martes, 20 de agosto de 2024

 



                                            VERANO 2024 II.  NAVARRA      

 

Como comenté en la entrada anterior mi verano lo había dividido en dos períodos. El primero  tenía como objetivo visitar la, posiblemente, única zona de Portugal que me quedaba por conocer. En el segundo tenía previsto pasar una semanita en Roncesvalles y, desde allí, moverme por esta comunidad huyendo del calor ( tremendo error como luego veréis ).  

Así pues, con todo organizado, salí el 4 de Agosto en dirección a Valencia y luego tomar la autovía mudéjar para hacer la primera noche en Teruel.

Como siempre pinchad sobre las fotos para verlas ampliadas.


DÍAS 4, 5 y 6

 

Llegué a Teruel a mediodía y tomé la habitación. Teruel es una ciudad que conozco en profundidad. La he visitado en varias ocasiones y no creo que me queden muchas cosas que descubrir en ella. Así que, después de comer y descansar salí a dar un tranquilo paseo que me llevó hasta la Plaza del Torico, la Torre del Salvador y la Catedral que, al estar abierta, me permitió revisitar su extraordinario artesonado considerado “ la Capilla Sixtina del arte mudéjar “. Cenita y a la cama.






Al día siguiente continué mi camino hacia Zaragoza para tomar luego varias carreteras nacionales que me trasladaron hasta Roncesvalles. La primera impresión al llegar es que se trataba de un sitio bastante pequeño. Te reciben unos bonitos jardines tras los cuales se sitúa el edificio de la Casa Prioral con el Museo Diocesano. Detrás se encuentra el hotel que iba a ser mi residencia durante la siguiente semana y a su derecha la Iglesia Colegial de Santa María, que comunica por un pasadizo con otro edificio destinado a albergue de los peregrinos.

Además de lo anterior también se encuentra otra pequeña iglesia, el llamado Silo de Carlomagno y dos restaurantes. Todo ello lo describiré más adelante. De hecho Roncesvalles cuenta únicamente con 16 vecinos censados y, eso sí, un trasiego constante de peregrinos que inician el Camino Francés de Santiago que consta nada más y nada menos de 790 kms. hasta Compostela ( me canso tan solo de ver el cartel que lo indica ).



Tomé la habitación, cómoda y confortable, en la que solo eché de menos el aire acondicionado. “ Aquí no hará falta “ pensé para mis adentros, pero luego comprendí mi error ya que me pilló una ola de calor que los más viejos del lugar no recordaban haber pasado nunca. Eso sí, por las noches refrescaba y se podía descansar.

Después de comer y reposar un rato salí a explorar el territorio.

Justo al lado del hotel se encuentra la Colegiata de Santa María que está abierta permanentemente.

Construida en los inicios del S. XIII representa uno de los mejores ejemplos del gótico temprano francés. La portada principal no tiene gran interés ya que ha sido reconstruida varias veces así como parte de la iglesia, una de ellas debida a un gran desplome por acumulación de nieve y otra por un incendio en el S. XV. Está formada por un arco apuntado con un parteluz y cuatro columnas en cada lado que sostienen otras tantas arquivoltas. Sobre ella hay un gran rosetón con vidriales modernos.



El interior es de planta basilical con tres naves divididas en cinco tramos. Las naves se separan por pilares circulares sobre los que se apoyan arcos formeros apuntados.





En el exterior la cabecera se remata con un elevado ábside poligonal  sostenido por cuatro potentes contrafuertes.




En general el edificio destaca por la pureza de sus líneas con apenas decoración escultórica.

En el presbiterio se encuentra la imagen de la Virgen de Roncesvalles, talla gótica del S. XIV realizada en madera y recubierta de plata.


Salí al exterior y di un paseo por los bonitos alrededores para terminar cenando en uno de los dos locales del pueblo.




A la mañana siguiente quería descansar de tantos kms. y decidí hacer una de las innumerables rutas de senderismo que hay en estos lugares. Escogí una sencillita ( no estamos para muchos trotes ) denominada ruta del bosque de Basajaunberro. El Basajaun es un personaje de la mitología navarra que es representado como un genio de aspecto humano recubierto de pelo, con gran tamaño y fuerza, que habitaba en los bosques de la zona y era conocido como “ El Señor de los Bosques “. Lejos de ser agresivo era protector de los rebaños de ovejas y daba gritos y silbidos a los pastores cuando detectaba la presencia de lobos o para indicar el inicio de una tempestad.

Así que, sin temor alguno, me introduje en el bosque que lleva su nombre por una pista forestal flanqueada por hayas y robles singulares, algunos con nombre propio como El Lancero. En absoluta soledad el paseo resultó una delicia disfrutando de hayas,  robles, acebos y algunas coníferas. Dicen que en estos lugares se celebraban aquelarres por lo que se incluye en la Ruta de la Brujería de Navarra.







Terminé el recorrido enlazando con la carretera que forma parte del Camino de Santiago y pasando al lado de un prado donde un rebaño de vacas pastaba tranquilamente. Una de ellas sintió curiosidad y se acercó hasta mi pero no pude ofrecerle nada que le gustase.



Reconfortado por el bonito paseo decidí desplazarme hasta un mirador que traía apuntado que distaba unos 20 kms. de allí al que, para llegar, tuve que recurrir a la Oficina de Turismo que hay en Roncesvalles.

Se llama el Mirador de Ariztokia y encontrarlo fue relativamente sencillo. El problema es que desde el pequeño parking que hay en la base hasta el propio mirador hay unos 150 ms. de subida por un camino de piedras que se desprendían al pisarlas y que a mis casi 70 tacos no resultaba fácil precisamente. Conseguí llegar y, he de reconocer, que mereció la pena. Los paisajes que se divisan son espectaculares, montes, valles, pequeños caseríos diseminados e incluso un rio por el que, en otras épocas, transportaban grandes troncos de madera para su explotación.







Descendí con mucho cuidado ( las bajadas son más peligrosas que las subidas ) pero enormemente contento por los paisajes disfrutados y por confirmar que, a mis años, todavía puedo hacer pequeñas “ locuras “ que me rejuvenecen.

Volví a Roncesvalles. Comí en el hotel y después de un merecido descanso me dispuse a realizar una visita guiada que había concertado y en la que una simpatiquísima guía nos llevó a visitar algunos lugares interesantes.

El primero fue la iglesia de Santiago, llamada también de los Peregrinos. Es un pequeño edificio del S. XIII construido en un protogótico bastante austero. Tiene una sencilla planta rectangular con dos tramos que incluyen la cabecera recta con bóveda de crucería simple. Unas columnas cilíndricas soportan la cubierta. En su interior hay una figura del Apóstol Santiago y la portada presenta un arco apuntado con crismón.



Se utilizó como parroquia hasta el S. XVIII y en el XX se restauró abriendo un pequeño óculo sobre la portada e incorporando una campana que orientaba a los peregrinos.

Al lado de la iglesia se encuentra el denominado Silo de Carlomagno, que recibe este curioso nombre porque, supuestamente, su origen está en que sirvió de enterramiento a los guerreros francos que murieron en su huida en el 778. Es la construcción más antigua de Roncesvalles ya que data del S. XII. En la actualidad se están realizando excavaciones arqueológicas que están sacando a la luz innumerables restos humanos de diferentes épocas. También se utiliza como pequeño cementerio para los habitantes del pueblo.

Después pasamos a ver el Museo Diocesano donde se encuentran piezas valiosas tanto de pintura como escultura y otras muy originales como el llamado “ Ajedrez de Carlomagno “ que no es tal sino un relicario con disposición en damero con un alma de madera forrada con láminas de plata parcialmente dorada, esmaltes traslúcidos y vidrio.



O la conocida como “esmeralda de Miramamolin “, un trofeo ganado por Sancho VIII El Fuerte en la batalla de las Navas de Tolosa de 1212 y que forma parte del escudo de Navarra.



Aquí terminaba la visita guiada pero incluía, ya de por libre, poder visitar el claustro de la catedral y la capilla de S. Agustín con la tumba de Sancho VII. Así que me encaminé hacia allá.

El claustro es del S. XIII pero en el 1600 las cubiertas se vinieron abajo debido a una gran nevada y tuvo que ser reconstruido en el XVII. Es cuadrado con galerías de arcos apuntados separados por robustos contrafuertes. No tiene elementos decorativos y en el centro se encuentra una pila bautismal que ejerce de fuente y se remonta al S. XIII.



La capilla de S. Agustín ( durante siglos Sala Capitular ) es del S. XIV y se accede a ella por una bonita puerta con arcos apuntados.



El interior es de planta cuadrada con gruesos muros que soportan una bóveda estrellada. En el centro, iluminado por bonitas vidrieras, se encuentra el sepulcro de Sancho El Fuerte, reconstruido en el S. XX y que lo representa como rey y guerrero con la corona sobre la cabeza, una mano en el pecho y la otra sobre la espada.




Completada mi visita a lo más destacable de Roncesvalles cené en el hotel y a descansar. Al día siguiente tocaba hacer una incursión en territorio francés.


DÍAS 7 Y 8

 

Realmente el Camino Francés no tiene su inicio en Roncesvalles sino en un pueblecito cercano ( 27 kms. ) que se llama Saint Jean Pie de Port y al que se llega por una muy curveada carretera de montaña ideal para los moteros y los numerosos ciclistas que la recorren.

Una vez allí me encontré un pueblo eminentemente turístico, atestado de gente y sin ningún especial atractivo. Aparqué y me di una vuelta por el mismo confirmando mi primera impresión. Lo único que me llamó la atención fue un puente que cruzaba el rio Nive con vistas muy fotogénicas.




De manera que continué mi viaje para acercarme hasta Bayona ( 52 kms. ) de la que tenía buenas referencias.

Bayona es considerada como la ciudad “ más vasca “ de Francia. Se trata de una populosa ciudad de 52.000 habitantes atravesada por un caudaloso rio Nive al que salvan varios puentes. Uno de ellos, junto al que aparqué, está adornado con todas las banderas de los países que forman la CEE.


Paseando me dirigí hacia el casco histórico haciendo sobre la marcha alguna bonita foto de los alrededores.




El centro histórico son una serie de callejuelas que se entrelazan entre ellas alrededor de la imponente figura de la catedral. Paseé por las mismas con gran gentío a mi alrededor y me encaminé a visitar la catedral que se encuentra en pleno proceso de restauración.




El edificio se erige sobre los restos de un antiguo templo románico del que no quedan restos siendo, por tanto, enteramente gótica. Tiene una altura de 27 ms. con planta de cruz latina y tres naves de seis tramos. Tiene girola y varias capillas laterales.




En el exterior llaman la atención sus dos torres ( denominadas “ flechas “ ) con las características propias de un gótico pleno. Lamentablemente una de ellas se encontraba oculta por los andamiajes y otros elementos propios de la restauración que se llevaba a cabo.



Después de la visita recorrí las calles que la circundan intentando encontrar un abrevadero donde comer pero eran las 14´30 h. y aquí en Francia se come temprano, con lo cual en la mayoría de restaurantes que pregunté ya habían cerrado la cocina. Terminé en un bareto dedicado a hamburguesas y pedí una al azar ( estaba buena ) porque algo había que echarle a mi rugiente estómago. Para completar la pantagruélica comida me tomé un rico helado en un establecimiento cercano.

De manera que regresé por una margen del rio, con un calor de justicia, hasta el lugar donde había aparcado y retorné por el mismo camino hasta Roncesvalles donde me esperaba una buena siesta. El resto de la tarde lo dediqué a pasear, cenar decentemente y planear el siguiente día que me había de llevar hasta Sangüesa.

Tomé el camino hacia Sangüesa ( 67 kms. ) guiado por el Google Maps por carreteras típicas navarras ( buen asfalto pero montañosas, reviradas y plagadas de moteros y ciclistas ).

Sangüesa se encuentra situada en una terraza de la margen izquierda del rio Aragón. Consta de unos 5.000 habitantes y su nombre parece ser derivado de Sanctorum Ossa ( huesos de santos ) y ha sido objeto de múltiples inundaciones por la proximidad al rio Aragón.

Aparqué en el extrarradio y caminando tranquilamente me dirigí a visitar los monumentos más importantes de la villa que traía anotados.

Al pasar por una calle me llamó la atención un edificio que se encontraba cerrado, pero la curiosidad me hizo acercarme. Un panel informativo indicaba que se trataba del Convento del Carmen. Al parecer se fundó en el S. XIII en otro lugar al lado del rio Aragón pero, en tiempos de guerra, los frailes se trasladaron intramuros. Actualmente está dedicado a Conservatorio de Música.

Según la información lo más destacable era el claustro pero el edificio se encontraba cerrado. Mi buena fortuna hizo que, en ese momento, llegara una señora con aperos de limpieza y yo, sin nada que perder, le pedí permiso para echarle un vistazo. “ Tiene usted 5 minutos “ me contestó, así que me apresuré a entrar.

Era un magnífico claustro gótico de planta cuadrada y arquillos apuntados sostenidos por columnas simples, en su mayor parte restauradas, que presentan grabados de escudos diversos. Sobre el mismo se levantó un piso de ladrillo con ventanales de arcos de medio punto.




Al salir y darle las gracias a la señora fotografié la puerta de acceso a la iglesia, gótica de medio punto.



Continué mi camino hasta llegar a la iglesia de San Salvador. Fue edificada en el S. XIII pero actualmente se encuentra en un grave estado de deterioro por lo que están prohibidas las visitas.

Es gótica del S. XIII y al exterior presenta fuertes muros de piedra con potentes contrafuertes. En el S. XVI se construyó un pórtico para proteger la fachada.



La portada representa el tema del Juicio Final, con Cristo en la parte central mostrando las llagas, entre ángeles, la Virgen y S. Juan Bautista. En el dintel hay una alegoría de la resurrección de los muertos con hombres esperando a ser juzgados y condenados.




Unos metros más abajo está el Palacio de Vallesantoro ( hoy Casa de Cultura ) cuya fecha de construcción se sitúa en el S. XVII aunque luego se añadió la portada barroca en el exterior y un piso más en el interior con columnas salomónicas. Hice una foto de dicha portada y del interior.




Siguiendo calle abajo se llega a la arteria principal del pueblo, la calle Mayor, y girando a la derecha encontramos a pocos metros el edificio del Ayuntamiento con unos grandes bajos con soportales.



Detrás del mismo se halla el palacio-fortaleza del Príncipe de Viana ( hoy Biblioteca ), cuyo patio de armas está ocupado hoy por una amplia plaza. Se habilitó como residencia real en el S. XIII. Presenta un cuerpo central de dos pisos flanqueado por dos torres almenadas. En él se celebraron numerosas Cortes del Reino y muchos monarcas navarros pasaron aquí largas estancias.



Volviendo sobre mis pasos y tomando la Calle Mayor en sentido inverso me encaminé hacia la joya de la corona de Sangüesa. Se trata de la iglesia de Santa María la Real, una de las construcciones más interesantes y fotografiada de todo el románico navarro.

Al parecer su construcción se llevó a cabo en cuatro fases. La primera se inició en el 1131, la segunda en torno a 1160 donde se realizó la portada principal por el maestro francés Leodegarius. La tercera se desarrolló en el último cuarto del S. XII, rematándose la portada con el friso superior y procediendo al cerramiento de muros, naves y bóvedas y por último a mediados del S. XIII se completó la obra con la erección del cuerpo de ventanas y el remate en chapitel del cimborrio ya en estilo puramente gótico.





Intentar explicar los detalles de la portada me llevaría hacer una nueva entrada solo para ello.

Indicar tan solo que presenta tres arquivoltas que se apoyan sobre otras tantas columnas donde fueron talladas en relieve otras tantas figuras de la Biblia. Simplemente os dejo unas fotos para que os hagáis una idea de la belleza y complejidad de esta portada.




Lamentablemente y supongo que con la noble intención de protegerla de posibles impactos ya que los coches circulan muy cerca de la misma en ambos sentidos, se ha levantado en torno a la misma una especie de arco de acero que desluce enormemente el resto del conjunto. En fin, todo sea por su preservación.



El interior presenta tres cortas naves de dos tramos cada una, un crucero y tres ábsides escalonados escalonados precedidos de sus tres tramos rectos.



En el exterior, además de los citados ábsides hay que fijarse en la torre octogonal que se levanta sobre el crucero, presentando tres cuerpos diferentes entre sí y rematada por el antes mencionado chapitel con cierto aire borgoñón.



Admirado por la belleza del edificio y, dada la hora que era, busqué un lugar donde reponer fuerzas encontrando un restaurante cercano.

Hacía un calor sofocante, así que aguanté todo lo que pude en el interior antes de salir para ir a ver el último punto interesante de la ciudad: su puente. Originariamente se construyó en estilo románico por orden del rey Sancho Ramírez entre 1089 y 1093, con el objetivo de salvar el rio Aragón y servir de paso entre Navarra y Aragón, permitiendo un mayor flujo de peregrinos. Este puente tenía 7 arcos de medio punto y una longitud de 120 ms. Ya en el S. XIX se decidió derribar los tres arcos centrales y construir un nuevo puente de hierro que es el que podemos ver en la actualidad y que sigue saludando a los miles de peregrinos que lo atraviesan.




Me armé de valor y volví a recorrer el camino de vuelta a Roncesvalles descubriendo con sorpresa que una densa niebla ocupaba todo el pueblo. Según me contaron en Roncesvalles hay un microclima que hace que, prácticamente todo el año, al anochecer y amanecer se vea ocupado por este fenómeno meteorológico que, para ser sinceros, agradecí enormemente.





 

DÍAS 9, 10 Y 11

 

Los tres últimos días de mi estancia en Navarra los dediqué a recorrer diferentes pueblos que os relato y sintetizo en orden cronológico con lo más importante de los mismos para no hacer la entrada excesivamente larga.

Estella

Población fundada por el rey Sancho Ramírez en el 1090 y asentada en un gran meandro del rio Ega, cuenta con una población de unos 14.000 habitantes. Es una animada ciudad que cuenta con todos los servicios y que el día de mi visita se encontraba muy concurrida por la presencia de dos mercadillos en plazas contiguas.

El palacio de los Reyes de Navarra ( hoy dedicado a Sala de Exposiciones ) es el único edificio románico de carácter civil que existe en Navarra. Consta de dos pisos divididos por una sencilla cornisa. El cuerpo inferior consta de cuatro arcos con columnas y capiteles vegetales. Alberga el Museo del pintor Gustavo de Maeztu.




La Iglesia de San Pedro de la Rúa data del S. XIII y, si queréis ahorraros bastantes escalones hasta llegar a la portada, en la calle hay un cartel indicador de un elevador que os deposita directamente en el claustro. Es lo que yo hice. El claustro, de planta cuadrada, solo conserva las galerías occidental y septentrional ya que fue demolido accidentalmente al mismo tiempo que el contiguo castillo de Zaratambor en 1572. Lo más destacable son sus bellos capiteles que alternan elementos de la vida de los santos con figuras simbólicas de animales y vegetales. Como curiosidad hay una columna geminada torsa, elemento bastante raro, que encontré en Santo Domingo de Silos.






Desde el claustro se accede al interior, muy oscuro que no permite ser apreciado adecuadamente. Son destacables el retablo de la Virgen del Rosario, la capilla barroca de S. Andrés y una pila bautismal del S. XII.




La portada está ricamente adornada en sus capiteles y arquivoltas con temas vegetales, geométricos y figurativo. Presenta 8 arquivoltas de las cuales la más interesante es la interna que confiere la personalidad a la portada. Está formada por un doble zigzajeado que enmarca una serie de lobulillos separados por claves colgantes que le confieren un cierto regusto hispanomusulmán.




Es un pequeño pueblo de unos 400 habitantes situado en la Zona Media de Navarra. Construido en gran parte en la falda de una montaña con calles estrechas y con gran pendiente. El interés de mi visita radicaba en visitar su iglesia edificada en lo más alto del pueblo y a la que se accede subiendo empinadas cuestas que, en mi caso, me las salté ya que unos lugareños me indicaron un camino que, aunque mal asfaltado, me permitía llegar hasta la base misma del edificio. Se trata de una construcción románica del S. XII con un elegante ábside y una pequeña joya en el subsuelo: una antigua cripta con elegantes columnas y un ventanal de alabastro traslúcido que ilumina el interior. Según mis notas debería estar abierta a las 11 h. para una visita guiada pero a esa hora nadie apareció por allí. Hice tiempo fotografiando el esbelto ábside con poderosos contrafuertes y la portada con tres arquivoltas que se apoyan en columnas simples con capiteles en su mayoría de motivos vegetales.





A las 11,30 h. y como seguía sin ver a nadie que abriera la puerta, volví a montar y descender el camino para trasladarme al siguiente objetivo.


Ujué

Situado a escasos 8 kms. del anterior cuando llegas la primera impresión es que se trata de un pueblo abandonado sin un alma en sus empinadas calles.



Accedí al interior encontrándome con una portada gótica con arco apuntado abocinado con diez arquivoltas. Los capiteles de las columnas presentan una rica decoración pudiendo apreciar figuras como San Pedro, San Pablo y Adán y Eva. En el tímpano se representa la Epifanía y en el dintel la Última Cena.





Para mi sorpresa una multitud salió de una puerta lateral y es que allí se estaban celebrando unos Cursos de Verano y acababa de terminar una de las conferencias.

Continué mi recorrido pasando bajo un arco que se apoyaba en cuatro columnas con capiteles que representaban de manera armónica a los Cuatro Evangelistas con sus respectivos símbolos. Fotografié a Marcos con su símbolo del león.



Continué el recorrido por una balaustrada con techo de madera desde la que se podían hacer fotos de bonitas vistas.





Ya en el interior la cabecera es del S. XI y  se articula por medio de tres ábsides semicirculares. Tanto los arcos de entrada a los mismos como las bóvedas fueron rehechas ya en el S. XX.



 

En el ábside central se encuentra la imagen de Nuestra Señora de Ujué, talla de madera de tipo sedente en una actitud hierática.



Salí de nuevo al exterior para fotografiar la torre campanario y parte de la muralla que rodeaba a este imponente edificio religioso-militar y que, al llegar, nadie hubiera pensado que se encontrara en este pueblecito de escasos 170 habitantes.




Puente la Reina

Con un calor insoportable llegué hasta este lugar, paso obligado de peregrinos y cuyas calles presentaban un aspecto desolador.



Busqué la calle Mayor para ir a encontrarme con el edificio religioso más importante de la villa: la iglesia de Santiago. Edificio gótico pero que mantiene aún importantes elementos de su pasado románico como la portada principal con arco de medio punto y abocinada con cinco arquivoltas ricamente decoradas con cabezas humanas en las columnillas intermedias y diversas figuras mas deterioradas en los capiteles.






El interior presenta la características bóveda de crucería con nervios que se entrelazan formando bonitas figuras.



El retablo es barroco del S. XVII con un Crucificado del S. XVI en el último piso.



Salí al exterior y me dirigí hacia la construcción que da nombre al pueblo, aunque sobre el origen del mismo hay varias teorías ninguna confirmada con exactitud.

Se trata de un puente románico construido sobre el rio Arga y por el que discurre el Camino de Santiago. Tiene una longitud de 110 ms. con 4 ms. de anchura y es sostenido por 7 arcos de medio punto ( uno de ellos bajo tierra ) y 5 pilares. Ahí se guardaban imágenes de santos para devoción de los peregrinos. Fotografié este bello puente que ha sido y sigue siendo testigo mudo del paso de infinidad de peregrinos en su camino hasta Santiago de Compostela.




Olite

Este fue el penúltimo de los lugares visitados en mi recorrido por Navarra. Cuando llegué y antes de dirigirme hacia su famoso castillo, pasé por la iglesia de S. Pedro situada en la Plaza del Fosal, con una impresionante aguja gótica y una portada románica abocinada con arquivoltas que conforman seis gruesos baquetones decorados con motivos vegetales y ajedrezados. El tímpano y el dintel son añadidos góticos que se distinguen fácilmente porque aún conservan parte de la policromía.



Al llegar al Castillo de Olite me recibió un enorme gentío ataviado con trajes de época ya que, al parecer se celebraba una feria medieval.



El Castillo de Olite ( aunque es más correcto referirse a él como Palacio ya que sus funciones eran más cortesanas que defensivas ) fue levantado durante los S. XIII y XIV y posteriormente ampliado en el S. XV por Carlos III El Noble. Presenta un diseño en apariencia “desordenado “ formando un conjunto de estancias, jardines y fosos rodeado de altas murallas. En 1512 con la invasión de Navarra por parte de la Corona de Castilla y Aragón comenzó un deterioro progresivo que culminó con un incendio provocado intencionadamente por el guerrillero Espoz y Mina en 1813 durante la Guerra de la Independencia Española con el loable objetivo de evitar que cayera en  manos de las tropas de Napoleón.

En 1923 se acometió su restauración, aún inconclusa, teniendo como objetivo realizarla lo más fielmente posible parecida a la estructura original del palacio.




Como podréis imaginar intentar visitarlo con aquella muchedumbre era tarea imposible, así que me entretuve curioseando por los innumerables puestos callejeros instalados y fotografiando el Ayuntamiento. Luego busqué un lugar con aire acondicionado para reponer fuerzas y regresar al hotel.



Elizondo

Mencionaba más arriba que Olite era el penúltimo lugar a visitar en Navarra. Y esto era así porque como el recorrido planeado había sido muy fructífero y más rápido de lo que pensaba, aún me sobraba un día de estancia en Roncesvalles. Pensando en cómo ocuparlo se me ocurrió revisitar una zona que había explorado en profundidad hace unos años y que me dejó gratamente impresionado: el Valle del Baztán y, más en concreto, su capital oficiosa Elizondo. Hacia allí me dirigí esperando volver a tener las buenas sensaciones que me había dejado.

Elizondo es la capital jurídica y administrativa del Valle. Cuenta con una población de unos 3.500 habitantes y se encuentra enclavada a ambos lados del rio Bidasoa. Gran parte de su popularidad se la debe a una escritora, Dolores Redondo, que escribió una trilogía de novelas de misterio ambientada en estos lugares ( si os he de ser sincero fui incapaz de completar la primera de ellas, aunque prometo volver a intentarlo ).

Al llegar y aparcar me encaminé directamente hacia su iglesia, neobarroca y colorista con torres a los lados.



Mis recuerdos me llevaban a pasear por sus calles y admirar las típicas construcciones de esta zona con sus balcones de madera engalanados con macetas de flores.



El epicentro del pueblo se encuentra en la Plaza de los Fueros donde se halla el Ayuntamiento y la mayoría de bares y restaurantes. Pasé por ella dirigiéndome hacia el rio desde el que se realizan las más bellas fotos de la localidad.




El calor era insoportable, contrastando con mi anterior visita que, aunque también realicé en verano, el clima era sumamente agradable e incluso fresquito.

Después de recorrer todo el pueblo busqué un lugar para tomar algo antes de regresar a Roncesvalles. En el camino de regreso, antes de llegar al hotel, decidí parar en un pueblecito a 3 kms. de mi alojamiento por el que había transitado en múltiples ocasiones en mis rutas durante esta semana. Se trataba de Burguete, un pequeño y tranquilo lugar en el que, tras tomar un refresco, callejeé viendo sus bonitas construcciones. Si algún día decido cambiar de aires esta zona sería una de mi probable elección.




Tocaba la hora del regreso pero como mi capacidad de cambiar de planes a veces me asombra a mí mismo, en vez de hacerlo por la ruta más directa decidí tomar un “ atajo “ y visitar varios pueblecitos de una zona burgalesa que se conoce como el Valle de Mena y que se enclava dentro de la comarca de Las Merindades. Arreglo de hoteles. Llamada protocolaria para avisar de mi regreso más tardío. Carretera y manta.


DÍAS 12,  13 Y 14

 

Este recorrido improvisado transcurrió así.


Vallejo de Mena

Pequeña localidad en la que, paradójicamente se encuentra unas de las joyas del románico burgalés: la iglesia de S. Lorenzo.

El ábside es sumamente original. Presenta cinco ventanas iguales con arcos de medio punto y dos arquivoltas con sus correspondientes capiteles y columnas. Hay otras dos en el presbiterio algo más monumentales. Todo el conjunto presenta un gran dinamismo merced a una serie de arcos ciegos que lo recorren apoyados en ménsulas.



Merece la pena detenerse en la profusa ornamentación de ménsulas y capiteles donde podemos encontrar multitud de representaciones: vegetales, caras humanas, animales diabólicos y hasta músicos y representaciones eróticas como una pareja que se tapa pudorosamente sus órganos genitales.




 En la fachada meridional de la nave encontramos una portada y una galería superior con  arcos de medio punto a la que se accede por una escalera de caracol situada en uno de los lados. En mis numerosos viajes en busca de construcciones románicas he encontrado algunas iglesias que también presentaban estas galerías y, aunque no hay un criterio unánimemente aceptado, la hipótesis más veraz es que se trataba de lugares dedicados al descanso de los peregrinos del Camino.


El conjunto presenta tres portadas. La más rica es la situada a los pies, con un arco apuntado con cinco arquivoltas y un guardapolvo. Los capiteles están profusamente decorados.


De las otras dos la más sencilla es la del Perdón, por la que accedían los peregrinos que no podían continuar el Camino y recibían aquí el Jubileo. Tiene un sencillo arco apuntado rodeado de arquivoltas y chambrana.



La del lado sur también es sencilla, con arco apuntado, tres arquivoltas y chambrana.




Siones

Muy cerca de Vallejo se encuentra este pueblecito, aún más pequeño, pero que, además de un paisaje espectacular …



… conserva la iglesia de Santa María ( Monumento Nacional ). El origen de la misma es desconocido debido a un incendio que asoló el archivo del Valle. Aún así se puede encuadrar dentro del período del románico tardío.

Consta de una sola nave con tres tramos estando el más oriental coronado por una estructura que da la apariencia de falsa torre y desembocan en un único ábside semicircular




Cuenta con dos portadas. La principal con cinco arquivoltas de medio punto que se apoyan en cuatro pares de columnas con capiteles vegetales.




La otra, más modesta, con dos arquivoltas y capiteles similares a la anterior.




El Vigo

Llegar hasta aquí no resulta fácil. La iglesia es pequeña y lo único destacable en la misma y que justifica la visita es un tímpano románico historiado que representa escenas de la Pasión de Cristo.





Bercedo

Su iglesia es un sencillo templo románico del S. XII levantado en mampostería y su mayor atractivo radica en la puerta del lado meridional que presenta un arco ligeramente apuntado posterior y tres arquivoltas que descansan en jambas con capiteles de formas vegetales y figurativas con restos de policromía.




Almendres

Aquí se encuentra la iglesia de San Millán Abad, un sencillo edificio del S. XII que ha sido reformado varias veces. Lo más destacable es una magnífica portada profusamente decorada con medallones, figuras inscritas, vegetales, animales fantásticos y figuras humanas. Se completa con un tejaroz también ornamentado sostenido por seis canecillos figurados.





Butrera

Esta pequeña aldea de tan solo 10 habitantes censados cuenta con un Monumento Histórico Artístico, la iglesia de Santa María de la Antigua que se yergue aislada y constituye uno de los mejores ejemplos tanto en lo constructivo como en lo escultórico del rico patrimonio románico de Las Merindades.

Al parecer tuvo dos fases constructivas entre finales del S. XII y principios del XIII, apreciándose esto con bastante facilidad en la existencia de dos talleres que trabajaron en ella. Uno menos refinado con cabezas humanas y mascarones unidos a la piedra de donde surgen y un segundo de tipo silense con figuras más cuidadas como dragones, grifos y leones.




El exterior es de buena sillería caliza con gruesos muros y planta de cruz latina con ábside semicircular con bóveda de horno.



La portada principal presenta tres arquivoltas ligeramente apuntadas y roscas con motivos florales. Los capiteles se rematan con diversos motivos.



La rodeé en completa soledad haciendo fotos de aquellas figuras que me llamaban la atención, deteniéndome especialmente en una en la que, aprovechando un relieve, fueron esculpidas las figuras de Adán y Eva flanqueando el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, con la típica postura pudorosa tapándose los genitales y ,en el caso de Adán, llevándose la mano derecha a su garganta como signo de arrepentimiento. Aunque bastante erosionadas es fácil imaginar su belleza cuando fueron realizadas.




Retomé el camino para dirigirme a un pueblo de Álava llamado Amurrio donde había reservado para pernoctar un magnífico hotel rural aunque algo alejado del centro.

Aprovechando que eran las fiestas del mismo me acerqué por la tarde a ver el ambiente pero no tardé en comprender que yo allí no pintaba nada. Gran cantidad de gente ataviados con diferentes trajes regionales que ocupaban las casetas instaladas en un gran parque todas ellas con títulos y nombres en euskera así como varios carteles reivindicativos de asociaciones que reclamaban la puesta en libertad de los terroristas de ETA que aún permanecen encarcelados.

Así que busqué un sitio para cenar y regresé al hotel.

Al día siguiente me desplacé hasta un pueblo de Burgos del que no quiero recordar el nombre como tampoco el del desastroso hotel en el que me alojé de manera obligada ya que era el único existente.

Por la tarde para, ahora sí, dar por finalizado mi recorrido me encaminé a un curioso lugar que traía anotado. Se trataba de una aldeíta llamada Crespos que ha estado deshabitada durante bastantes años y que merced al trabajo realizado por varios descendientes de los antiguos moradores han conseguido rehabilitar las casas de sus padres y abuelos dándole al lugar el  aspecto de un pueblo de cuento a lo que contribuye el entorno en que se encuentra. Actualmente viven de manera semipermanente 5 habitantes y cuenta con un bonito hotel rural e incluso con lo yo había venido a buscar: una pequeña iglesia románica abierta durante todo el año y dedicada a la Inmaculada Concepción.

En el exterior una inscripción señala la fecha de su construcción: 1148. Presenta un ábside de tres paños separados por contrafuertes y un ventanal hoy cegado.


La portada presenta dos roscas de medio punto muy abocinadas para remontar el grosor del muro y que descansan sobre capiteles decorados con águilas y leoncitos de orejas puntiagudas.




El interior consta de una pequeña nave de dos tramos cerrados por una techumbre de madera. A través del arco triunfal se llega al ábside ya abovedado.


Los capiteles presentan numerosas figuras, casi todas de animales con diferentes temáticas.




Terminada la visita regresé al pueblo y al hotel innombrables para cenar algo e intentar descansar. Al día siguiente me esperaban 700 kms. hasta llegar a casa, los cuales recorrí haciendo bastantes paradas y llegando a mi hogar a media tarde.

Desde aquí quiero pedir perdón por dos razones. La primera es la excesiva extensión de esta entrada pero han sido 11 intensos días con múltiples visitas a bonitos lugares y, por más que he intentado sintetizar al máximo es lo que ha salido.

Y la segunda es porque entiendo perfectamente que a aquellos que lo lean y no tengan ningún interés ni piensen tenerlo por el arte románico les resulten pesadas, aburridas e incomprensibles las páginas en las que relato los edificios de este arte visitados. Lo siento, pero es mi pasión y uno de los motivos que me incitan a viajar con frecuencia. Tengo la esperanza de que en alguno de estos lectores se despierte el gusanillo por conocer mejor las características básicas de este período del arte que tanto contribuyó al nacimiento del embrión de lo que hoy llamamos Europa.

 

                        Llegada a casa y fin de nuestros servicios.

 

















No hay comentarios:

Publicar un comentario