RUTA DEL QUIJOTE
Existen varias
rutas del Quijote para realizar, todas ellas interesantes y divertidas. Yo me
decidí por ésta por el número de días disponibles, distancias a recorrer y
atravesar lugares (algunos ya conocidos) con un elevado contenido cultural e
histórico.
DÍA 1
Salí
de Murcia por la archiconocida A-30 en dirección a Hellín (86 kms.). Después de
haber viajado tantas veces por ella, ésta autovía se va pareciendo mucho a
pasear por el salón de mi casa. Una vez en Hellín había 3 alternativas con una
distancia similar hasta mi destino que era Villanueva de los Infantes. Me
decidí por tomar primero la CM-313 y luego la CM-412, ya que las otras dos
posibilidades eran conocidas de otros viajes, una atravesando la Sierra del
Segura y la otra por Liétor y Bogarra. Si no las conocéis pueden ser una buena
opción ya que atraviesan pueblos con mucho encanto. Las tres son carreteras de
media montaña, con bastantes curvas y bien asfaltadas para una conducción
agradable. La elegida por mí transcurría durante 148 kms hasta llegar a
Villanueva.
Llegué
sin contratiempos a ésta preciosa villa y fui directo a localizar mi
alojamiento. Era una casa rural rehabilitada (Los Girones de Pacheco). Se
trataba de la típica casa manchega, con un precioso patio central que abajo
podéis ver alrededor del cual se situaban en dos alturas los apartamentos. La
dueña me explicó que tenía más de 200 años de antigüedad y algunos de los
balcones y techados de madera eran los originales. Me acompañó al mio (salón- estar con TV, cocina, dormitorio y aseo) muy cuidado y agradable. Me dió las llaves y se despidió hasta el día siguiente.
Una vez instalado me fui a pasear
por éste precioso pueblo que, aunque menos conocido y turístico que su vecino
Almagro, posee numerosos lugares interesantes como ahora veréis.
La
vida de la ciudad gira en torno a su Plaza Mayor y, por dónde vayas, terminas
desembocando ahí. Data del S.XVII y es de planta cuadrada, rodeada por
balaustradas de madera sustentadas por zapatas y arquerías de medio punto. En
la cara norte se levanta majestuosa la iglesia de S. Andrés y a su lado la Casa
Rectoral. El conjunto, en mi modesta opinión, queda deslucido en parte por unas
figuras de hierro de D.Quijote y Sancho que a alguien con dudoso gusto se le ha
ocurrido instalar en un lado de la plaza.
Iglesia de S. Andrés y Casa Rectoral
Plaza Mayor por la noche
La iglesia es estilo herreriano
en la portada y plateresco y renacentista en las otras fachadas. Asombra su
esbelta torre y el color de la piedra y ha sido ensalzada por escritores como
García Lorca, Azorín y Pío Baroja entre otros. Además, en ella se halla
enterrado ni más ni menos que D. Francisco de Quevedo y Villegas. Si pasáis por
aquí es obligada la visita.
De
la plaza Mayor arranca la calle Pérez Ballesteros, cuajada de casas señoriales
y edificios palaciegos que nos lleva hasta el convento de Santo Domingo, lugar
al que acudió Quevedo buscando remedio a su deteriorada salud y en el que
falleció, conservándose aún la celda en la que vivió los últimos días.
Celda de Quevedo
Si seguimos paseando debemos
acercarnos a ver el Hospital de Santiago, del S.XVII y origen medieval, la Casa
del Arco con una portada asombrosa y la alhóndiga con un precioso patio
interior. Otros edificios singulares son la Casa de los Estudios, el Tribunal
de la Inquisión, la casa-palacio del Marqués de Entrambasaguas y la iglesia de
la Trinidad. Como véis hay sitios para ver y recrearse en ésta ciudad durante
más de un día (o medio en mi caso).
Después
del largo paseo busqué uno de los sitios para cenar que llevaba recomendados,
decidiéndome por el Restaurante Casa Milagros, en la calle Cervantes, dónde
disfruté de las delicias de la cocina manchega (otra gran desconocida) y me fui
a descansar para estar fresco al día siguiente.
DIA 2
La distancia que separa
Villanueva de Almagro es de 72 kms que se recorren por la CM-412 en un suspiro,
pasando por Valdepeñas y Moral de Calatrava. Al llegar a Almagro, lo primero
que notas es que la afluencia de turistas se ha multiplicado enormemente con
respecto a Villanueva, están por todas partes (incluido yo) y pasear por sus
calles y visitar sus monumentos se convierte en una pequeña odisea. En mi caso,
al haber visitado Almagro varias veces los conozco relativamente bien, por lo
que no me molesté mucho en repasarlos.
Si
pasáis por aquí es obligado ir a la plaza Mayor, con sus galerías en madera
verde tan fotografiadas y sus soportales llenos de restaurantes y tiendas. Así mismo
se deben visitar palacios como el de los Marqueses de Torremejía, el de los
condes de Valparaíso o el de los Fúcares, famosa familia alemana que se
asentaron en estas tierras para administrar las minas de Almadén. Aún se
conservan en la planta baja las dependencias dónde trabajaban los miembros de
ésta poderosa familia.
Con
respecto a las iglesias os recomiendo la de la Madre de Dios y, sobre todo, la
de San Blas, sede de innumerables conciertos.
No,
no me olvido. Dejo para el final el conocido Corral de Comedias, Monumento
Nacional, que es del S.XVII y que es único en España por su estado de
conservación y que sigue siendo utilizado para representaciones en el Festival
de Teatro de Almagro.
Palacio de los Fúcares
A tan sólo 29 kms de Almagro por
la CM-45 se halla la capital de la provincia Ciudad Real. Así que, tras comer
(Restaurante la Posada de Almagro) me planté en un momento en el hotel Doña
Carlota dispuesto a pasar la tarde recorriendo la ciudad.
Ciudad
Real tiene un origen antiquísimo y, como curiosidad, fué junto a Andújar desde
1382 hasta 1391 señorío de León VI de Armenia. Es una ciudad de características
medievales y cristianas, lo que se refleja en sus edificios y monumentos. Aún
se puede ver la puerta de Toledo como resto de la antigua muralla. Hay que ver
la Plaza Mayor, epicentro de la ciudad y visitar la Catedral de Nuestra Señora
del Prado, única en España por tener una sola nave y con una impresionante
torre de cuatro cuerpos. Conserva la puerta del Perdón como vestigio de la
érmita románica sobre la que se levantó. A mí me gustó sobremanera su precioso
retablo de 1616, obra del escultor Giraldo de Merlo y del pintor Juan de
Hasten.
También
me dio tiempo a ver la Casa del Arco (antiguo Ayuntamiento), la iglesia de
Santiago (un tesoro del románico) y darme un paseo por el Parque de Gasset que
cuenta con gran cantidad de fuentes que te alegran el oído. Y a la cama que
mañana será otro día.
Catedral de C. Real
Plaza Mayor
Plaza Mayor. Ayuntamiento
DÍA 3
Desde
C. Real me dirigí a Manzanares (55 kms. por la A-3), dónde solo me detuve
(además de para un cafelito) para visitar la iglesia de Nuestra Señora de la
Asunción en la plaza principal, con una preciosa portada plateresca y, ya sobre
la moto, dar una vuelta a los alrededores del castillo de Manzanares.
El
tiempo estaba nublado y presagiaba lo que luego os contaré. Así que me fui para
Tomelloso (39 kms. por la A-3) que no es una ciudad urbanísticamente atractiva,
ya que está conformada de forma radial con calles largas y planas. Tenía
previsto visitar dos museos, el del genial pintor Antonio López y el del Carro
pero el tiempo iba empeorando y desistí de hacerlo temiéndome lo peor. Así que
tomé la A-43 y me dirigí a Villarrobledo (42 kms), dejando para otra visita los
museos mencionados.
Lo
que sucedió entonces es de los peores momentos que yo he pasado encima de una
moto. Se levantó un auténtico huracán, hasta el punto que sobre una moto que
pesa 280 kgs. más mi peso y el del equipaje no había manera de circular por la
autovía, estando en varias ocasiones a punto de irme al suelo. No me quedó más
remedio que pegarme al arcén y, sin superar los 50 y con mucho cuidado, llegar
hasta Villarrobledo acordándome de la madre que parió al dios Eolo. Llegué a mi
destino medio temblando, tomé la habitación reservada en el Hotel Casa Lorenzo
y, aunque lloviznaba, me acerqué hasta la plaza Mayor para ver los dos
edificios más importantes de la ciudad: el Ayuntamiento y la iglesia de S.
Blas. El primero es de corte renacentista y tiene una doble arquería de seis
vanos y la segunda, del siglo XVI, tiene mezcla de varios estilos, gótico,
barroco y renacimiento. Destaca sobremanera un enorme retablo barroco de estilo
churrigueresco del XVIII obra de Marcos de Evangelio.
Como
el tiempo no mejoraba sino al revés y ya era de noche, me fui al hotel, cené
allí mismo y me acosté. Sobre las 3 de la madrugada me despertó un enorme y
continuo ruido y, al asomarme, contemplé pasmado lo que estaba cayendo. No es
que lloviera no, es que diluviaba. Los cielos se habían abierto y estaba
cayendo toda el agua del mundo. La moto estaba resguardada pero mi preocupación
era como trasladarme al día siguiente hasta Albacete y allí llamar a uno de mis
hijos para que fuera a buscarme. La moto volvería a recogerla otro día pero era
sábado y yo el lunes tenía que trabajar. Con estos pensamientos hice un
duermevela y a la mañana siguiente ¡oh sorpresa! la lluvía había cesado aunque
continuaba nublado. Rápidamente desayuné, cogía mis cosas y salí cortando por
la A-43 hasta Minaya, de ahí a La Roda, Albacete y ¡por fin! a Murcia dónde, a
pesar de un llovizneo casi continuo, pude llegar sin contratiempos.
Iglesia de Nª Sª de Asunción. Manzanares
Retablo
Iglesia de S. Blas. Villarrobledo
Corolario: después de los
camioneros locos, el viento y la lluvia son nuestro peor enemigo y prometo
volver para ver lo que se me quedó en el tintero. Continuará.
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