hace
ser imparcial. La solución es muy sencilla, con saltarse las entradas dedicadas
al mismo es suficiente.
Como iba bien de tiempo había decidido
pernoctar en Medinaceli que, aunque ya conocida de un viaje anterior hace muchos
años, me pareció interesante volver a
recorrerla porque los recuerdos que tenía
me indicaban que me había dejado algunas cosas en el tintero.
El origen de esta villa es romano (
Occilis ) y fue ciudad fronteriza entre cristianos y musulmanes. Aunque no está
comprobado, parece que fue aquí donde murió Almanzor después de la batalla de Calatañazor.
En 1129 la conquistó para el reino cristiano de Aragón Alfonso I El Batallador.
Hoy en día cuenta con casi 700 habitantes y posee un rico patrimonio histórico
que me dispuse a revisitar después de tomar mi alojamiento.
Nada más
subir hasta la cima del cerro en el que
se encuentra la villa de Medinaceli nos sale a recibir un arco
romano que, además, es único en su especie. De los
tiempos de la Hispania romana puedo asegurar que no se conserva otro
semejante en España. La excepcionalidad de sus tres vanos hicieron que
este arco, diseñado para servir de puerta de acceso al municipio, fuese
proclamado Monumento Histórico Artístico Nacional. La puerta central servía para
el paso de carruajes, personas a caballo y ganado, mientras que las laterales,
mucho más reducidas, servían para la gente que deseaba entrar o salir por su
propio pie.
Como
anécdota comentaré que me he comprado una cámara de fotos nueva y aún no le he pillado
el truco. De manera que, además de las fotos fijas, debí tocar algún botoncito
equivocado y ella solita hizo un vídeo de no muy buena calidad. Prometo
esmerarme en su manejo y en posteriores entradas hacer vídeos más decentes.
Este
arco es del siglo I, levantado por Docimiano y remozado en tiempos de Trajano,
tal como se advierte en las inscripciones que un cartelón informativo nos ayuda
a descifrar. A pocos metros hay restos de lo que fuera una de las calzadas
romanas más importantes de entonces. Y no son, ni mucho menos, los únicos
restos de este período que se conservan en la villa, pero sí los más notables. El
arco de Medinaceli se aprecia a
kilómetros de distancia, como si fuera la última frontera de la villa.
Si
seguimos el recorrido hacia la izquierda desembocamos en una gran explanada
donde se encuentra un campo de fútbol y la mayoría de restaurantes. En uno de
los lados se encuentra el convento de Santa Isabel ocupado por monjas clarisas
y una iglesia anexa, además de una casa palacio del S. XI.
Si
seguimos por la calle que se dirige al centro del pueblo y giramos a la derecha
nos encontramos con la imponente Plaza Mayor donde se ubicaba el antiguo foro
romano. Porticada en un lateral y con una farola central, en ella podemos ver
el impresionante Palacio Ducal que los Duque de Medinaceli se construyeron
tras habitar durante un tiempo en el castillo. Es del S. XVII y características
renacentistas y guarda bastante parecido
con el Palacio Ducal de Lerma (Burgos), aunque le faltan las cubiertas y
chapiteles de pizarra. El arquitecto fue Juan Gómez de Mora, responsable de la
composición actual de la Plaza Mayor de Madrid
y de la cárcel de la Corte en el Palacio de Santa Cruz, entre otros. Su
tío Francisco había sido el encargado de diseñar precisamente el Palacio de
Lerma, por lo que se entienden las similitudes entre estos edificios de la
primera mitad del siglo XVII.
Actualmente es sede de la Fundación
DEARTE Contemporáneo.
También encontramos la
Casa de la Alhóndiga que ocupa la zona porticada de la plaza. Justo al frente de ésta se encuentra un museo
gratuito que explica de manera muy intuitiva la historia de la villa así
como de la comarca. Uno puede dar en unas pocas salas un repaso exhaustivo
de la villa desde tiempos prehistóricos hasta la actualidad. También hay otras casas señoriales y una
curiosidad: la casa
que adquirió el insigne médico Francisco Grande Covián y en la que pasaba
temporadas de descanso.
Saliendo
de la Plaza Mayor iniciamos el camino de ronda de las antiguas murallas,
pudiendo fotografiar el precioso paisaje que rodea a esta villa.
En un
costado muy fotogénico encontramos la denominada ”puerta árabe“ que,
curiosamente, no lo es exactamente. Su arco apuntado es gótico mudéjar,
posterior a la reconquista de la villa y, aunque en un principio su origen
fuera de características árabes, posteriores reformas ( la última en 1969 ) le
han conferido su aspecto actual. Junto a ella se establecían en múltiples
ocasiones mercados, dada la escasez de lugares para ello en el interior de la
ciudad.
En el
extremo oeste del cerro surge solitaria una edificación cuadrangular que es el
antiguo castillo en la que a un costado sobresale una
torre circular y en el contrario otra de planta rectangular. Esta última
precisamente es la que sirvió como torre del homenaje, aunque al estar
«desmochada» (es decir, sin almenas) ofrece un aspecto más austero. Fue erigido sobre
lo que fue la antigua alcazaba árabe, aunque la construcción del
castillo se hizo a posteriori con el objeto de albergar en él la
residencia de los Duques de Medinaceli (más tarde se construirían el palacio de
la Plaza Mayor). De nuevo observamos desde las alturas el bonito paisaje que
nos rodea.
De esta forma llegamos de nuevo al arco romano
y, si lo dejamos a nuestra espalda y tomamos la calle Portillo del Baño, divisamos el torreón de una iglesia que debe
servirnos de guía porque es hacia allí donde debemos ir. Por el camino es
posible disfrutar de una armonía arquitectónica en piedra que no encuentra
mácula que se ocupe de romper una estética que esta villa
castellana se ha ganado a lo largo de los siglos. Las calles, convertidas
en auténticos corredores del tiempo, admiten nuevos colores gracias a las
flores y maceteros que cuelgan de las ventanas enrejadas. El camino a nuestro
faro, la torre del campanario que se escapa de todos los tejados, nos muestra
las razones por las que Medinaceli está entre los pueblos más bonitos no sólo de la provincia de Soria sino de toda España.
Cuando llegamos a nuestro destino
en la plaza de la iglesia nos encontramos con lo que más que una iglesia es una
colegiata.
En el momento en que los Duques de Medinaceli adquirieron mayor poder y
riquezas, vistieron a esta villa con diversos edificios civiles y religiosos de
gran valor artístico. Si bien ordenaron la demolición de cerca de una
decena de parroquias anteriores al siglo XV, lograron crear una colegiata que
las agrupara a todas ellas (con permiso previo de Roma) y tuviese la categoría que la villa
demandaba. De ese modo nació la Colegiata de
Nuestra Señora de la Asunción, con un
estilo en el que se vieron mezclados conceptos tardogóticos y renacentistas ( si
bien la entrada de tres arcos que da a la plaza y que sirve de acceso
actualmente es del siglo XIX ). Se hizo en el lugar en el que había una iglesia
románica y siglos atrás una mezquita ( hay quien asegura que incluso pudo ser
una sinagoga ).
El mayor interés del interior de
este templo, que requiere de una urgente restauración, está al otro lado de la
reja de 1534 que cierra el presbiterio y, por tanto, el Altar Mayor. Dado
que tras él se encuentra una delicada y hermosa talla de Cristo
crucificado del siglo XVI. La que hay a la izquierda es una réplica del
famoso Jesús de
Medinaceli que hay en Madrid y que
tanta devoción suscita cada año ( hay largas colas durante cada primer viernes
de marzo en la madrileña Basílica de Jesús de Medinaceli para besarle los pies
a la talla ). Lamentablemente estaba cerrada y no pude ver lo contado
antes.
Terminada la visita, tras cenar, regresé al hotel para descansar y preparar el regreso del día siguiente que transcurrió sin novedad hasta llegar a casa.
Después
de este intenso repaso por la provincia de Soria ya preparo el siguiente viaje
que, en principio, transcurrirá en Semana Santa y del cual espero informaros en
la próxima entrada.
¡¡ Nos vemos !!
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